Esa noche volví a soñar.
Después de tanto tiempo.
Y fue con ella.
Volvía a sostenerla, volvía a besarla, volvía a disfrutar del roce de su mano otra vez.
Lo sentí tan real, que cada parte de mí se sentía conectado, volvía a reír, a gritar. Volvía a vivir.
Estábamos en el mar, no hacía falta las palabras simplemente disfrutábamos de nuestra compañía. El camino fue largo y a nuestro cuerpo parecía no importarle. Ella se alejaba tratando de jugar y luego regresaba a mis brazos. Yo la sostenía y acariciaba como si se tratase de una flor. Por primera vez, no sentí miedo de que desaparecía porque sabía que al poco tiempo regresaría y permanecería a mi lado.
Durante ese lapsus no había problemas que nos aquejara, no había dolores, ni personas que nos lastimarán; solo estábamos nosotros lo que hizo que al fin pudiéramos olvidarnos de todo. Yo la quería y sé que ella también a mí.
Al final del camino me dio un beso en la mejilla y yo me quede estático. Ella fue retrocediendo de espaldas poco a poco, sus tobillos pisaron el último pedazo de tierra. La vista desde allí era hermosa. El viento empezó a soplar haciendo que sintiéramos mucho frío. Su cuerpo se erizó al igual que el mío. Pero si fijabas tu mirada hacia abajo, una gran extensión con olas furiosas hacía su aparición.
Había relación entre ella y los mares, lagos y ríos, lo cierto es que en su profundidad existía misterio y leyendas por confirmar. El agua también era bella en cualquiera de sus tonos, ambas eran fríos y solo pocas veces caliente, pero la amaba de igual forma.
Sin dudar la tomo y me dejó guiar hacia lo extraño y misterioso. Bajamos las escaleras que seguramente nos llevarían hasta la muerte. Pero la realidad es que no me importaba nada más que morir a su lado.
Emprendimos ese viaje, donde poco a poco el agua nos daba la bienvenida, y en mi último aliento desperté.
Ella no estaba y entonces entendí que se habría tratado de un estúpido sueño.
...
Empezó el sonido de trompetas, era tan fuerte que no me permitía concentrarme.
Aquel sonido del que tanto hablaban las personas, el sonido de trompetas podría significar el fin del mundo. Pero esta era mi hora, yo lo sentía así. Este era mi fin.
Cogí las pocas fuerzas que me quedaba y me alisté. Estaba seguro de que en cualquier momento vendrían por mí.
Dejé las hojas juntó a la cama, había terminado de escribir con un bolígrafo que encontré de "casualidad", no sé cuál fue la intención, pero me ha mantenido de pie tratando de explicar nuestra historia, tratando de darle sentido a todo lo que me está pasando.
Dudo mucho que pueda sobrevivir para poder contarles el final, pero me alegraría saber que ella está bien y de que pudiera leerlo algún día.
...
No había nadie para ayudarlo.
Toda la guerra fue entre los súbditos de la bruja contra él. Un pobre y débil hombrecito que no podía defenderse.
Los suyos lo empujaban y reían de su estado. A las bestias como nosotros nos alimentaba la desgracia de los demás, supongo que no hemos perdido eso, después de todo fuimos humanos, pero con todo nuestro poder, el sufrimiento y el dolor de los demás se incrementa y les hace vivir un infierno que no tiene fin.
Todo ese tiempo las palabras de Derek lo habían estado consumiendo muy lentamente.
Paso semanas hablando solo y llorando.
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INTRUSA
Science FictionElla se comunicaba con él a través de sueños. Él se enamoró de ella sin conocerla ni tocarla. ¿Crees en la vida después de la muerte? ¿Crees en la reencarnación? ¿Crees que se pueda amar a alguien que ya no está entre los vivos? Una terrible tragedi...