Después de hablar con Leyla, los días pasaron, y con solo unas pocas semanas para que naciera el bebé, algunas tareas del trabajo comenzaron a ser más difíciles de realizar. Mi cuerpo, cansado por los últimos meses de embarazo, me obligaba a moverme más despacio, pero mi mente estaba inquieta.
Un día, mientras me encontraba dando un paseo cerca del mar, sintiendo el viento fresco en mi rostro, una voz que conocía demasiado bien hizo que mi piel se erizara.
—¿Creíste que podías esconderte de mí por mucho tiempo? —era la voz de Nedim, firme, resonante, pero con una tensión palpable.
Me detuve en seco, sintiendo un nudo formarse en mi estómago. No me atreví a darme la vuelta de inmediato. Había imaginado este momento muchas veces, pero ahora que estaba sucediendo, las palabras se me atoraban en la garganta.
Finalmente, respiré hondo y me giré lentamente para enfrentarlo. Allí estaba él, parado a unos metros de mí, su mirada fija en la mía, intensa y decidida, como si hubiera venido buscando respuestas... o quizás, exigiéndolas.
—No me estoy escondiendo —respondí, mi voz más suave de lo que había planeado. Pero incluso yo sabía que esas palabras no eran del todo ciertas.
Nedim avanzó un par de pasos hacia mí, sus ojos recorriendo mi rostro como si estuviera evaluando cada pequeña emoción. Sentí que las barreras que había construido entre nosotros se tambaleaban.
—¿Entonces qué haces aquí, Ceren? ¿Por qué te alejaste de mí... de la mansión... sin decir nada
—Porque necesitaba tiempo —respondí con más firmeza, aunque el temblor en mi pecho traicionaba mi calma aparente—. Para pensar, para procesar todo esto.
Nedim se detuvo, su mandíbula apretada como si estuviera reprimiendo lo que realmente quería decir.
—Ya casi nacerá nuestro hijo, Ceren. No puedes seguir huyendo de nosotros.
Su mención del bebé hizo que todo mi cuerpo reaccionara, como si algo dentro de mí se rebelara ante la confrontación. Este era el momento. Si alguna vez iba a ser honesta con Nedim, tenía que ser ahora.
—No estoy huyendo, Nedim —murmuré, bajando la mirada por un momento antes de volver a encontrar sus ojos—. Solo quiero saber si todavía queda algo entre nosotros... o si todo este tiempo solo he sido una sombra para ti.
El viento seguía soplando, arrastrando el aroma salado del mar entre nosotros, pero no lograba disipar la tensión que ahora nos rodeaba. Nedim me miraba fijamente, y aunque sus ojos mostraban determinación, había algo más escondido, algo que me negaba a creer durante tanto tiempo: vulnerabilidad.
—Si eso fuera cierto, en tus ojos no se notaría el amor que le tienes a mi hermana —respondí, mi voz temblando por el peso de la verdad que había llevado dentro durante tanto tiempo—. Además, sé que todo el mal que te hice no lo he saldado. Nunca lo he hecho.
Nedim frunció el ceño, sus manos aún firmes en mi rostro, como si quisiera asegurarse de que no me alejase. Su expresión cambió, y en sus ojos vi algo más profundo, una mezcla de sorpresa y una herida que, tal vez, nunca había sanado del todo.
—La nueva Ceren que está aquí conmigo —susurró, su voz más suave, pero cargada de intensidad—, es de la que me he enamorado poco a poco. La Ceren del pasado ya no existe, y lo que pasó nunca más volverá a pasar.
—¿Cómo puedes decir eso? —mi voz salió quebrada, casi ahogada por las emociones que luchaban por salir—. ¿Cómo puedes decir que lo que hice no importa?
—No estoy diciendo que no importa —dijo en un susurro—. Lo que digo es que ya no define quiénes somos. No puedo cambiar lo que ocurrió, y tampoco puedo ignorar el dolor que ambos sentimos. Pero he visto cómo has cambiado, cómo has crecido... y sé que no quiero perder a esta Ceren, la que está dispuesta a enfrentar todo lo que venga.
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Un Nuevo Comienzo
FanfictionFanfic sobre la serie turca Zalim Istanbul en especial de Ceren karaçay y su nuevo comienzo después de una vida de tanto sufrimiento y maldad.