-Que pena con tu mamá, se me estaba olvidando por completo- Me seguí acomodando la ropa ¿Cómo me deje llevar?.-Después seguimos cuando nadie nos interrumpa- le di un pequeño beso para levantarlo de mi sillón, y realmente no me molestaría seguir pero tampoco quiero ir tan rápido porque se que todo esto es nuevo para el y no quiero que sienta que lo estoy presionando.
Llegamos a la casa de la señora Irene nunca antes me habían invitado a comer los padres de alguna pareja que tuve ya que nunca fue serio en realidad, solo fue con Lilith pero eso fue hace años. Al me agarró la mano para darme una sonrisa para tranquilizarme y si ayudo, entramos a la casa donde empezó a llegar un olor exquisito.
-Por fin llegaron tenis miedo que la comida se enfriará.- La señora Irene estaba contenta por fin pude ver su sonrisa cien porciento genuina y no solo por su hijo.
Tras los saludos y preguntas empezamos a comer no había tensión todo era tranquilo siempre escuchaba que odiaban las cenas con la familia de sus parejas pero no entiendo porque, al menos quien es mi suegra es un amor de persona.
-Disculpe doctor
-Por favor llámeme luzbel ya no está en el hospital- Creo que decirlo la alegro porque me sonrió debe ser difícil volver a adaptarse después de todo ese tiempo.
-Claro luzbel, es que juro que lo ví antes ¿Usted de dónde viene? Si se puede saber, no se sus padres o algo que me haga ver si no me equivoco de persona.- Mmm no me gusta mucho hablar de mi niñez ya que pues no es ¿Común? Almenos es difícil de hablarlo para mí pero no creo que la señora me haga sentir incómodo por eso, sentí como Al agarraba mi mano por debajo de la mesa el sabía que pasaba por mi cabeza.
-Luzbel no tienes porque hablar de eso si no quieres
-Lo lamento hijo si es algo incómodo no quiero hacerte pasar un mal rato- Hablo la señora apenada
-No, no descuide, solo es que casi no hablo de ello, yo me crie en un orfanato toda mi vida
-Con la madre Charlie ¿Verdad?- me sorprendí ante su comentario ¿Ella la conocía? Afirme con la cabeza más de una vez-Lo sabía, alastor es el niño que le regalaste una semilla cuando checaste con el.
Aquel recuerdo del pequeño niño dándome mi pato y una semilla resonó en mi cabeza gire mi cabeza para ver a Al ¿Encerio era el?
-¿Eras tú?- Alastor y yo nos miramos fijamente estando en shock, ambos nos tomamos de un pequeño sonrojo.
-Que hermoso se conocen desde pequeños y aparte fuiste el primer amor de Ali todo el camino de la mudanza se la paso hablando del niño rubio de hermoso ojos azules.
-Mama por favor no podré soportar más esto.
-Si lo lamento ¿Y como sigue la madre Charlie? Es una encantadora persona
-A ella.. ella falleció hace unos años- esto si me generó un nudo en la garganta
-Lo lamento hijo, seguro fue difícil esperemos este en un hermoso lugar.- Sonreí al pensar que ella estaría feliz en donde sea que estuviera.
La cena concluyó sin presiones aunque en más de una ocasión me avergoncé por los comentarios que llegaba a hacer la señora pero nada que no se pase después de un rato. Aunque no quería la señora lave los trastes y le ayude con más cosas no podía solo irme sin quiera hacer algo para demostrar mi agradecimiento.
Al me acompaño a mi casa caminábamos lento sin prisa solo eramos nosotros hablando sin nadie alrededor.
-¿Entonces fui tu primer amor?- mencioné burlón pero me emocionaba pensarlo, Al no dijo nada solo miro para otro lado.-Te confieso algo pase mucho tiempo esperando que el niño que me dio una semilla me fuera a visitar, me detuve para verlo directamente.
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El hilo rojo del destino (Radioapple)
RomanceUna historia que nos cuenta como dos almas pueden romper el tiempo y espacio con tal de estar juntos dejando de lado las reglas incluso del mismo Dios. Si bien no siempre es posible ellos demuestran que nada en limitante para poder ver a la persona...