Capitulo 6

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El ambiente se volvía cada vez más denso, cargado de una tensión palpable. Cenk cruzó los brazos, su expresión endurecida indicaba que no cedería fácilmente.

"En estos momentos no quiero seguir discutiendo así que me retiro, tengo cosas más importantes que hacer", declaré, decidida a no dejarme arrastrar más en esa disputa. Sin importarme nada, decidí salir de esa nefasta mansión para dirigirme a la ecografía de mi bebé.

Sin embargo, justo cuando estaba a punto de alejarme, los gritos de mi abuela resonaron en el pasillo, deteniendo mi andar.

-"¿Qué pasa, abuela?" pregunté, confundida por su inesperada reacción.

-"¿Qué pasa? ¿Acaso eres tonta o qué?" replicó ella, con una furia que me tomó por sorpresa.

-"No voy a permitir que me eches en cara mis decisiones", respondí con determinación, recordando cómo fue por ella que todas mis desgracias comenzaron. No iba a permitir que otra vez ocurriera lo mismo.

-"Tus decisiones, después de todo lo que he hecho para que estés sentada comiendo en la mesa de la familia Karacay..." comenzó mi abuela, con un dejo de amargura en su voz.

-"Todas las desgracias empezaron desde que me llenaste de ilusiones de que me iba a casar con Cenk para dejar el pueblo y venir a Estambul, lo cual era mentira," agregué, sintiendo cómo el peso de las expectativas incumplidas resonaba en cada palabra.

-"Solo quería que nuestra familia dejara de ser pobre en ese pueblo asqueroso," continuó mi abuela, con un dejo de tristeza en su voz.

-"Pero me ofreciste a los leones, y por esos pensamientos e ilusiones que me alimentaste, he cometido tantos errores de los cuales ni la muerte me quitará", agregué, con el peso de la culpa aplastándome mientras admitía las consecuencias de mis acciones impulsadas por las expectativas irreales que ella misma había sembrado en mí.

-Sé que te impulsé para que cometieras errores, pero eso no te quita la responsabilidad de lo que le hiciste a Nedim cuando estaba en la silla de ruedas," dijo mi abuela, con un tono cargado de seriedad y culpa.

Lo miré con tristeza y asentí con pesar. -"Lo sé, abuela. Por eso, de ahora en adelante, trataré de tomar distancia de Nedim para que pueda vengarse de mí y de la familia Karacay", respondí, reconociendo la necesidad de asumir las consecuencias de mis acciones y buscar la manera de enmendar los errores del pasado.

-"Ceren, has cambiado", dijo mi abuela con una mirada de sorpresa y algo de esperanza en sus ojos.

-"He cambiado, abuela. Quiero ser una mejor persona para mi bebé y, por supuesto, para mi familia", respondí con determinación.

-"Ahora, si me permites, abuela, debo retirarme. Tengo algo muy importante que hacer", dije con resolución, sintiendo la urgencia de mi deber.

Sin pensarlo dos veces, retomé mi camino hacia el carro, decidida a llegar a la clínica lo antes posible.

El trayecto a la clínica no fue muy largo, y al llegar, fui directo a la sala de ecografías. Mis pasos resonaban en el pasillo, mientras la anticipación y los nervios se entrelazaban en mi pecho.

Al entrar en la sala, me recibió la calidez del personal médico, que comprendía la importancia de este momento para mí. Me preparé mentalmente para lo que estaba por venir, con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho mientras esperaba ver el rostro de mi pequeño en la pantalla.

Con manos temblorosas, me recosté en la camilla, esperando ansiosamente a que Nedim llegara. Sin embargo, los minutos parecían pasar lentamente y no había señales de él.

Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora