Murmullos

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Disparó su pistola de plasma, y el maldito Hunter casi le voló su cabeza con un solo tiro de su buster. Lo peor, ¡el disparo ni siquiera fue cargado al máximo!

Goldminer no poseía pulmones, pero estaba empezando a entender el significado de la frase humana de "quedarse sin aire". No tanto por estar agotado y privado de oxígeno, aunque sus ventilas estaban sobrecargadas al intentar enfriar sus sistemas, pero sí sentía un considerable estrés que afectaba su concentración y estado mental, su tensión y ansiedad iban en aumento ya que se volvía más y más claro que no era rival para el Demonio Rojo.

El Demonio Rojo que sin duda le quitaría su cabeza a su debido tiempo.

Pero tal vez, si lograba llegar hasta su "colección", ¡tal vez tendría una oportunidad! La maniobra sería arriesgada, pero en este punto tenía pocas opciones.

Tomándose un momento para detenerse, al darse cuenta que, para su horror, había perdido de vista al Hunter rubio, Goldminer se refugió detrás de una enorme roca, con sus receptores ópticos buscando cualquier señal de la ubicación del reploide rojo. Para alguien que tenía semejante melena de cabello, el bastardo era sorprendentemente bueno en ser sigilosos.

*¡CLICK!*

...muy, muy bueno.

...

– Entonces, el hecho de que esos Hunters vienen hacia acá, significa que X logró acabar con Armadillo. – musitaba una silueta oculta entre las sombras, aunque en voz muy baja, observando a Goldminer y Zero, pero manteniéndose fuera de la vista de ellos. – Aun así... dudo que lo haya hecho con facilidad, mucho menos ir todo el camino. – continuó resoplando con burla. Un siseo se le escapó. – Probablemente el idiota se haya cansado tratando de provocarlo mientras deliberadamente se contenía. Maldito cobarde.

Tal vez alguien más habría dicho que la prueba de la victoria de X era que las comunicaciones habían sido reestablecidas, pero la silueta oculta no era ningún tono. Lo sabía mejor que nadie, mejor que Sigma, Fujiwara, ¡diablos, mejor que el propio Zero! Conocía bien a ese pelmazo azul, aunque técnicamente había logrado superar el obstáculo frente a él, ese saco de tuercas de Clase B no se desató tanto como podría haberlo hecho. No ejerció tanta fuerza, ni utilizó tantas tácticas, y aquellas que utilizó eran lentas y consumían demasiado esfuerzo y tiempo.

– Armadillo no es un debilucho, por eso nuestro glorioso líder lo eligió como uno de sus oficiales de más alto rango. – musitó la figura para sí misma, todo el rato observando la escaramuza entre Goldminer y Zero que tomaba lugar abajo, y ambos se estaban disparando uno al otro tratando de incapacitar a su oponente. – Pero también está chapado a la antigua. No le daría a X ningún tipo de ventaja o piedad. – Se detuvo por un momento, y luego resopló, observando a los reploides ignorantes a buena distancia. – Pero, conociendo a ese idiota... Armadillo podría estar muerto... pero, si es posible, entonces X no tendrá que quedarse así.

...

Goldminer se quedó tieso, viendo el arma del Hunter, mirando cómo el Hunter rojo posicionaba su arma de tal forma que un disparo directo, no necesariamente uno muy poderoso, sería todo lo que necesitaba. Aun así, pese a su situación actual, el Maverick no pudo evitar hacer evidente su desprecio por el otro reploide.

– No entiendo por qué te molestas tanto. – se burló, con sus receptores ópticos fijándose en los bordes chamuscados del pelo rubio. – El negro contrasta bien con el tono claro, diría yo.

– Veamos si todavía crees eso, cuando el interior de tu córtex cerebral tenga el mismo color. – siseó Zero peligrosamente, sin dejar de maldecir al Maverick por haberle dañado sus mechones, fuese de manera intencional o no. – Y ya me has dado razón más que suficiente para mostrártelo.

Potencial IlimitadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora