CAP II "ALMAS GEMELAS"

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Mi madre solía contarme una historia muy fantasiosa pero muy linda también, era sobre el hilo rojo del destino y que te une a tu alma gemela.

-Una antigua leyenda cuenta que antes de nacer éramos energía, energía que se separa por accidente, alejándose de su otra mitad no sin antes lanzar un hilo color rojo que se podía hacer muy largo y estirarse pero nunca romperse, quedando en promesa juntarse, por eso nacemos porque aquellas energías  crearon  un cuerpo físico para encontrar a su otra mitad, pero al caer en ello no siempre caen juntas pueden caer en países diferentes o incluso en épocas diferentes.

-pero si nacen en épocas diferentes ¿Cómo se encontrarán?

-Las dedicación y amor de una energía es tan fuerte que puede romper esas limitantes con tal de sentirse completos, buscando la otra punta de tu hilo rojo.

-¿Todos tenemos un hilo rojo? ¿Todos tenemos a nuestras almas gemelas?.

-Claro, por eso nacimos para buscar a nuestra otra mitad.

-¿Y siempre lo encuentran?

-Lamentablemente no, muchas energías se rinden después de años por no poder encontrar su mitad incluso rompen su hilo, pero también dicen que a veces nos equivocamos, somos muchas personas y muchas veces los hilos se enredan y llevas a una persona incorrecta, que aunque tal vez sea muy parecido a quien buscas, no lo es y sin importar que aquellos hilos que no son el mismo se alejan o se quedan siendo tristes.

-¿Encontraré a mi alma gemela?

-Claro que si mi pequeño Alastor, solo no seas desesperado todo llega en su momento y cuando llegue esa persona ni lo notarás.

Esta historia me la contó cuando tenía unos siete años quedé fascinado ante aquella leyenda que generaban una felicidad en mi interior, sin embargo no me contó la desgracia que puede traer encontrar a tu alma gemela al momento de perderla por una equivocación, al momento de darte cuenta que tu hilo rojo te lo rompen dejándote solo, a pesar de estar maravillado por aquella historia al crecer nunca me interesó encontrar a esa personas hasta que llegó el a mi vida, sin embargo no logro recordar muchas cosas de aquellos momentos ni la cara de esa persona.


-Alastor ya baja!! Casi llega mi padre

Escuché la voz de la princesa sacándome de mis pensamientos, estaba recostado en mi cama ya que desde que desperté estaba agotado no sabía el porque pero tenía la sensación de que algo pasaría el día de hoy, pero como vendría el soberano no podía darme el lujo de perder una oportunidad así para conocerlo.

Salí de mi habitación justo cuando Vi entrar a un hombre de baja estatura, rubio de tés blanca con chapitas rojas que decoraban su cara, vistiendo un traje blanco con rojo y un sombrero, no era necesario ser un genio para saber  que aquella persona era el padre de Charlie, el gran soberano del infierno. Debo admitir que al verlo me dio gracia pero se me revolvió el estómago al verlo pero no de mala forma era raro.

También debo aclarar que me saco quisio incluso generando que dijera una grosería cosa que yo nunca hago, de una manera termine en una pequeña discusión que quería volverse pelea si no fuera por la interrupción de mimzy una gran amiga mía que conocía desde mi tiempo en vida, termine limpiando su desastre que trajo al hotel, nunca e tenido problema en ayudarla siempre lo hago con gusto sin embargo me alejo de estar en compañía del soberano, era raro pero algo me decía que tenía que saber algo de el.

Tras aquella situación, Charlie y su padre hablaban resolviendo sus problemas, incluso sacando una lágrima al contrario, esa cara ¿La conozco?

Salí del hotel, y unos instantes después salió el rey

-¿Se te perdió uno igual o que?- Pregunto el soberano, no esperaba que aquella pregunta me genera aún más dudas de las que ya tenía.

-No lo sé.

Entre al hotel de nuevo para ayudar a limpiar el desorden que se generó gracias a los “amigos” de mimzy, lo que quedó del día estuve muy perdido en mis pensamientos aunque no pensaba en algo realmente solo estaba disociando, entre a mi habitación donde estaba dispuesto comer un rico venado, pero no tenía apetito, fue un día cansado y prefiero dormir.

El hilo rojo del destino (Radioapple)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora