Capítulo 16

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Había ido a visitar a Dax.

A pesar de que el granjero no lo trataba mal, era obvio que resultaba un problema para los demás caballos y otros animales. Incluido las personas que trabajaban en el lugar.

Ese día, después de mi conversación con Arquel fui a visitarlo en compañía de Ton. Entendí que no se merecía estar en ese lugar y aunque yo anhelaba mucho volver a montarlo con libertad las veces que quisiera, esta vez ya no era tan fácil.

Mi primo me propuso darle un tiempo para qué se acostumbrará al nuevo lugar, era una fiera con los demás a excepción de mí que ya había recuperado su confianza y afecto.

Cuando llegamos me miraba a mí con esos típicos ojos de tristeza. Yo que lo conocía podía deducir que me trataba decir que lo saque de ahí.

Pero, aunque quisiera, no podía. Mi tío no me permitía tenerlo entre nosotros. La casa no tiene ningún jardín lo suficientemente ancho. Además, los autos ocupaban todo el espacio.

Este lugar era lo más cercano a la casa que tenía por el momento.

Mi primo se quedó conversando muy a gusto con el granjero.

Yo pasé unos minutos acariciándolo y hablándole como en los viejos tiempos.

Es una sensación muy confortante el tener su cariño después de tanto, volví a correr con en él en este nuevo campo, cuadrado y poco extenso.

Sí, yo me sentí como a un recluso, no me imagino lo que era para él.

Aunque no sé si estas condiciones son mejores que cuando estaba con Derek, solo esperaba que como mínimo le hubiera alimentado bien.

Me acordé de ver tirado a Sebastián, no sé qué paso después. Su cuerpo ya no era el adecuado para poseer, así que ese supuesto quedaba descartado.

Es algo que olvide en preguntarle a Arquel, apropósito que no sé cómo supo mi paradero. A menos que Abril lo haya llamado para hacerme entrar en razón.

Son muchas cosas pequeñas, pero importantes que olvide por andar pendiente a lo de Perséfone.

El granjero me dio su punto de vista, cree que será difícil adaptarse a otros caballos, ya que prácticamente desde que mamá murió este creció sin su especie. Pero nos dio fe de que sí se podía adaptar en su debido tiempo.

Y yo anhela que así fuera

En cuanto a las molestias que este podía ocasionar, me advirtió que serían pasadas por alto, ya que esto era un reto para él y, además, sería parte de su trabajo.

Lo pensé mucho, pero al final, terminé por aceptar la opción que ambos me daban.

Si luego de esos meses, él no se adaptaba, lo llevaría al pueblo con mi padre y se lo encargaría a Dexmon, quien solo debía alimentarlo y sacarlo a pasear de vez en cuando.

-Me agradó tu caballo, espero poder montarlo algún día-rio de sí mismo pensando que sería algo imposible.

-Agradas a todo el mundo primo, existe al menos un 1% de que lo lograrás.

-Gracias, primo, eso me alivia un poco-dijo en forma sarcástica.

-Si gustas puedes acompañarme a visitarlo cada vez que puedas.

-Claro con gusto.

De repente, su expresión cambio a una preocupada.

-Escucha primo, Los padres de Abril se comunicaron con mi padre esta mañana.

-¿Qué paso con ella, primo?, no me asustes.

-Solo escuché que ella quería hablar contigo, pensé que mi padre ya te lo había dicho.

INTRUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora