ACHLANT [El demonio de mis sueños]

Capítulo 40: "Hasta Siempre"

El cielo estaba teñido de gris, como si las nubes mismas lloraran por la partida de Noa. Nos reunimos alrededor de su ataúd blanco, un silencioso mar de rostros afligidos. Uno a uno, nos acercamos para colocar stickers de dibujitos tiernos sobre la superficie lisa, cada uno representando un recuerdo, un momento compartido, una chispa de la alegría que Noa había traído a nuestras vidas.

-Eres y serás mi mejor amiga- dije mientras miraba al cielo.

-Voy a extrañar tus regaños, ahora quien me va a corregir cuando este mal o cuando meta la friegue- dijo Laura con lágrimas en los ojos.

-Me harás mucha falta, siempre fuiste tan fuerte y valiente, me enseñaste que uno no debe depender de nadie para ser feliz, que nosotros somos el propio amor de nuestras vidas no otras personas- dijo Karl mientras se le quebraba la voz.
-Me agrado conocerte- Dijo Jared en voz baja.

Las lágrimas fluían libremente, algunas en silencio, otras acompañadas de sollozos que rompían el aire cargado de tristeza. En nuestras manos, sosteníamos globos, listos para ser liberados al cielo. Con marcadores temblorosos, escribimos mensajes para Noa, palabras de amor, de agradecimiento, de despedida. "Te extrañaremos", "Gracias por tu luz" " Siempre fuiste la más inteligentede del grupo", "Fuiste el propio amor de tu vida", "Hasta que nos volvamos a encontrar".

Y entonces, con un suspiro colectivo, soltamos los globos. Ascendieron lentamente, llevando consigo nuestros mensajes, nuestras esperanzas, y un pedazo de nuestras almas. Los seguimos con la mirada hasta que se convirtieron en puntos diminutos en la inmensidad del cielo.

Fue entonces cuando lo notamos: un hombre encapuchado, parado a la distancia, su presencia una mancha oscura en el paisaje de duelo. Algunos se acercaron, preguntando quién era, qué hacía allí. Pero sin decir una palabra, se dio la vuelta y se alejó, desapareciendo tan misteriosamente como había aparecido.

Nos quedamos allí, consternados, con una nueva incógnita en nuestros corazones. ¿Quién era ese hombre? ¿Qué significaba su presencia en el adiós de Noa? Las preguntas quedaron suspendidas en el aire, junto con los globos que ahora eran apenas un recuerdo en el horizonte.

Muchas gracias por leer mi novela ❤.