Epilogo

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Epilogo

ANGELO

Los días empezaron a verse iluminados, a veces las responsabilidades nos atan y nos van matando lentamente, pero una vez que somos liberados podemos sentir ese sentimiento de gratitud por haber hecho lo correcto.

Puedo decir que tal vez dejé de amar a mi esposa cuando ya ni siquiera podía reconocerme o deliraba con sus tratamientos, pero nunca dejé de protegerla ni ayudarla cuando más me necesitó y sé que me lo agradecía a pesar de que no podía hablar, hasta su ultimo aliento de vida.

Miré la foto de la mujer que alguna vez amé; Jesica, pero había sentido su perdida hace tantos años que ahora, no sentía tristeza sino alivio por ella, porque ya no sufriría más en este mundo postrada en una camilla sin poder moverse.

Cuando enterraron el cuerpo, Freddy me dio una palmada en el hombro hace poco le habían dado de alta del hospital y empezó a salir con la enfermera que lo atendió, parecía feliz y pleno. Él me señaló hacia el frente, cuando alcé la cabeza vi que ahí estaba celeste, a lo lejos debajo de un árbol, llevaba un vestido negro y lentes oscuros. Cuando todos se fueron me acerqué a ella y me abrazó, yo le correspondí dejándome fundir en sus brazos, sintiendo que aquí estaba mi hogar.

Cuando nos separamos, ella se quitó los lentes y me sonrió antes de voltearse y tomar la mano de un pequeño niño, dejé de respirar, mi corazón latiendo desenfrenado.

—Quiero presentarte a alguien William —le dijo Celeste—, ¿recuerdas que te dije que te traería a conocer a tu padre?

William se acercó y alzó la cabeza para mirarme, ahora que lo veía frente a frente, sentía que mis piernas se volvían gelatina, era idéntico a mí.

—¡¿Mi padre es el super policía?! —gritó William pareciendo haberme reconocido de la videollamada, sonreí.

—Sí. —dijo Celeste también sonriendo.

—Mucho gusto. —dije.

William se soltó de Celeste y corrió para abrazarme, me agaché para corresponderle y lo cargué en mis brazos sintiendo que no podía dejar de sonreír, él también me sonreía.

—¿Puedo usar tu arma? —preguntó el pequeño William.

—Desgraciadamente tu madre no me lo permitiría —respondí— pero cuando tengas más edad te enseñaré a usar una si quieres.

—¡Sí! —respondió— yo cuando sea grande quiero ser policía como tu.

Tragué pesadamente saliva, que este pequeño niño dijera que quería ser como yo y que era su ejemplo a seguir me llenaba de satisfacción.

—¿Quieres un helado? —le pregunté.

—¡Sí!

Miré a Celeste y ella me sonrió mientras íbamos a comprar un helado de un camión de helados, seguidamente nos sentamos en una butaca para aprovechar la puesta de sol donde se veía el lago cristalino con los patos nadando. William empieza a jugar con las mariposas mientras comía de su helado, era un niño sano y muy feliz.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Celeste rompiendo el silencio, sus ojos se fijaron en mí y yo solté un suspiro.

—Por primera vez en mucho tiempo siento que soy libre —admití—, y puedo empezar de nuevo.

—Eso es bueno —dijo. Sonreí y tomé su mano.

—¿Crees que podemos intentarlo? —preguntó.

Ella relamió sus labios y afirmó con la cabeza con una leve sonrisa.

—Creo que estaría bien darnos una oportunidad.

***

Revisé la habitación de William antes de apagar la luz y cerrar la puerta, apagué las luces de la sala y entré a la habitación con Celeste, ella dormía plácidamente en su lado de cama. Había comprado esta casa hacía un mes tras casarnos por la notaría, un nuevo comienzo, donde cada día me enamoraba de Celeste e intentaba compensar como la traté antes, siempre velaba para que estuviera bien al igual que William, ellos lo eran todo para mí, mi razón de seguir y ver el lado lindo de la vida; nuestra felicidad.

—¿Se durmió William? —preguntó Celeste ligeramente adormilada cuando me acosté a su lado.

—Sí amor, ya está dormido —respondí.

La abracé acariciando su vientre donde venía en camino otro bebé, le di un beso en la coronilla de la cabeza y la percibí sonreír, yo también sonreí.

Esta era la familia y la paz que siempre quise, y por fin podía sentirme pleno y feliz.

FIN.

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YYYY aquí llega el final de esta controvertida historia de amor, odio y toxicidad! espero les haya gustado la maratón :D y el final de la historia :'c ¿ven que no soy tan mala? jajajajja final FELIZ! Como les comenté, tras acabar esta historia ahora empezaré amor por 4 meses *-* recuerda comentar y si no lo has hecho, votar en todos los capítulos anteriores me ayudarías muchisimo :D leere sus comentarios.

insatgram: Ysarisareinamoo

Los ojos del pecado. Libro 1 y 2 (completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora