Defensa

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- En este momento, ya tenemos el reporte completo del sospechoso que fue aprehendido anoche. – dijo Blu, hablando con todos los Hunters en la sala de reuniones. – RLN-0987, Andrey, tenía cinco millones de unidades de zennys en su posesión vía cibermoneda, y un disco de almacenamiento muy peculiar. – La imagen del disco en cuestión apareció en el monitor. – ¿Y a que no adivinan qué estaba almacenado adentro? – Inmediatamente se soltaron murmullos en el grupo de Hunters. – Y eso no es todo. Cuando el Maverick capturado por el Comandante Sigma se encontraba en custodia, otra fábrica de reploides reportó que varias de sus unidades habían sido infectadas.

- ¿Es decir que este sujeto no fue el responsable? – preguntó Firefly, apenas pudiendo creer lo que estaba oyendo. Nadie podía.

- No pudo haber sido él. – respondió Blu. – La línea de tiempo no coincide, lo que significa que el único crimen que ha cometido es robo.

- Y asesinato. – murmuró Ray entre dientes.

X se encontraba de pie en medio del grupo, opacado por los reploides más grandes. Aunque todavía no le tocaba su turno de hablar, se encontraba escuchando atentamente a cada palabra que decían, mientras recitaba en su mente lo que quería decir.

- Y bien, ¿ahora qué? – preguntó Chill Penguin, cruzando los brazos sobre su amplio pecho (sí, amplio, no gordo). – ¡Eso no quita que este sujeto acabó con toda la unidad de Gamma y mandó al Comandante a la enfermería!

- Aunque, si el Maverick rojo fue infectado con el virus, ¿acaso podría considerarse responsable? – habló de pronto un reploide más pequeño. Tenía la apariencia y voz de un niño pequeño, y su estatura más baja lo hacía sobresalir y mezclarse entre los demás Hunters. Su armadura en el pecho, hombro, pelvis y piernas era de color naranja brillante, contrastando con sus enormes ojos azules brillantes. Sus unidades de audio estaban pegadas a los lados de su cabeza en lugar de a su casco, que tenía rayas blancas y dos enormes antenas receptores arriba de la cabeza, como un par de orejas de conejo.

Ai alzó una ceja y se giró para ver a la máquina más pequeña en la computadora principal. – ¿De qué estás hablando, A-1?

El reploide más pequeño, A-1, literalmente había "nacido" ayer. Y más todavía, la navegadora roja fue informada que él sería su "hermano". Al parecer ambos eran ahora (por decreto de los humanos) parte de un experimento sobre si serían capaces o no de "conectarse". Por supuesto, si alguien se lo preguntaba a Ai, ella no quería nada que ver con este mocoso.

- Bueno, si sabemos que el Virus causa comportamientos erráticos y perturba el funcionamiento general de los reploides – decía el reploide más pequeño – ¿entonces sería válido acusar a Zero de los cargos que se le imputan? Y más todavía, sus sistemas estaban totalmente impolutos luego de que el Comandante se enfrentó a él.

- Entonces, ¿lo que estás diciendo es que...? – preguntó Glenn.

X vio su oportunidad. Sin embargo, no era muy optimista respecto a los resultados. – Entonces, tal vez podríamos usar sus habilidades y fuerza para el bien.

Todos los Hunters y la sala completa se quedaron en silencio. Los ojos de todo mundo de quedaron fijos en X.¿A qué te refieres?

- "Aquí vamos." – X se preparó. – Bueno, dadas las circunstancias y lo que hemos visto, tal vez Zero podría ser un buen Maverick Hunter.

Enfermería...

Finalmente había tenido tiempo de venir aquí, y vaya sorpresa; ¡su hermano estaba a mitad de una reunión! Pero ya que estaba aquí, Roll pensó que tal vez debería ver cómo se encontraba Sigma. Desde el incidente con este Maverick rojo (Zero), ella no había recibido mucha información sobre la condición de Sigma. De cierta manera, él fue quien le conectó el golpe final a su secuestrador, así que era un poco de mala educación no haber ido a visitarlo. Pero mientras estaba de pie en el pasillo de color marfil, vio a un humano familiar emergiendo de una de las puertas.

Potencial IlimitadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora