Capítulo 39

95 9 2
                                        

Cuando finalmente se fueron, el ambiente se sintió un poco más ligero, aunque las dudas permanecían en mi mente. Fue en ese momento cuando Nedim se acercó a mí, con una expresión serena pero decidida.

—Tengo que ir a la empresa más tarde. Me gustaría que me acompañaras. —dijo, mirándome directamente a los ojos.

—¿A la empresa? —pregunté, algo desconcertada.

—Sí. Creo que es importante que veas un poco más de lo que hago y también quiero tu opinión sobre algunas cosas. —agregó, con un tono que me hizo sentir valorada.

Asentí, un poco nerviosa, pero también curiosa. Sabía que este era un paso importante, no solo para él, sino también para nosotros como equipo. Más tarde, nos dirigimos juntos hacia la empresa, y mientras él manejaba, me explicó algunos detalles de los proyectos en los que estaba trabajando. Sentía que, poco a poco, me estaba integrando más en su mundo.

Al llegar a la empresa, me sorprendió lo imponente que era el edificio. Las puertas automáticas se abrieron ante nosotros, y Nedim me guió hacia el ascensor, saludando de manera cordial a algunos empleados que pasaban por el vestíbulo.

—Quiero mostrarte mi oficina primero. Luego podemos hacer un recorrido para que conozcas los departamentos principales. —dijo, presionando el botón del piso correspondiente.

Cuando entramos a su oficina, me llamó la atención lo organizada y luminosa que era. Había una gran ventana que ofrecía una vista espectacular de la ciudad. Sobre su escritorio, había una pila de documentos, una laptop abierta y un par de fotografías enmarcadas. Una de ellas era de Emir,  en su cuna con una sonrisa.

—¿Qué opinas? —me preguntó, observando mi expresión.

—Es un espacio muy bonito. Se nota que dedicas mucho tiempo aquí. —respondí, sinceramente.

Nedim sonrió, satisfecho con mi respuesta. Luego tomó un par de documentos de su escritorio y me los mostró.

—Estos son algunos de los proyectos en los que estamos trabajando. Me interesa saber tu perspectiva, especialmente en estos relacionados con nuevos mercados internacionales. —explicó, entregándome las hojas.

Mientras revisaba los documentos, él se sentó frente a mí, observándome con atención. No pude evitar sentir una mezcla de orgullo y nerviosismo. Este era un lado de Nedim que no había visto antes, y me sentía honrada de que quisiera compartirlo conmigo.

Después de unos minutos, Nedim sugirió que saliéramos a recorrer las instalaciones. Me llevó al departamento de diseño, donde los empleados estaban trabajando en nuevos productos, y luego al área de marketing, donde se discutían estrategias para el próximo trimestre. En cada lugar, me presentó como alguien importante para él, lo que me hizo sentir cómoda y bien recibida.

Cuando terminamos el recorrido, Nedim me propuso pasar por el área de reuniones para que conociera al equipo con el que trabajaba de cerca. Al abrir la puerta de una sala de juntas, me llevé una sorpresa inesperada: allí estaban Damla y mi hermano Civan, sentados juntos en lo que parecía ser una conversación cercana y cómplice. Al verme, ambos se tensaron por un instante, pero luego intentaron disimular.

—¡Oh, hola! —saludó Damla con una sonrisa nerviosa.

—No esperaba verte aquí. —dije, mirando a mi hermano, quien evitó mi mirada al principio pero luego trató de actuar con naturalidad.

—Bueno, solo estaba... ayudando a Damla con unos asuntos. —dijo Civan, rascándose la nuca con una expresión que no logró convencerme del todo.

—¿Asuntos? —pregunté, arqueando una ceja mientras miraba a ambos.

Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora