Capitulo 18

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Ya había pasado una semana desde nuestro regreso del viaje y el incidente con mi embarazo. A pesar del tiempo transcurrido, ni Cenk ni Cemre habían revelado toda la verdad sobre lo sucedido. Sin consultar a Nedim, decidí actuar por mi cuenta y colocar una cámara en la habitación de Cemre y Cenk durante el viaje para registrar todo lo que ocurría. La sorpresa fue enorme al descubrir que la confesión completa había quedado grabada en la cámara. Sin dudarlo, opté por enviar el video al señor Agah para que pudiera ver la realidad sobre su hijo y su nuera.

Estaba en mi habitación cuando escuché gritos provenientes del primer piso de la mansión. De inmediato, pensé que el señor Agah estaba confrontando a Cenk y Cemre directamente. Decidida, me levanté de la cama y bajé al primer piso para presenciar la confrontación por mí misma.

Al llegar al primer piso, me encontré con una escena cargada de tensión. El señor Agah estaba de pie frente a Cenk y Cemre, con el rostro crispado por la ira contenida. Sus palabras resonaban en la sala, llenas de decepción y frustración. Cemre parecía estar al borde de las lágrimas, mientras que Cenk mantenía una expresión de incredulidad y defensa.

—¡¿Cómo pudieron hacerme esto?! —exclamó el señor Agah, con voz temblorosa pero llena de autoridad. Miré a Nedim, quien había llegado también y parecía igual de sorprendido por la situación.

La tensión era palpable. El señor Agah agitaba el teléfono en la mano, evidentemente refiriéndose al video que le había enviado. Cenk intentó hablar, pero las palabras parecían atascarse en su garganta. Cemre, por su parte, sollozaba silenciosamente, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para explicarse.

—Lo siento, papá. No queríamos que te enteraras así —balbuceó finalmente Cenk, con la voz entrecortada.

-"No hay excusas para lo que hicieron", interrumpió el señor Agah con voz ronca, señalando el teléfono con el video aún en la pantalla. "Me han decepcionado profundamente. Después de todo lo que he hecho por ustedes, ¿así me pagan?"

Cemre levantó la mirada, con los ojos llenos de lágrimas. -"Lo siento mucho, señor Agah. Fue un error de juicio... Nunca quisimos lastimar a nadie..."

La tensión era palpable, y Nedim, que había llegado a la escena en silencio, intentaba intervenir para calmar los ánimos.

-"Tío, debes calmarte", dijo Nedim con voz firme, dirigiéndose al señor Agah mientras colocaba una mano en su hombro en un gesto de apoyo.

El señor Agah respiró profundamente, suspirando con pesar antes de apartarse de Nedim.

"No puedo creer que esto esté sucediendo", murmuró, más para sí mismo que para los demás. Luego, dirigió una mirada dura hacia Cenk y Cemre. "Y no puedo creer que mi propio hijo te haya dejado en sillas de ruedas y nunca asumiera su responsabilidad."

Las palabras resonaron en la habitación con un peso abrumador. Cenk bajó la cabeza, sintiendo el peso de la vergüenza y la culpa. Cemre se mordió el labio inferior, luchando contra las lágrimas mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas para responder.

Nedim intervino de nuevo, buscando restaurar algo de calma. "Tío, entiendo que esto es difícil para todos nosotros. Pero necesitamos hablarlo. Todos cometimos errores, pero podemos encontrar una manera de seguir adelante."

El señor Agah se pasó una mano por el rostro, visiblemente agotado. "No sé si puedo perdonar esto... no sé si alguna vez podré mirarlos de la misma manera."

Estaba a punto de intervenir cuando la llegada de Seniz interrumpió mis pensamientos.

"Hijo, ¿qué ocurre?", preguntó Seniz con tono preocupado mientras se acercaba a Cenk. Sus ojos recorrieron la habitación, captando de inmediato la tensión en el ambiente y las miradas compungidas de todos los presentes.

Cenk bajó la mirada, incapaz de enfrentar a su madre con la verdad en ese momento. "Madre, es complicado... Ha ocurrido algo", respondió con voz entrecortada, buscando las palabras adecuadas para explicar la situación.

El señor Agah se apartó un poco, dejando espacio para que Seniz se acercara más. "Cenk y Cemre...", comenzó a decir, pero su voz se quebró antes de poder continuar.

Seniz miró a su hijo y a su nuera con gesto inquisitivo, leyendo entre líneas la gravedad de lo sucedido. "¿Qué ha pasado? Necesito que me lo expliquen", instó, con una mezcla de preocupación y determinación en su voz.

En ese momento, me di cuenta de lo hábil que era Seniz como actriz. Era evidente que ya sabía todo lo que había ocurrido, pero estaba dispuesta a dejar que su hijo asumiera toda la responsabilidad.

Observé cómo Seniz mantenía su compostura, aunque sus ojos revelaban una mezcla de decepción y compasión mientras miraba a Cenk y Cemre. Sabía que ella estaba calculando cada palabra y gesto para apoyar a su hijo y, al mismo tiempo, manejar la situación con cuidado.

El señor Agah, aún visiblemente afectado, se apartó un poco más, dejando que Seniz se acercara al centro de la confrontación. "Cenk, Cemre... explíqueme qué ha sucedido", dijo ella con voz firme pero tranquilizadora, como si estuviera preparada para cualquier respuesta que pudiera surgir

-Le ha llegado un video a mi padre donde confieso que yo boté por la ventana a Nedim cuando éramos pequeños además de que nuestro matrimonio es falso y por lo único que nos casamos fue para que Cemre pudiera estar cerca de Nedim.

Seniz y todos escuchamos las palabras de Cenk con una mezcla de sorpresa y pesar. Sus ojos se encontraron con los de Cemre, quien bajó la mirada con una expresión de vergüenza y arrepentimiento.

"No puedo creer que esto sea verdad", murmuró Seniz, con voz entrecortada por la emoción. "¿Es cierto lo que estás diciendo?"

Cenk asintió con tristeza. "Lo siento, madre. No queríamos que las cosas salieran así..."

Seniz se tomó un momento para procesar la información, suspirando profundamente mientras se esforzaba por mantener la calma. "Entiendo que las cosas pueden ser complicadas, pero... ¿por qué no nos dijeron nada? ¿Por qué mantuvieron esto en secreto?"

Cemre finalmente levantó la mirada, las lágrimas empezando a deslizarse por sus mejillas. "Lo siento mucho, Seniz. No queríamos lastimarte a ti ni a nadie más. Fue un error terrible."

El señor Agah permanecía en silencio, observando la escena con una mezcla de dolor y decepción. Era evidente que la revelación había sacudido los cimientos de la familia, dejándolos a todos vulnerables y en un estado de incertidumbre sobre el futuro.

 Era evidente que la revelación había sacudido los cimientos de la familia, dejándolos a todos vulnerables y en un estado de incertidumbre sobre el futuro

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