CAP IV "MI VIDA HUMANA" PARTE II

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Escuchaba mi programa de radio favorita grabando aquellas partes que me gustaban, era mi pasatiempo favorito.

“-Bueno eso a sido todo por hoy mis queridos oyentes, se despide su amigo Alastor-“ me encanta escucharlo no se porque en realidad se que tiene más veracidad en sus noticias y todo eso pero tiene algo más que lo diferencia de los demás tal vez por aquel locutor, ¡Ya relájate Luzbel! Solo es la radio.

Seguía en mi casa viendo unos últimos detalles a la que sería mi nueva florería, de la nada mi celular empezó a sonar, no estaba tan acostumbrado a esto pero este aparato al igual que la tele ya eran fundamentales.

Respondí el teléfono donde se me dijo que en el hospital del pueblo necesitaban un doctor suplente urgentemente ya que uno de estos tenis que salir del país, no me negué ante aquella oportunidad así que al día siguiente me dirigí al hospital donde se me presentaron a las personas que se encontraban en es lugar explicándome sus enfermedades y demás, pero había una señora la cual me daba curiosidad ya que su enfermedad no me la pidieron explicar ya que al parecer no tenían registros de esta, ver a la señora Irene me sorprendió ya que esperaba ver a alguien ya en las últimas pero ella se veía bien pero su expediente no.
Pasaron unas horas y me tocó ir a ver a la señora Irene para darle sus pastillas y medicinas.

Abrí la puerta sin tocar, que profesional de tu parte Luzbel de verdad, sigo nervioso pero debo aprender.

Entre y Vi a un chico más alto que yo, de tés morena, un cabello castaño obscuro, con lentes que no limitaban ver aquellos ojos cafés claros que parecían tener un brillo especial. Me quedé en shock al verlo peor no debía estar asi y menos mi primer día de trabajo.

-Mucho gusto, lamento entrar su haber tocado, me llamo Luzbel seré el doctor sustituto por un tiempo, usted debe ser Alastor el hijo de la señorita Irene.- Estire mi mano para saludar a aquel caballero
-Si soy yo y e de decir que es muy poco profesional de su parte no avisar que habría doctor nuevo aunque sea solo por un tiempo.- Note su enojo y no podía culparlo yo también me pondría así si de la nada cambian los doctores de una paciente en su estado y más si es familiar.
-Lamentamos este cambio drástico lamentablemente el doctor salió del país de urgencia dejando que todo fuera de improviso, entiendo su molestia pero le aseguro que no pasará de nuevo.- Respondí lo más amable  posible para no generar incomodidad o algún mal entendido para posteriormente dirigirme a mi pasiente. -Buenas tardes señora Irene lamento mi tardanza sigo aprendiendo a agarrar el ritmo de este hospital, si me permite le daré sus medicinas correspondientes.
Mientras le daba las medicinas a la señora Irene el señor Alastor se sentía un lado lo miraba cada que podía espero no ser obvio, aparte su voz se me hace conocida no puedo guiarme solo con el nombre
-Disculpe que le pregunté pero su voz me suena familiar ¿Acaso no es usted el locutor del programa de radio “música para tus oídos”? – No pude aguantar mi duda y pregunté pero me arrepentí por la pena que me dio después.

-Si es el! Mi hijo es el locutor más increíble que oído tener esa compañía.- Respondió la señora Irene son entusiasmo y orgullo por su hijo, debí decir que me dio mucha ternura ver el cariño que le tenía la señora a su hijo pero note la vergüenza extrema de su hijo pobrecito.
-Con razón ya decía que tu voz la conocía, es un placer conocerlo me encanta su programa de radio.- Agregue con felicidad pero sin hacerla normal mucho, muy bien Luzbel.

-Muchas gracias, me alegra que me escuches por la radio.
Ya no seguimos con la conversación pero sentía algo raro con el una sensación de que había comido mariposas y seguían en mi estómago es raro.

Termino mi día laboral y al ser nuevo no tengo todavía un horario fijo así que mañana me tocaría estar más tarde.
A la mañana siguiente abrí mi florería “el jardín mágico” aparte de ser doctor siempre fue mi sueño abrir mi florería y lo estaba logrando, escuchaba la radio contento mientras atendía a mis nuevos clientes, no podía quejarme tiene bastante clientes para ser mi primer día pero entro alguien a quien no me esperaba era el señor Alastor hijo de la señora Irene mi locutor favorito, demonios casi me daba algo.

-Buenas tardes ¿Gusta le haga un ramo personalizado?- Pregunte para llamar su atención ya que parecía ni haber notado mi existencia aún, me preguntó si será un regalo para su pareja.

-¿Doctor Luzbel? Buenas tardes ¿Qué hace aquí?- Pregunto un tanto rápido ¿Cansancio? ¿Nervios?
-No debe decirme discutir estando fuera del hospital señor Alastor y respondiendo a su pregunta este es mi segundo trabajo mi propia florería.- Me dio algo de pena que me dijeran así

-Entonces usted no me diga señor, solo dígame Alastor, aparte no creo le lleve tanta edad.- Me dijo a lo que estoy seguro que estaba a nada de sonrojarme con aquella sonrisa que tenía, espera ¿Cuántos años cree que tengo?
-¿Eso cree? ¿De cuantos me veo según usted?

-Si ni fuera porque es doctor me atrevería a decir que parece de 18 pero diré que 22.- Su seguridad al decir mi edad me dio risa a lo que me vio extrañado.
-Que tierno eres pero lamento decepcionarte tengo 28 años y por los expedientes se que tienes 25 así que realmente soy mejor que tú.- Vi su cara de sorpresa no era la primera vez que pensaban que mi edad era menos y hasta cierto punto ya empezaba a molestarme pero me dio gracia viniendo de el.

-Lamento la confusión.- Respondió apenado mirando para otro lado

-No te disculpes me halagas, pero entonces dime ¿Qué flores vas a querer en tu ramo?

Mientras arreglaba su adorno flores miraba de reojo a aquel caballero pero no quería ser obvio porque no se porque lo hago pero puedo jurar que me vio no quería  generar malos entendidos.

-¿Y entonces no estará en el hospital hoy?- Pregunto haciendo plática, menos mal aquí tenemos de dos o nos quiere evitar pasar vergüenza o no se dio cuenta y solo es amable.
-Si pero más tarde, al ser nuevo y sustituto no tengo un horario fijo aún. Le respondí sin verlo directamente

Seguimos con una charla muy agradable aunque muy superficial siendo realista pero no me incómodo.

-Espero a tu pareja le guste el ramo . -¡Luzbel idiota eso no se dice! ¿Qué pensará? Espera para empezar ¿Qué me interesa su tiene o no pareja?

-No tengo pareja son para mi madre ya que le gustan mucho- Por alguna razón sentí alivio y me dio ternura ver cómo quería q su madre. Se retiró decir más y solo pide observar como se iba alejando.

Siento que pasaran muchas cosas interesantes, espero verlo más seguido.

El hilo rojo del destino (Radioapple)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora