Último día de aislamiento de Azael, en la lectura de los últimos capítulos del libro prohibido de Perséfone.
...
Recuerdo los días en esa prisión, días en los que empecé a odiar a mi padre.
Casi no me visitaba, ni él ni Rafaela.
Las 3 veces que lo hizo ellos actuaron amables, pero la realidad es que no he recibido trato digno, un trato humano. Supongo que es lo que debe esperarse de un loco, no recibir más que gritos, golpes y sedantes.
Cuando esa puerta se cerraba empezaba el verdadero terror.
Pasaba la mayor parte del tiempo durmiendo no muy cómodamente, constantemente ella atormentaba mi mente, no había día en el que no lo hiciera y casi siempre era lo mismo, su misma historia, su mismo destino.
En cierto punto me revelo sus planes para manipular al más poderoso de los aptos para que se uniera a ella. Ella quiere el control y para ese entonces me aseguró que yo ya no estaría para impedirlo.
No sé si ella también puede ver el posible futuro, pero me aterraba que así sea.
Para ese entonces ella ya sabía de mis sentimientos hacia esa persona, persona con la que no he tenido ni la más mínima conversación desde mi niñez.
Sé que la única persona que podría llegar a leer esto eres tu padre, por favor me dirijo a ti para darte la más mínima información, yo sé toda la verdad, siempre la supe desde qué comencé a tener sueños. Ella siempre ha estado presente, atormentándome, se quiere vengar de lo que le hiciste.
Espero logres entenderme cuando me refiero a "ella"
No quiero brindar información sobre su identidad, aunque me has hecho mal, te amo e intento protegerte. Cuando leas esto ya no estaré aquí.
Sé que me vigilaban, en mi estado no me permitían realizar nada, ni siquiera leer que era lo que me mantenía un poco cuerda.
Aunque siendo sincera, los únicos que no ven más allá de lo tácito son ellos. Pero no me creen, su miedo es más grande que su propio raciocino.
No debí hablar de más, pero hoy lo digo y lo afirmo, mi muerte está cerca, ella lo sabe, ella lo confirma.
Hoy voy a pasar uno de mis últimos días en su compañía, mi padre no está en casa como de costumbre, a Rafaela no le importa lo que pase conmigo. Mi hermano, hoy por fin decidió darse un descanso, hoy por fin me dejo en paz.
Sé que tiene miedo que en verdad pasé lo que dije hace unos pocos meses, pero es algo que nadie puede evitar. Solo debo aceptar a lo que creo que es mi destino.
Estoy en casa de la mujer que hubiese deseado sea mi madre. Ella me ha querido como su hija, me ha amado y me ha tratado como a un ser humano.
Sé que es sincera, ya que sus ojos no muestran miedo ni rechazo.
Tal vez sea porque ambas estábamos tan cerca a la muerte. Bueno, ella aún quedará por un poco más de tiempo. Pero su salud empeora, la enfermedad de sus huesos la está debilitando más.
No sé si deba decírselo a Arquel, no soportaría perderme y luego a su madre.
Esa noche comimos los tres, platicamos un poco, yo di mi esfuerzo por estar más expresiva esa noche, aunque en su compañía eso no era muy difícil.
Mi fiel Arquel siempre se había encargado de cumplir cada una de mis palabras, así sea la más mínima, incluso si se trataba de la fuerte. Obedeció y me complació en lo que yo quería.
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INTRUSA
Science FictionElla se comunicaba con él a través de sueños. Él se enamoró de ella sin conocerla ni tocarla. ¿Crees en la vida después de la muerte? ¿Crees en la reencarnación? ¿Crees que se pueda amar a alguien que ya no está entre los vivos? Una terrible tragedi...