Luego de dos largos y agonizantes días al fin pudo regresar a casa.Tenía los ojos hundidos y débiles y sus labios lucían bastante deshidratados e inflamados. Caminaba a paso lento con sus piernas algo inestables, miraba por cada rincón de la casa, mientras sonreía tan extrañamente.
Algunas partes de su cuerpo como el cachete izquierdo, sus brazos y piernas estaban rasguñados y moreteados. Tal vez por la falta de comodidad de su cama.
Luego de unos minutos de que todos intentarán lucir de lo más normal, ella empezó a ser la misma; risueña, mentirosa y siempre comunicándose con sus comentarios pasivos agresivos a quienes la servían. Si bien su personalidad era la más difícil de doblar, se mantenía intacto aún después de atravesar por aquel infierno. Lo que sí tardaría en volver a lo de antes, era su apariencia física que le quitaba malasia y ahora generaba cierta pena.
Por suerte se tomó la molestia de darle su agradecimiento más sincero a su hijo y bueno, a mí, por haberla ido a recoger y, además, por insistir por su liberación. Sé que el abogado no había cruzado palabra con ella desde el arresto; esto por obvias razones, aunque él intentó convencer a su detective para qué lo dejarán entrar, todos conocían su temperamento y de las cosas terribles que podría llegar a hacer por dolor. Aun así, mi tía estaba segura de que fui yo la persona que lo persuadió para qué levantará los cargos.
Todos en casa ya sabían de su llegada, más el abogado no se apareció en ningún momento. Llegó a casa esa misma madrugada, no hablo con nadie y se mantuvo encerrado en su despacho.
Aunque mi libro no superaba las 250 páginas, tardo más de lo esperado. Quizás estaba desconcertado tratando de procesar toda esa información tan fuera de lo racional, para él algo como eso era difícil de creer, pero sé que, confía en mí.
Tampoco había ido a trabajar, cosa que por ahora ya no es extraño, ya que se ha ausentado de todo desde el arresto de su esposa. Se la paso todo el día encerrado en su oficina y solo salía para comer o ir al baño. Parecía todo un adolescente con crisis existenciales a quien solo le desagradaba la vida y buscaba algo de paz y facilidad en su mundo de soledad.
Ahora ya parecíamos de la misma familia, sin embargo, sé que tanta soledad y frustración te lleva a cometer decisiones sin marcha atrás. Aunque se trate de convencer de que es fuerte y que siempre ha podido con todo, hoy ni siquiera tiene el respeto ni la consideración de su hijo, ha perdido a la mujer que lo ha acompañado por años y sus demás familiares solo buscan de él cuando quieren algún tipo de favor.
Yo no planeó que se pudra en su soledad, buscaré la forma de que Ton cambie su opinión respecto a él y empiece a tratarlo mejor hasta llegar a apreciarlo. Sé que es difícil, ya que las relaciones de padres e hijos se fortalecen desde la niñez, más en la adolescente y en especial la adultez, si has crecido con amargura y resentimiento es casi imposible que puedas llegar a querer a tu progenitor carente de aprecio y lleno de dureza.
Luego de que mi tía volviera a ser alimentada y atendida como de costumbre, durmió por casi medio día. Fue ese momento en que el hombre aprovecho para salir.
Llevaba unas maletas y la llave de su auto en sus manos.
Ambos nos miramos sorprendidos.
__¿Vas de viaje? __ pregunto su hijo
__ Algo así.
Colocó la cerveza al costado del sillón y se acercó a él.
__¿A dónde vas? __ esta vez pregunto con un tono más serio.
Ton se había revelado en contra de su padre, ahora el tono que usaba para dirigirse a él era autoritario y duro.
__ Me divorciaré de tu madre, es lo mejor para la familia.
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INTRUSA
Science FictionElla se comunicaba con él a través de sueños. Él se enamoró de ella sin conocerla ni tocarla. ¿Crees en la vida después de la muerte? ¿Crees en la reencarnación? ¿Crees que se pueda amar a alguien que ya no está entre los vivos? Una terrible tragedi...