ACHLANT [El demonio de mis sueños]

Capitulo 43:" sospechoso"

La tensión en el aire era palpable cuando Jared se unió a nosotros, decidido a desentrañar el destino que había caído sobre nuestra ciudad. La sombra de la sospecha se cernía sobre Henry, el hijo del alcalde, acusado por muchos de ser el responsable de la muerte de Ellen, por que en su momento tuvieron un amorío y cuando terminaron se convirtieron en amantes por un buen tiempo, hasta que ella decidió ponerle fin a esa aventura para poder empezar desde cero con su novio y decían que Henry no pudo aceptar esa ruptura puesto que nadie lo rechazaba. Sin embargo, las pruebas eran esquivas, y la justicia tuvo que dejarlo ir ante la falta de evidencia concreta.

Noche tras noche, Karl buscaba incansablemente alguna pista olvidada, algún indicio que todos hubieran pasado por alto. Y entonces, en un giro inesperado, encontró algo. Un fragmento de tela, una huella digital, un testimonio no escuchado; pruebas que podrían cambiar el curso de la investigación.- Si, lo tengo, esto es lo que necesitaba para que ese bastardo pague por lo que hizo- dijo Karl.

Pero algo no encajaba. A pesar de las pruebas que apuntaban hacia Henry, había una certeza en mi interior que gritaba su inocencia. ¿Era posible que todo fuera una elaborada trampa para inculparlo? ¿Y si Henry era solo un peón en un juego mucho más grande y oscuro?

El misterio se profundizaba, y con cada pieza del rompecabezas que encajaba, más preguntas surgían. ¿Quién estaría detrás de todo esto? ¿Qué secretos aún permanecían ocultos en las sombras de nuestra ciudad?

La verdad estaba allí, escurridiza, esperando ser descubierta...

Por otro lado la revelación de Karl sobre las pruebas contra Henry me dejó perpleja. ¿Cómo podía ser que alguien tan cercano a nosotros, el hijo del alcalde, estuviera involucrado en algo tan siniestro? Pero algo en mi interior me decía que las cosas no eran tan simples.

Mientras más lo pensaba, más convencida estaba de que Henry era inocente. Las pruebas parecían demasiado convenientes, demasiado perfectas. Alguien estaba manipulando los hilos desde las sombras, y Henry era solo una marioneta más en este macabro teatro.

Decidí actuar. Si había alguna posibilidad de que Henry fuera inocente, tenía que averiguarlo. No podía permitir que una injusticia se cometiera bajo mi vigilancia. Con la ayuda de Jared, comencé a revisar cada detalle, cada pequeña evidencia que nos había llevado a sospechar de Henry.

La noche caía sobre la ciudad cuando un descubrimiento inesperado nos sacudió. Entre los documentos de la investigación, encontramos una nota anónima que apuntaba hacia otra dirección, hacia un nombre que nunca habíamos considerado. El misterio se hacía más profundo, y con cada paso que dábamos, el peligro se cernía más sobre nosotros.

Era evidente que alguien no quería que siguiéramos investigando. Los susurros en las calles, las miradas furtivas, todo indicaba que estábamos acercándonos a una verdad que alguien deseaba mantener oculta a toda costa.

Y entonces, en el momento más inesperado, la tragedia nos golpeó de nuevo. Una sombra en la noche, un grito ahogado, y uno de nosotros desapareció sin dejar rastro. El juego había cambiado; ya no era solo una búsqueda de la verdad, era una lucha por nuestra supervivencia.

La sensación de ser cazados, de ser las presas en un juego macabro, se hizo más intensa. No podíamos confiar en nadie; cada sombra, cada rincón podía ocultar al enemigo.

Jared y yo nos reunimos en secreto, la urgencia marcada en nuestros rostros. "Tenemos que actuar rápido," dijo Jared, su voz temblorosa. "Quien quiera que esté detrás de esto está jugando a matar."

Asentí, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre mis hombros. "Vamos a revisar esas pruebas una vez más," propuse. "Algo nos estamos perdiendo, algo crucial que podría señalar al verdadero culpable."

Nos sumergimos en la maraña de documentos, fotos y notas, buscando la pieza faltante del rompecabezas. Y entonces, en medio de la noche, un destello de claridad. Una conexión que habíamos pasado por alto, una prueba que no apuntaba a Henry, sino que lo exoneraba.

"¡Esto es! ¡Henry es inocente!" exclamé, pero mi alegría fue efímera. Si Henry no era el culpable, entonces ¿quién estaba detrás de todo esto? ¿Y qué pasaría si descubrían que estábamos cerca de la verdad?

No pasó mucho tiempo antes de que nuestras sospechas se confirmaran. Un encuentro fortuito, una conversación escuchada a medias, y supimos que estábamos en peligro. Alguien con poder, alguien con influencia, estaba manipulando los hilos.

Nos dimos cuenta de que estábamos solos en esto. La policía, la prensa, las autoridades, todos parecían estar bajo el control de esta sombra omnipresente. Era nosotros contra el mundo, y el tiempo se agotaba.

Con cada paso que dábamos, el suspenso crecía. Cada decisión que tomábamos podía ser la última. Pero estábamos decididos a seguir adelante, a luchar por la justicia, a luchar por la memoria de Noa y Ellen.

Y así, con la determinación ardiente en nuestros corazones, nos preparamos para enfrentar lo que viniera. Porque sabíamos que la verdad valía cualquier riesgo.

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