INTRUSA

Capítulo 33

Dormí por al menos 6 horas

Al despertar no la encontré a mi lado y me asusté pensando que quizás todo había sido producto de mi imaginación.

Ya faltaba poco para que sean las 10, así que ya no tenía mucho tiempo para prepararme.

Me puse unos pantalones negros y una camisa blanca.

Creo que no era una buena elección del color debido a que estaba en juego mi propia vida.

Mientras me ponía los zapatos tan apresurado, escucho a alguien reír muy bajito.

Era ella, había estado allí y ni siquiera me había percatado.

Me preguntó qué otra cosa podía hacer.

Siempre apareciendo y desapareciendo cuando menos te lo esperas.

__¿Cuánto llevas ahí?

__Lo suficiente como para ver que no te falta algo importante __ se acercó y me acomodo el cuello de la camisa__, ahora si estás listo.

__ Debemos darnos prisa. ¿Cómo harás para bajar sin que te noten?

De repente, la imagen de Perséfone cambio al de otra chica algo más alta y delgada.

Mi expresión y mi boca entreabierta lo decía todo.

__ Vamos dijo al fin. Si me ven dirás que soy tu amiga y que pase la noche aquí __ me dio un beso en los labios.

Me quedé con esa sensación de que hubiera pasado; pero necesitaba estar concentrado para la batalla final.

Guardó la espada debajo de su vestido negro. Allí tenía una lencería del mismo color.

Pasamos el primer piso sin ninguna interrupción.

No había ninguna empleada a la vista y tampoco estaba mi primo con mi tía.

En el primer piso tampoco había nadie, así que agradecí por eso.

Ella me sostuvo fuerte de la mano, había notado lo nervioso que estaba.

__ Estaremos bien

Aquella frase me dio un poco de paz.

Al cruzar la puerta de salida pudimos ver el auto de mi tía acercándose.

Nos quedamos estáticos

La mujer baja con dos bolsos en cada mano.

Pero había alguien más con ella.

Una joven bajo del auto y en cuanto nos vio se nos quedó viendo entre triste y sorprendida.

Mi tía fue la primera en venir hacia nosotros.

Intente soltarme de su mano, pero ella no me lo permitió.

__ Querido, ¿quién es ella?

No sabía qué responder.

Solo observaba el rostro de Abril intentando averiguar lo que pasaba.

__ Soy su enamorada __ le extendió su mano.

Mi tía no le devolvió el saludo, sin embargo, me miró enojada.

__ Podrías explicarnos, aquí estoy con Abril quien se supone es tu enamorada.

Note la mirada de Perséfone sobre mí.

__ Di algo Azael__añadió Abril.

__ Sí, diles __ sugirió Perséfone.

__ Nos tenemos que ir, hablaré con ustedes, más tarde lo prometo.

Agarré a la chica del brazo y salimos.