CAP XXVIII "PIANO Y VIOLIN"

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-¿Te e conocido antes?- Esa pregunta no me deja dormir desde hace mucho ¿Qué es esta emoción?, todo a mi alrededor parecía detenerse, aquellos ojos rojos como el cielo de este lugar me habían hipnotizado.

-¿Tu me recuerdas?-  No lo sé, estoy seguro que no es coincidencia ¿Pero como decirle al rey del infierno que es raro estar cerca de el?
Sin darme cuenta coloque mi mano en su mejilla, el se acercó a mi rostro ¿Qué iba a pasar? Sentía su respiración.

-Luci..

-Al..

Me asusté al escuchar el ruido de la puerta principal, el de separó estaba en shock al igual que yo ¿Qué estaba pasando me? Actuar sin pensar es lo único que pasaba si estaba el.
-Yo me debo retirar
-Sera lo mejor su alteza- no se que debía esperar, era lo mejor, porque ni yo sabía que pasaba; le abrí la puerta del cuarto para que se fuera.

¿Estaré volviendo me loco? Estar cómodo con el rey del infierno, sentir que todo es mejor con su presencia ¿Habían escuchado algo más tonto?
Esto era raro y nuevo pero se sentía ¿Comun?, estaba mal sentirme así por alguien que para empezar ni conozco para seguir es el rey, y yo busco a la reina para liberarme de esto, y ya tengo a Charlie para ayudarme ni loco me metería con él rey.

Solo me tire al piso suspirando, toque mi pecho vendado, el calor de sus manos todavía podía sentirlo, era bastante agradable como si ya antes me hubiera tranquilizado, me levanté a buscar un pequeño pato de goma que tenia guardado, no es algo que los demás sepan ni que deban, pero cuando estaba vivo recuerdo haber ido seguido a un estanque de patos no se porque realmente pero ahora es lo que me calma.

Ya era de mañana ya estaba mucho mejor todavía tenía cierta molestia pero ya no sangro bien decía mi mamá que solo los ángeles te pueden curar.

-¡¿De verdad le gustan?! Digo son hermosos esos animales pero nunca me imaginé a uno de los demonios mas temidos del infierno le gustaran los patos jaja, no juegues con eso husk- escuché como Ángel reía y por sus palabras me imagino de que hablaban.

-Lo juro jaja-

-¿Qué es tan gracioso mi amigo?- aparecí atrás de Huks haciendo que ambos temblaran un poco al escucharme.

-Oh em nada jefe solo hablábamos del trabajo- su voz temblorosa pero que intentaba mostrar como sería solo era un deleite para mí.

-Si Alastor jaja solo eran pláticas del trabajo.
-A mi también me gustan los patos como a Alastor-

-¡Nifty!- ambos gritaron al espantarse por la pequeña quien estaba perdida en lo que paso ante mi llegada.

-Hablaban de patos que curioso, hablar de los gustos de los demás de esa manera, hasta para un pecador eso es bajo- Usando mis tentáculos los iba agarrar del cuello a excepción de nifty ella no se burlaba, sus cuerpos temblaban empezando a sudar frío. -¿Tienen miedo?- me burlaba de ellos, pero antes de hacerles algo solo les tire sus tragos encima. -Agradezcan que estoy de buenas amigos míos.

Me fui del lugar para empezar con mis labores, lo actuales ya eran más fáciles de realizar no solo era por mi herida semi curada algo en mi estaba tranquilo, lo de ayer me mantuvo pensando toda la noche estoy confundido pero genero una calma en mi.

El rey llegó pasando la tarde y como era de esperarse ambos nos ignorábamos lo más que podíamos, el solo le ayudaba Charlie con mas ideas para atraer más personas al hotel, se veía tan feliz al hablar de sus ideas para que los pecadores se redimieran, esa sonrisa me generaba algo en el pecho.

-Ire a preparar la cena, estén listos cuando les hable- Cuando todos me respondieron me retire a la cocina, a petición mía nadie viene a molestarme mientras cocino, es mas cómodo que nadie me moleste.

-¿Necesitas ayuda?- me sorprendí al escuchar su voz, ni siquiera me percate de cuando entró a la cocina.

-No me percate que entró majestad, no debe molestarse, puedo encargarme de la comida solo- en realidad no me desagradaría su compañía.

-No sería molestia en realidad, ¿Te paso algo?

-La sal de la vitrina por favor- tampoco es que pidiera decirle que no al rey del infierno ¿O si?
Ambos empezamos a cocinar y aunque parezca raro, la conversación entre los dos fluía sin inconvenientes incluso me saco una risa ¿Qué era esto?  Su compañía era increíble y para nada molesta

-Y.. ¿Cómo sigue tu herida?- Su voz segura con cierta dificultad al preguntar, gire mi cabeza para verlo pero sus ojos evitaban verme.
-Se encuentra mejor gracias a usted, llevaba semanas intentando solucionarlo y usted en una noche me curo.

-Todavía está sensible ¿No? Si no te molesta podría está noche ir a tu cuarto a continuar con la curación-  su voz era más temblorosa notoriamente, sus mejillas tornaron un ligero tono carmesí, antes de que el mi mirara solo me moví de lugar, podía asegurar que mi rostro delataba mis nervios ante la propuesta ¿cómo negarme? Más bien ¡¿Cómo no negarme?! Apenas ayer paso eso.

-No podría abusar de su amabilidad majestad-

-Te lo dije ayer ¿No? Tómalo como el pago de un favor ya que es eso- es verdad solo un favor.

-Ire a decirle a los demás que vengan, permiso- ¿Qué debía decir? Odio esto, les hable y todo llegaron a sentarse felices ante el olor de la comida.

-¿Papá?- ella se sorprendió al ver a su padre en la cocina y creo que todos, debí de suponerlo.
-¿Qué pasó cielo?

-¿Cocinaste con alastor?- esto terminaría mal, esto completamente seguro, trágame tierra, el solo asintió con duda. -El nunca deja que cocinen con el- todos me voltearon a ver incluyendo el rey.

-Ya es hora de comer, es de mala educación dejar que la comida se enfríe- trate de evitar el tema ¿Por qué deje que el cocinara conmigo? Tampoco es que me interesará ser “descortes” con la realeza, bien pude decirle que se fuera como ayer, todos seguían sorprendidos más el.

Al momento de sentarme solo quedaba un lugar libre, no sé si fue plan de ellos pero el lugar era alado de el. Todos empezaron a comer pero todos quedaron sorprendidos.

-¿Sabe mal?- pregunto el rey preocupado y asustado.

-¡Sabe delicioso!- todos hablaron al unísono ¿Tan bien sabía? No creo que sea para tanto, di un bocado de la pasta, realmente sabía bien tenía un sabor ¿Especial?

-Quien diría que el rey y alastor hacen un buen equipo- Vaggie hablo antes de seguir comiendo.

-Yo diría que demasiado, digo tomando en cuenta que ellos ya habían cocinado antes o eso dieron a entender la última vez- Ángel mencionó con tono de burla, nadie olvidaría esa vez, evitamos el tema hasta el final de la comida con éxito.

-Oye alastor ¿Podría pedirte un favor?- Charlie se acercó a mi casi susurrando antes de que subiera a mi habitación.

-Claro querida ¿Qué necesitas?

-Que toques el piano- ¿Qué haga que?

-¿Por qué la petición?- Dude mucho me gusta tocar el piano pero no enfrente de todos.

-vamos por favor, quiero un lindo ambiente está noche, te lo pido como colega y amiga- unio sus manos en petición dando pequeños brincos, mmm, supongo que si ella lo pide no estaría mal: igual solo una vez.

-Esta bien pero solo una canción- al decir esto Charlie me jalo del brazo para sentarme en el piano en medio de todos.

-Dame un minuto ya vuelvo, no empieces a tocar- en segundos trajo a su padre igual jalándolo del brazo ¿Con un violín?

-Hija ¿Por qué? Solo ¿Por qué?- pregunto al ver qué también iba a tocar, tenía la misma pregunta
-Si querida, no toco con acompañante.

-Por favor a Vaggie le gustan ambos instrumentos y quiero que escuché una melodía de los dos, vamos papá es por Vaggie- su brillo en los ojos no permitió que el se negara y supongo que yo no tenia elección. La princesa se fue a sentar alado de su novia haciendo que todos guardarán silencio ¿Cómo tocar sin hablar con quién sería mi acompañante?

-Empieza tu, yo te seguiré el rirmo- hablo el rey sin mirarme mientras sacaba su violín del estuche.

Una melodía sencilla sonó por la habitación, tocar este instrumento me daba tranquilidad todos estaban atentos; cerré los ojos para concentrarme, hasta que una melodía de violín se unió, abrí la ojos y mire a quien lo tocaba el rey realmente sabía manejar el instrumento.

Nuestras miradas se conectaron pero no dejamos de tocar, pensé que era imposible sintonizar los sonidos sin previo aviso pero esto me desmentía por completo, las melodías se unieron formando una hermoso sonido, todo a mi alrededor desaparecía, solo mirando aquellos ojos rojos que no dejaban de verme ¿Dónde había escuchado esto antes? Esta emoción de mi querer dejar de tocar, estoy seguro que si hubiera conocido el cielo así se sentiría.

La melodía termino pero solo miraba a mi acompañante ¿Sintió lo mismo que yo?  No podía asegurarlo pero sus ojos me lo decían.

-Eso fue hermoso..- hablo Vaggie aplaudiendo con los demás.

-Parece como si conectarán sus emociones al tocar..

Todos tenían comentarios que decir pero no podía entenderlos solo no volvía en su totalidad.
-Supongo que tocas bien venado, fue un placer- el rey ya no me miraba pero su sonrisa era.. solo no podia dejar de verlo, pero tenía que, no podía quedarme en esta emoción que parecía el paraíso.

-Lo mismo digo…bueno yo ya me iba a mi cuarto desde hace rato, que descansen- solo me fui ignorando a los demás.

Entre a mi habitación una sonrisa verdadera abarcaba todo mi rostro ¿Qué era esta emoción? El corazón me latía como una melodía ¿Esto es a lo que llaman amor? Un “click” en el cerebro me saco de esos pensamientos, estar enamorado si claro y más del rey ¿No? Eso es imposible ¿Verdad? Igual aunque sintiera eso nunca sería recíproco lo se. Solo me senté en mi cama dejando que esos.. sentimientos se fueran.

Pasaron unas horas ya todos se habían ido a sus cuartos, ya listo para dormir alguien toco la puerta de mi habitación, me dirigí para abrirla y pude notar que realmente algo en mi interior no estaba bien.

-Lamento haber tardado, pero como dije te ayudaría con su herida, ¿Puedo entrar?-Sin decir nada solo me moví para darle paso. -Toma asiento yo me encargaré de todo.

Le hice caso, me senté en mi cama, para quitarme la camisa y dejar al descubierto mi pecho y al igual que ayer se acercó a mi para ver mi herida.
Sus manos me quitaban la venda, sus movimientos eran delicados no podía dejar de verlo era.. su anillo, que tonto soy es verdad un pequeño detalle que está a la vista pero no preste atención, en su dedo todavía traía su anillo de compromiso con la reina  eso demostraba que sin importar que el seguía enamorado de ella.

-¿Sucede algo?- detuvo la curación para verme a la cara

-No es nada solo duele un poco- evidentemente mentí, ni modo de decirle “es que haga de cuenta que genere algún tipo de sentimiento por usted que no entiendo pero pues vi su anillo y me dio tristeza” ¿Sentimientos? ¿ tristeza?

-Lo lamento no debería doler, dame unos segundos dejará de doler- aunque no era incómodo desde el inicio si parecía haber un cambio en su magia, pero no podía evitar seguir viendo su anillo. -Me gusto tocar contigo no pensé que el piano y el violín se escuchará tan bien juntos, podríamos hacerlo después, claro si no te molesta jaja- su voz temblorosa y sonrisa nerviosa me dio ternura no podían negar que el era la creación perfecta de dios.

-Si es con usted sería un placer, majestad
-Dime lucifer, no seamos tan formales.
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Las noches pasaban y el seguía viniendo a mi habitación a curarme o almenos al inicio, mi herida termino de sanar pero el seguía visitándome para ver cómo seguía, Había noches que el no estaba por su trabajo pero cuando venía, hablábamos por horas y horas hasta que amanecía, nadie sabia de nuestras chalas solo éramos el y yo en las noches.

-Alastor ¿Ya me dirás porque esa sonrisa de felicidad?- Rosie estaba básicamente frente a mi cara, me encontraba en el barrio caníbal para  tomar un té con ella pero por alguna razón se convirtió en interrogatorio para mí.

-No se de que hablas querida- solo tomaba mi te pero ella no se detendría.

-Somos amigos desde que éramos niños no puedes engañarme, te conozco lo suficiente para saber que alguien te a flechado, ahora cuéntame- lo peor es que es verdad no podía ocultarle nada a ella pero ni yo sabía que me pasaba.

Le conté lo que pasaba evitando decirle de quién se trataba no quería que se generara un chisme o algo parecido, ella solo sonrió sacando un chillido de emoción. -¡Sabía que esto pasaría algún día! Estoy muy feliz ti.

-Pero no significa nada no creo que realmente pase algo entre lo dos solo soy yo.

-No creo que sea así, por lo que me cuentas el también siente algo pero tampoco sabe que, hablen expresarle lo que sientes, tendrás mi apoyo en todo pero no debes guardarte el sentimiento porque solo te lastimaras.

No podía decirle que no al final de cuentas ella siempre tiene razón eso lo a dejado en claro muchas veces, igual no es tan sencillo.


Llegué al hotel esperando que lucifer se encontrara, la luz de su habitación estaba encendida, y la puerta entre abierta, entre para ver a un pequeño ángel con lágrimas saliendo de sus ojos, agarrando con fuerza una foto de su esposa.

-¿Puedo ayudarte en algo?- no sabía que hacer ni quiera estoy seguro que fuera correcto entrar en primer lugar.

-Sabes las historias que cuentan de el amor de la primera mujer y el ángel no se acercan a la realidad, lo que sentíamos era tan fuerte que sobrellevamos el destierro, me quedé en el infierno para darle todo lo que merecía, pero al parecer siempre hubo algo que a ella le molestaba incluso después de tanto sigo sin entenderlo, ella dejo mucho por mi también y demostraba su cariño pero esas discusiones nos alejaban poco a poco..- su voz apenas y podía salir de el pero en esas palabras escuchaba como su corazón estaba roto. -Todavía la extraño que es lo peor de todo

-Lucifer

-Lo lamento no tienes porque escuchar esto- se limpiaba las lágrimas dejando la foto en su cama.
-No te disculpes puedes seguir contándome, para eso vine.

Ya no quiso hablar mucho de ellos pero pude tranquilizarlo un poco, el necesitaba mi ayuda y no se la negué.. no era el momento el solo necesitaba quien lo escuchará.

El hilo rojo del destino (Radioapple)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora