Capitulo 3: "Una difícil decisión"

6 2 0
                                    


Aquella voz interior me decía que por más que las cosas sean difíciles no debia rendirme y tenia que luchar por mis sueños, si pude trabajar y criar a mi madre esquizofrenica siendo apenas una niña, cuando ese hombre nos abandono y  ahí saqué fuerzas de donde sea y no me rendí, no iba a rendirme a estas alturas de mi vida, por que ya estaba muy cerca de llegar a la meta y menos por una simple carta, nada iba arruinar mis sueños,  porque me costó mucho sacrificio obtenerlo. Asi que decidi ir a Portugal, a pesar de la carta anónima. No quería dejar que el miedo me impidiera cumplir mis  sueños. Además, confiaba en mis amigos y en Ellen. Estaba segura de que todo iba a marchar bien.

Fui a casa y empecé a hacer las maletas. No tenía muchas cosas que llevar, solo lo esencial. Unos cuantos cambios de ropa, mi cepillo de dientes, mi viejo cargador de celular, el pasaporte y el boleto de avión. También meti el libro y la nota que le había enviado a mi  padre. Aunque estaba enojada con él, no podía evitar sentir un poco de nostalgia. Tal vez algún día podríamos  reconciliarnos.

Terminé de hacer las maletas y las deje junto a la puerta. Luego subí a ver a mamá, que estaba en su habitación. La encontre sentada en la cama, mirando por la ventana.

Mamá, tengo que decirte algo - dije, con voz suave.

¿Qué quieres? - preguntó mamá, sin mirarme.

Me voy a Portugal - dije, con firmeza.

¿A dónde? - repitió mamá,volteando a verme.

A Portugal, mamá. Es un país de Europa. Me han dado un convenio para estudiar allá por un año.

¿Un año? - exclamó su madre, alarmada -. ¿Qué dices? ¿Te vas a ir por un año?

Sí, mamá. Es una oportunidad única. Siempre he querido viajar y conocer otros lugares. Además, es bueno para mi carrera. Voy a aprender mucho.

No puedes irte - dijo su madre, agarrándole la mano -. No puedes dejarme sola. ¿Quién va a cuidar de mí? ¿Quién va a pagar las cuentas? ¿Quién va a traerme las medicinas?

Mamá, no te preocupes - dije, - Te he conseguido una cuidadora. Se llama Rosa y es muy amable. Vendrá todos los días a hacerte compañía y a ayudarte con lo que necesites. También te he pagado los servicios básicos por adelantado, y te he dejado dinero suficiente para tus medicinas y tu comida.

No quiero una cuidadora - protestó su madre - Quiero que te quedes conmigo. Eres mi hija, te necesito.

Mamá, por favor - respondi con lágrimas en los ojos -. Entiende que esto es lo mejor para mí. Necesito irme, necesito vivir mi vida. Tú también lo hiciste cuando eras joven. Te fuiste de tu casa y te casaste con papá.

No me hables de tu padre - respondió, con rabia -. Él me abandonó, igual que tú quieres hacerlo ahora.

No te estoy abandonando, mamá -  dije, con tristeza -. Solo me estoy yendo por un tiempo. Te prometo que te voy a llamar y a escribir todos los días. Y te voy a mandar fotos y regalos. Y cuando vuelva, te voy a traer un recuerdo muy bonito.

No quiero nada de eso - respondió mamá, sollozando -. Solo quiero que te quedes conmigo.

Me acerqué y la abraze, Le di un beso en la mejilla y le susurre al oído:

Te quiero mucho, mamá. Pero tengo que irme.

ACHLANT [El demonio de mis sueños]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora