CAP XXI "NO ME DEJEN"

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-Bien con eso sería todo, gracias por su compra.
Salí de la tienda donde logré conseguir lo que cenaría con luzbel hoy, ya casi era hora debía apresurarme o no llegaría a tiempos, ya de camino reaccione que no traía mi teléfono, y tuve que regresarme a ver cuándo le empiezo a prestar atención a esa cosa.

Regrese a la tienda y afortunadamente lo encontré la chica fue muy amable y vio que fui yo quien lo olvido, ahora ya por fin iría de camino al hospital, ya no llegaría a su hora de salida pero todavía lo encuentro de camino, Estaba a unas cuantas calles de el camino que toma Luci pero un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, una sensación de preocupación se generaba en mi interior, camine un poco más rápido y a unos metros del lugar.
-Oliver no tienes que hacer esto, podemos hablar y llegar a un acuerdo ¿Puedes bajar el arma?

-¡No! Tu provocaste esto y tu pagarás por hacerme sufrir.
Mi novio estaba siendo amenazado con un arma, estaba en shock mi cuerpo no reaccionaba correctamente, tarde en correr pero el miedo hacia que tropezara.

-Te amo Al, por favor nunca lo olvides.- Escuché como Luci me hablaba con su voz cortada, su mirada representaba un miedo genuino ¿No podría salvarlo?

-Adios luzbel- Oliver disparo el arma sin ningún tipo de remordimiento mirando incluso con una sonrisa como una persona inocente perdía la vida.
-¡Luzbel!- grite al presenciar aquella escena donde ví como la persona que generó tanta felicidad en mi, a esa persona que amo, caía al piso con sangré cayendo por su rostro.
Oliver se fue corriendo mientras reía. -Adios pequeño locutor.

No ví a donde se fue, solo me tire al piso agarrando al pequeño ángel que estaba dejando de respirar.
-Luci por favor querido háblame, no me dejes así, ¡Luzbel!

Mis gritos se podían escuchar a kilómetros mis lágrimas salían sin detenerse y con sus pocas fuerzas aún logro darme una pequeña sonrisa.
Llame a la ambulancia, y a la policía, ninguno tardó en llegar pero ¿Era demasiado tarde?

Subieron a Luci a la ambulancia con la esperanza de lograr algo, sus latidos ya eran muy débiles, por favor Luci resiste. Estábamos en el hospital, mi madre me acompañaba afuera de dónde estaban reanimando a luzbel.

-¿Conocidos del señor luzbel?

-Si aquí estoy ¿Qué sucede doctora?

-Lo lamento señor, no se pudo hacer nada para salvarlo, lamentablemente la vala dio en el lugar exacto, encerio lo lamento.

-Dígame que es una broma, ¡Eso no es posible!
-Hijo cálmate por favor- A pesar de que mi madre estaba igual de sorprendida intento calmarme poniendo su mano en mi espalda ¿Pero como quieren que me tranquilice cuando la persona que amo ya no estará conmigo?

-¡No! ¡Esto debe ser una broma! El no puede morir aun, todavía teníamos tantas cosas por hacer- Me tire al piso donde la doctora solo puso volver a disculparse. -Si no hubiera olvidado mi teléfono habría llegado a tiempo con el, lo pude haber salvado-

-No es tu culpa hijo ese tipo no se iba a  detener sin importar que.
Si me hubiera encargado de Oliver esa noche si no hubiera corrido en ese momento, esto no estaría pasando ahora.
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Ya era el funeral de Luci ¿Esto es posible? Yo teniendo que despedirme de la persona con la que quería pasar más años ¿Por qué pasa esto?

-Ali ¿Quieres despedirte por última vez?
Estaba frente al sarcófago donde se encontraba el cuerpo inerte de la persona más creíble que el mundo pudiera tener, el milagro del pueblo, el mejor doctor, una persona amable, honesta, que cada que sonreía alumbraba los días más oscuros, de la persona que logro hacerme creer que la felicidad si es para mi, de el pequeño ángel mas hermoso que pudiera existir, con el que creí que el hilo rojo del destino existía, ¿Cómo poder decirle adiós a alguien así? ¿Cómo aceptar que ya no lo veré en mi día a día?

-Luci todo lo que vivimos quedará en mis recuerdos como un tesoro, tus hermosas risas se reproducirán en mi mente todos los días, todo lo que te dije es verdad eres lo mejor que me pudo haber pasado, lamento no poder ayudarte cuando realmente me necesitabas, te amo luzbel, te amo como no puedes imaginarlo.

No podía seguir hablando el dolor era inmenso pedía con todo lo ser que esto solo fuera una horrible pesadilla. Enterraron a Luci dando por terminar su vida aquí..

-Ven hijo debemos..-Mi mamá no a completo su oración ya que había empezado a toser, debe ser el clima

-Vámonos mamá no debes estar mucho tiempo afuera.
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Un mes a pasado desde que perdí a Luci, y estaba nuevamente en el hospital, en la mañana que fui a visitar a mi mamá a su casa la encontré desmayada en el piso de su sala, todavía disocio de la realidad en muchas ocasiones pero en este momento temía por lo peor.

-Señor Alastor me temo decirle que su madre tendrá que quedarse indefinidamente aquí, su enfermedad ataca su sistema incluso más  fuerte que la última vez.

-¿Qué?- esto debía ser una maldita broma

-¿Sabe si se a tomado su medicina correctamente?

-Claro toda su medicina se la toma a la hora que le dijeron, viene a sus revisiones sin falta, apenas la última vez que vino le dijeron que estaba bien.

-Lo lamento señor Alastor, no sabemos cómo fue posible esto, y si fuera usted yo me prepararía para lo peor- ¿Qué quería decir con esto?

Entre a la habitación teniendo un escenario espantoso, aquello que no creí que pudiera volver a pasar estaba sucediendo, mi mamá con aparatos a su alrededor teniendo por su vida. No pude generar ninguna palabra ¿Qué le dices a alguien que está al borde de la muerte?

-Sabes desde que luzbel falleció muchos a quienes había curado se volvieron a enfermar, algunos se recuperan y dicen que es gracias a la pasante Emily pero se que en mi caso solo podía ser luzbel quien me curará.

-¿Qué dices mamá?

-Amor lamento mucho lo que te sucedió y lo que te pasará pero debes ser fuerte, se que será difícil pero puedes lograrlo y recuerda uno nunca está completo sin una sonrisa, eres una persona maravillosa y mereces ser feliz, te amo mi niño.

Abrace a mi mamá como su fuera la última vez que podría hablar con ella. Las lágrimas corrían por mis cara, solo me deje  caer en su hombro Por favor no me dejes tu también no lo soportaré.. por favor.

Cómo dijeron los doctores una semana después de que internaron a mi mamá, ella simplemente ya no despertó…

Y aquí estaba nuevamente pero ahora despidiéndome de la mujer que me dio vida, la persona mas comprensible que siempre me apoyo, tampoco pude salvarte no puedo cuidar ni proteger a las personas que amo… Un vacío se genera en mi interior una presión en el pecho que parece que me matará ¿Esto es realmente la tristeza? ¿Así se siente tocar fondo? ¿Tengo algún propósito ahora? ¿Tengo razones para confirmar aquí?
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La cabeza me dolía, me daba vueltas todo a mi alrededor, tomar sigue siendo mala idea pero es un tipo de ayuda, me levanté en una cama ajena a la mía, solo buscaba mi ropa.
-Buenos días Alastor ¿Desayunamos?
-No tengo hambre Vox solo me iré a mi casa- Agarraba mi cabeza realmente me estaba matando

-No es que me queje pero me gusta desayunar con mi posible pareja- si sigue hablando le voy aventar algo ¿No puede cerrar la boca?
-No somos posible pareja, nos acostamos debes en cuando y ya, eso es todo.

-Si como digas lindo ¿No quieres volver a hacer lo de anoche?- se acercó tocándome el pecho intentando besarme, ¿Qué no le dije que ya me iba? Agarre su cabello alejándolo de mi, provocando que tropezara y se cayera

-Te dije que me voy a casa Vox así que aléjate.

Vi como sus ojos reflejaron miedo por un instante, como si realmente le diera miedo, sali del hotel donde nos quedamos anoche simplemente dando vueltas por el pueblo no quería regresar a mi casa aún, mi teléfono sonaba y sonaba, como imaginaba era mi jefe es la quinta vez que me llama, supongo que debía ir a trabajar.
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Termine la transmisión pero..

-¿Qué está pasando te Alastor? No es que lo hagas mal pero no estás dando tu rendimiento de antes, faltas mucho, apenas y hablas en la transmisión.
-Nada solo tengo resaca ¿Ya puedo irme?
-Mas te vale dar un buen programa en menos de una semana o tendremos que despedirte.

-Si entiendo, adiós.

Antes ser locutor era de lo mejor de mi día pero ahora estoy por perderlo también, pero ya no le veo caso ¿Para que debía continuar?
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Ya era de noche estaba en el bosque enfrente de aquel estanque de patos no sabía si esto me ayudaba o me hacía mas daño pero aquí siento como si no hubiera pasado nada, me quedo aquí unas horas incluso matar venados no me ayuda..
Caminaba a mi casa con una botella de alcohol en mi mano, solo quería llegar a dormir, hasta que ví como una persona se acercaba a mi ¿Quién era?

-Que deprimente el gran locutor de radio divagando medio borracho en la calle- Tarde en distinguir aquella persona, se que me dijo algo pero francamente no me importa y no escuché nada.

-¿Dijiste algo?
-Nada, lamento lo de su muerte realmente era hermoso, no fue mi intención
¿No fue su intención? Logré por fin reconocer a esa persona el tipo que arruinó mi vida.

Vi como se alejaba poco a poco, poco a poco sentía como mi cuerpo ardía estaba furioso ¿Cuándo habré sentido tanta ira antes?
Corrí a dónde estaba esa persona ¿Qué le planeaba hacer? No sé que pasaba por mi cabeza pero no dejaría que ese tipo se alejara, con la botella que tenia en la mano la arrogue a la cabeza de Oliver.

-¿Qué te ocurre imbécil?

-Ni se que ocurra huir, esto debemos solucionarlo
-¿Y que debemos de solucionar según tu?

-Tu le quitaste la vida a quien amaba, y no tienes remordimiento alguno.

-Tus problemas amorosos no son mi problema yo solucione el mío al deshacerme de el, lo demás no me incumbe asi que nos vemos idiota.

Me acerque a el agarrándolo de la camisa para tirarlo al piso. Oliver empezó a defenderse pero aquel dolor que sentía no me detendría, aquellos pensamientos que me alegraban ahora solo me generan llanto no logro conciliar el sueño, termine acostándose con un tipo solo para no llegar a mi casa, solo puedo tranquilizarme si me emborracho, todo porque ese hijo de puta ¿Odiaba a luzbel?

Metió su mano a su chaqueta ¿Sacando un arma?
-Si no te detienes te haré lo mismo que a tu novio-

-Esa amenaza no te servirá de nada-

Aquel tipo solo hablaba sin realmente ser bueno, no tuve problemas para quitarle el arma ¿En qué terminaría esto?

-Sabes algo no me arrepiento de nada- aquella frase solo genero mayor enojo en mi, su boca sangraba y no era suficiente. Empecé a jalar a Oliver tenía una gran idea

-El gran locutor de radio tiene un plan para ti- Cerca de dónde estábamos se encontraba donde trabajaba y como suerte A pesar de amenaza de despedirme no me han quitado la llave, una transmisión nocturna estaba en vivo pero ¿Quién no quiere escuchar a Alastor el gran locutor?
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Entramos a mi amanda cabina, dónde avente a Oliver.

-¿Qué planeas hacerme?- El recién despierto Oliver asustado por estar atado solo temblaba en el piso.

-Que tierno y gracioso te vez ¿tienes miedo?- le sonreía mientras buscaba como hacer que ahora mi transmisión sea la que estuviera al aire.

-¿Una transmisión? Que patético

-No creo que estés en la mejor situación para ofenderme ¿No eres muy listo cierto?- Su mirada era fantástica aquellas lágrimas que ni el se daba cuenta que brotaban de el solo complementaban la gran imagen al frente. -En unos segundos estaremos al aire, mi jefe quería que hiciera un buen programa en menos de una semana, así que tú me ayudarás- abrí un cajón donde había una navaja, gracias jefe ¿Ahora como empezaremos?

-Estarían decepcionados de ti ¿Sabes?

-Lo se, pero créeme ahora no mi importa eso.- La luz roja cambio a verde, estábamos al aire. -Buenas noches a todos ¿Cómo se encuentran? Hoy tenemos una transmisión muy especial hoy podré cumplir un capricho por así decirlo, con un viejo conocido Oliver estando conmigo, el me ayudara, así que empecemos.

Escuchaba como mi voz empezaba a sonar por las calles, en la noche se escuchaba mejor.
Con la navaja empecé a hacer pequeños cortes en la piel de Oliver, sus gritos se escuchaba por todos lados. -Vamos Oliver no te escucho grita más alto
Las patrullas se empezaron a escuchar cerca de donde estaba, lastima ya tenía que terminar.

-Como ya casi se nos acaba el tiempo terminemos con el sufrimiento de mi querido amigo- Agarre el arma con la que me amenazó hace una hora y con la que uso para matar a luzbel, ahora sería el arma con la que daría fin a todo  -¿Unas últimas palabras?

-Eres un demonio- hablaba aquel cuerpo teñido con el rojo de su sangre

-Puede ser, soy el demonio de la radio- Dispare el arma acabando con su miserable vida, no tenía ningún remordimiento era lo mejor que había echo. -Ahora como último número acabemos con dolor del locutor, fue un placer estar al aire con ustedes mis amigos, hasta la próxima.
Antes de que los policías entraran a la cabina puse la punta de la pistola en medio de mis dos ojos, y terminar con mi sufrimiento el ruido de la detonación dio fin al programa.

El hilo rojo del destino (Radioapple)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora