Capítulo 2: "La carta"

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Sali de casa con prisa. Tenía que ir al apartado postal a recoger un paquete que le había enviado su padre. Era el único contacto que tenía con él desde que se había ido, hace diez años. Cada mes, le mandaba un paquete con algún regalo y una nota. Sabía que era su forma de intentar compensar su ausencia, pero también sabía que nunca volvería a verlo.

Llegó al apartado postal y mostró su identificación. El empleado me entregó el paquete y un sobre. Reconoci el paquete por el remitente y la dirección. Era de mi padre. Pero el sobre me llamó la atención. No tenía ningún dato. Ni remitente, ni sello, ni fecha. Solo su nombre escrito con letras mayúsculas.

¿Qué es esto? - pregunte extrañada.

No lo sé - respondió el empleado -. Lo encontré en tu casillero esta mañana. Parece una carta.

¿Una carta? - repetí, confundida -. ¿De quién?

No tengo idea - dijo el empleado -. Tal vez deberías abrirlo y averiguarlo.

Abri el paquete y vi que era de papá, encontre un libro y una nota. El libro era una novela de misterio, uno de sus géneros favoritos. La nota decía: "Hola, hija. Espero que estés bien. Te envío este libro para que te entretengas. Sé que te gustan las historias de misterio. Ojalá algún día podamos leerlas juntos. Te quiero mucho. Papá".

Senti un nudo en la garganta al leer la nota. Mi padre siempre decía lo mismo, pero nunca cumplía su promesa. Nunca venía a verme, ni siquiera llamaba por teléfono. Solo enviaba paquetes y notas, como si eso fuera suficiente.

Guarde el libro y la nota en mi mochila y me dispuse a abrir el sobre misterioso. rasgue con cuidado y saque una hoja de papel doblada. La desplegue y el mensaje que estaba escrito con recortes de periódicos:

"No vayas a Portugal, es una trampa. Alguien te está esperando para hacerte daño. Si valoras tu vida, quédate donde estás".

Me quedé mirando la carta con incredulidad. ¿Quién podría haberlo enviado algo así? ¿Y cómo sabía que iba a viajar a Portugal? No se lo había contado a nadie, excepto a mis amigos más cercanos. Tal vez alguno de ellos me estaba haciendo una broma pesada. Pero no tenía sentido, ellos saben lo importante que era para mi ese viaje, y lo mucho que me había costado conseguirlo. No se atreverían a burlarse de mi ilusión.

Decidi llamarlos por teléfono y mostrarles la carta. Quizás ellos podrían ayudar a descubrir quién estaba detrás de esa amenaza.

Chicos, necesito que vean algo - dije cuando los tuve a todos en una videollamada.

¿Qué pasa, Clear? ¿Estás bien? - preguntó Laura, preocupada por el tono de voz de su amiga.

No sé, mira esto - dije,acercando la carta a la cámara.

Los demás se quedaron en silencio mientras leían el mensaje. Luego, cada uno reaccionó de una manera diferente.

¿Qué es eso? ¿Una broma? - preguntó Karl, frunciendo el ceño.

No tiene gracia - dijo Noa, con una expresión seria.

¿Quién te ha enviado eso, Clear? ¿Sabes de dónde viene? - preguntó Laura, con curiosidad.

No tengo ni idea - respondi, sacudiendo la cabeza

- La encontré en mi apartado postal esta mañana. No tiene remitente ni sello. Solo esta nota escrita con recortes de revistas.- respondi.

Qué raro - comentó Laura -. ¿Crees que alguien nos está vigilando?

No lo sé, pero me da miedo - dije - ¿Y si es verdad? ¿Y si alguien nos quiere hacer daño en Portugal?

No seas paranoica, Clear - intervino Karl -. Seguro que es una tontería. Alguien que esta aburrido y quiere asustarnos. No le hagas caso.

Yo no estaría tan seguro, Karl - dijo Noa -. Esto podría ser una advertencia seria. Tal vez alguien sabe algo que nosotros no sabemos. Algo sobre ese convenio o sobre esa amiga virtual de Laura.

¿Qué quieres decir, Noa? - preguntó Laura, ofendida -. ¿Estás insinuando que Ellen tiene algo que ver con esto?

No lo sé, Laura - respondió Noa -. Pero me parece muy extraño que una chica que apenas conoces nos invite a su casa en Portugal. ¿No te parece sospechoso?

No, no me parece sospechoso - replicó Laura -. Ellen es muy simpática y generosa. Me ha mandado fotos y vídeos de su casa y de su novio. Son una pareja muy normal y feliz.

¿Normal y feliz? - repitió Noa -. ¿Te refieres a ese tipo que parece un modelo de revista y que conduce un Ferrari? ¿No te parece demasiado bueno para ser verdad?

Noa, por favor ,No empieces a criticar a Ellen. Ella no tiene la culpa de nada. Además, nos ha hecho un gran favor al ofrecernos su casa. Sin ella, no podríamos ir a Portugal- dije

Eso es lo que tú crees, Clear - dijo Noa -. Pero yo no me fío de ella ni de su novio. Algo me dice que hay gato encerrado en todo esto.

La discusión se hizo más intensa. Cada uno tenía una opinión diferente sobre la carta y sobre Ellen. Laura defendía a su amiga virtual con uñas y dientes, y acusaba a Noa de ser una envidiosa y una desconfiada. Noa insistía en que Ellen era una impostora y que les estaba tendiendo una trampa. Karl intentaba calmar los ánimos y restarle importancia a la carta, diciendo que era una tontería y que no debían dejar que les arruinara el viaje. Y me sentía cada vez más confundida y asustada, sin saber a quién creer ni qué hacer.

Basta, basta ,No podemos seguir así. Tenemos que tomar una decisión. ¿Vamos a ir a Portugal o no?- dije alzando la voz.

Por supuesto que vamos - dijo Laura -. No podemos dejar pasar esta oportunidad. Es el viaje de nuestros sueños.

Yo no estoy tan segura - dijo Noa -. Creo que deberíamos cancelar el viaje. Es demasiado arriesgado.

Yo creo que deberíamos ir - dijo Karl -. Pero con precaución. Podríamos buscar otro alojamiento, por si acaso.

Y yo... yo no sé qué hacer - dije, con lágrimas en los ojos -. Quiero ir a Portugal, pero también tengo miedo. ¿Y si nos pasa algo malo?

Los demás se quedaron en silencio, mirandome con compasión. Sabían que era la que más había sufrido por conseguir ese convenio, y la que más ilusión tenía por viajar. Pero también sabían que era la más sensible y la más vulnerable.

Clear, escúchame - dijo Laura, con dulzura -. No tienes que tener miedo. Todo va a salir bien. Ellen es una buena persona, te lo aseguro. Y nosotros somos tus amigos, te vamos a proteger. No dejes que una carta estúpida te quite las ganas de vivir tu sueño.

Laura tiene razón, Clear - dijo Karl, apoyándola -. No podemos dejar que nos intimiden. Tenemos que ser valientes y seguir adelante con el viaje. Además, puede que todo sea una falsa alarma. Tal vez nadie nos quiera hacer daño.

-No les hagas caso, Clear - dijo Noa, contradiciéndolos -. Ellos no saben lo que dicen. Esta carta es una señal de peligro. Alguien nos está advirtiendo de algo grave. No podemos ignorarlo. Tenemos que ser prudentes y quedarnos aquí. No vale la pena arriesgar nuestras vidas por un viaje.

Me senti aún más confundida al escuchar las opiniones de mis amigos. Todos tenían argumentos válidos, pero también contradictorios.

Respire hondo y cerre los ojos. Intentando escuchar mi voz interior

ACHLANT [El demonio de mis sueños]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora