No importa cuántas veces intente comunicarme con el cielo no responden. Hace casi un mes que Gabriel bajo y sigo sin saber exactamente porque, podría pensar en que solo querían amenazar a Charlie, pero lo demás no tiene sentido.
Miraba la bola de cristal esperando que alguien apareciera.. Nada ¡Maldita estática! Solo golpeaba mi cabeza contra mi escritorio, era artante.
Levante mi cabeza y me sube la frente, me saldrá un chichón si sigo haciéndolo.
Desde que el reloj se detuvo dando el tiempo restante del exterminio el infierno a estado ¿Más tranquilo? No sé si sea la palabra correcta, sigue habiendo caos pero por día a disminuido, ¿Será que los pecadores actuaban así por el simple echo de “vivir como si fuera el último día”? Es una suposición nada más pero sigue siendo curioso.
Por lo sucedido Charlie no quiere decir que la redención es posible, pero después de todo su esfuerzo, el que nadie lo valore es artante, desearía poder ayudarla.
Gracias a la ayuda de todos del hotel logramos que la visita de Gabriel pasará desapercibida, si en el infierno se enteraran todo volvería a como antes o peor. Mi herida se a recuperado casi por completo, puedo hacer movimientos más bruscos sin que me duela tanto.
Voy de regreso al hotel donde las cosas son algo mas por Charlie los primeros días no me quería dejar salir del hotel con miedo a que me pasará algo, pero Vaggie y Alastor me ayudaron a que me dejara salir.
No sé que tan buena sea mi relación con Alastor en estos momentos, hablamos bien y así pero siento que algo sigue quebrado ¿Me doy a entender?
Podemos pasar horas hablando pero llega un punto donde no sabemos que debemos hacer, no se si ser pareja sea lo que necesitamos, ser ya algo formal, pero cuando quiero sacar el tema o me asusto y me voy o el evita el tema y se va. Sigue siendo raro ese sentimiento que invade mi cuerpo porque es nostalgia, supongo que eso tampoco ayuda mucho ya que en vez de generarme seguridad de que seamos algo solo me da más miedo de pensar que no estaré haciendo lo correcto, ¿Y si estamos alargando todo porque no sentimos algo realmente? O simplemente tenemos miedo, ¿De cuando acá se volvió tan difícil que te guste alguien?
Bien no soy el indicado para quejarme de algo que me pasa desde siempre.
-¡Papá! ¿Dónde estabas? ¿Estás bien? Tardaste mucho- apenas abrí la puerta y Charlie corrió a analizarme, y abrazarme con miedo.
-Charlie enserio, estoy bien ¿Si? Amo que te preocupes por mi pero puedo estar solo unas horas.
Charlie negaba con la cabeza mientras me abrazaba sin dejarme escapar, ¿Desde cuándo tiene tanta fuerza?
-Querida ¿Podrías ayudarme?- Alastor se acercó logrando hacer que Charlie me soltará.
-Claro Alastor ¿Todo bien?- tras eso mire a Alastor para agradecerle sin hablar, solo me dio una sonrisa sincera ¿Soy yo o desde la partida de Gabriel su sonrisa ya no es tan forzada? Creo que nunca le e preguntado sobre su contrato ¿Me respondería si le pregunto?
La noche llegó y aunque nadie quiera admitirlo siguen alerta de que algo pueda suceder, están tensos y asustados ¿Cómo es posible que no yo logré darles seguridad? Siempre supe que Gabriel era más fuerte que yo, pero eso fue decepcionante a sobre manera. Estaba en el pasillo de arriba saliendo del baño, necesitaba echarme agua para despegarme un poco ¿Qué debería hacer para ayudarlos?
-¿Majestad?- una voz que al paso de la palabra se quitaba una estática llegó a mi lado, algo que siempre noté pero nunca preste atención, el quita su estática cuando esta conmigo, ¿Será arrogante que me sienta bien por saber que solo conmigo lo hace?
-Al, ya habíamos quedado que no debes llamarme así almenos no estando solos.
-Lucifer…quiera que no es raro que el gran soberano te deje hablarle como a cualquier persona.
-¿Soy cualquier persona para ti?- pensé en voz alta y al darme cuenta de lo que había dicho evite verlo lo más que pude, se que me miraba más atento que de costumbre ¿Qué me importa saber si soy algo para el? Osea claro que me importa pero no quiero que lo diga ¿O si? ¡Maldita sea!
-Creo que esa pregunta se responde sola, ni siquiera pensé dos veces en ponerme en peligro contra uno de los angeles más poderosos para intentar ayudarlo, no haría eso por cualquiera.
No sabía que responder, hace años que alguien no me decía cosas lindas y que alguien lo haga de la nada sigue siendo raro, a estas alturas no se si decir que tenemos un silencio distinto o silenció incómodo, se que no ayudan mucho mis reacciones ¿Pero que esperaban de alguien que tiene su castillo lleno de patitos de hule?
-¿Alastor, señor?
-Si dinos Magie- sentí como me daban un golpe con su tacón a ya entendí. -Vaggie, si claro, ¿Todo bien?
-¿Qué necesitas Vaggie?- ambos nos acercamos a dónde ella estaba ¿Debí agradecerle por romper aquel momento?
-señor yo venía a pedirle un favor, a los dos realmente pero no espero que lo hagan menos tu Alastor
-Dime lo que necesites lo haré sin problemas- así podré demostrarle más a Charlie que no es mi intención llamarla Magie.
-Charlie a estado algo mal últimamente y a ella le gustó verlos y escucharlos tocar ¿Creen que podrían hacerlo en este momento?
Tanto alastor y yo nos volteamos a ver, a pesar de haber dicho esa vez que lo volveríamos a hacer con gusto, no hace falta decirnos que ese momento igual fue raro.
-Lo haré sin problemas.. Vaggie- cerré mis puños y dije decidido, la ángel me sonrió agradecida, ¿Cómo negarme a la persona que mi hija más quiere?
-También lo haré- aunque dudo y tardó en responder Alastor acepto, bajamos con algo de ¿Miedo? ¿Volverá a pasar otra vez?
Todos al ver qué agarrábamos los instrumentos se quedaron callados y mirándonos atentamente, Charlie se había emocionado, y de igual manera se sentó esperando a que comenzarán.
-Si cantarán algo sería perfecto- la peligris nos dijo apenada ¿Cantar algo?
-Claro que lo haremos- ahora Alastor fue quien no dudo en responder ¿Cantar algo sin estar preparados? Asentí con la cabeza y Vaggie se fue a sentar junto a Charlie.
-¿Tienes alguna idea de que cantar?
-No, pero no creo se nos dificulte seguirnos el ritmo- la sonrisa de confianza que me daba solo me genero que mi corazón latiera mas de lo que debía.
-Entonces empecemos- la melodía comenzó y todos atentos esperando el momento. Alastor comenzó a cantar y aunque estaba sorprendido seguí su voz.
"Se para el tiempo
Baila lento, mar adentro
Cara al puerto, llama al viento
Es tu momento, mi momento
Lo de siempre, lo que siento
Lo que callo, lo que miento
Lo que tacho, lo que cuento
De tu mano, de mi pecho
De tu trono, de mi templo
De tu flecha, de mi centro
Si cierro los ojos, es para verte
Oírte al otro lado del portal
Mi cuello sigue lleno de cortes
De soñar con tus besos de cristal
Te vi y me dije: Cuerpo a tierra
Y ahora sin tu guerra, no tengo mi paz
Antes de ti, me costaba dormir
Y ahora no me quiero despertar
Y cómo se sueña con 20 botellas
Que llevan las huellas
De este náufrago corazón
Somos dos estrellas formando cometas
Con tu playlist y una botella de ron-ron, run-run
Delicadeza, convertiste en puzzle mi rompecabezas
Ven-ven, bum-bum, me he quedado muda
De cantarte al oído, mi deporte de riesgo preferido
Bailando en el vaivén de tus latidos
Regálame un concierto, pon mi cara en tu disco
Cantarte al oído, mi deporte de riesgo preferido
Bailando en el vaivén de tus latidos
Regálame un concierto, pon mi cara en tu disco
Se para el tiempo y, con él, mi cora
Llevo dos noches sin dormir y no es por el cambio de hora
Porfa, mi foto se sonroja si tus labios le rozan
No eres un modelo, pero pa’ mi siempre posas
No necesito un camino de rosas
Me basta con tu sabor a amapolas
Mi límite está donde me lo pongas
Mi espalda se hizo pa’ escribir tus prosas
Si cierro los ojos, es para verte
Oírte al otro lado del portal
Mi cuello sigue lleno de cortes
De cantarte al oído, mi deporte de riesgo preferido
Bailando en el vaivén de tus latidos
Regálame un concierto, pon mi cara en tu disco"
(Cancio: cantarte al oido de Elia Galdo Maria)
Cada palabra hacia que mis corazón latiera y se detuviera, tocar el cielo era nuevamente posible para mí cuando estaba con el, el sentía lo mismo, se que es innecesario decirlo por todo lo que a pasado, pero cada que tengo mis dudas siempre pasa algo para poder dejar mis dudas a un lado ¿Por qué sigo teniendo dudas? Si cada que lo veo soy el ser más feliz del mundo.
Terminamos de cantar y las lagrimas querían salir de mi, nuestras miradas decían todo y a la vez nada ¿Qué nos evita seguir adelante?
Todos aplaudían pero al igual que la última vez no podía prestar la suficiente atención.
Un repentino abrazo de Charlie me hizo salir de mi transe, aunque desearía nunca salir de los momentos dónde nuestras miradas solo se conectan.
-Eso fue hermoso papá¿Por qué no lo hacen más seguido?
Ambos solo reinos nerviosamente, ni nosotros sabemos el porque.
-Yo digo que ya se cojan y terminen con su tensión- el comentario de la araña me avergonzó y mirando a alastor ese leve sonrojo me dio gracia.
-Mi afeminado amigo, si no puede decir nada coherente le pediré que se calle- nadie sabía si reír o callarlos, yo prefiero no decir nada.
-Y yo pensé que ya lo habían echo- nifty hablo desde arriba del piano ¿Por qué tenemos esta conversación?
-Creo que no es necesario que tengamos esta conversación- no sabía cómo evitar las miradas o comentarios, trágame tierra.
-Primero deben ser pareja- Ese gato nunca habla y ahora que si no ayuda en nada.
-¿No son novios?- Ángel sorprendido nos volteaba a ver ¿Juzgándonos?
-Eso no es de tu incumbencia amigos míos-
-¿Qué más quieren de verdad? Tensión emocional, sentimental y sexual ya tienen, no pueden estar ni un segundo sin buscarse con la mirada- la araña estaba ¿Indignada?
-¿Entonces porque se besan si no son nada?- la pequeña de un ojo generó el silencio de todos y la sonrisa de angel y Husk, ¿En qué momento nos vio?
Ambos estábamos apenados y sonrojados como un tomate
-Entonces solo se hacen los difíciles ya entendí.
-Bueno chicos no incomodemos más a mi papá y a Alastor, mejor ya vamos a dormir ya es tarde- no importa cuánto lo intente la incomodidad que nos hicieron pasar fue mucha.
Todos se negaban pero Alastor y yo nos líbranos de aquel momento, evitando vernos ¿Qué debía de decir? Es verdad ¿que nos evita ser algo?
-¿Gusta un trago majestad? Tengo una botella en mi cuarto- con duda en voz me preguntó mirándome directamente.
Asentí y entramos a su cuarto, aquel bosque aparecía y desaparecía, es agradable estar en su habitación.
-Lamento lo de hace rato, no supe que decir- me disculpaba mientras me servía de tomar el solo dio una pequeña risa. -¿Qué da tanta risa cervatillo?- pregunté sonriendo, su sonrisa era lo mejor que podía escuchar.
-No, nada, solo fue entretenido el momento-
Seguimos conversando evitando como siempre el tema de ya ser algo formal.
-Oye Al, ¿Puedo preguntarte algo?
-Digame-
-Tu trato ¿En qué consiste?- al escuchar mi pregunta se ahogo un poco.
-Siendo franco no esperaba que me preguntara en algún momento, siendo honesto ni yo sé exactamente solo de la nada me enteré que tenía un trato con alguien.
-¿Eso es posible?- cuesta creer que no sabes cuando estás atado, porque siempre es con tu consentimiento ya sea obligado o no, sabes cuando haces un trato.
-Ni yo sabía que era posible pero, bien dicen, ver para creer y soy claro ejemplo de ello.
-¿Cómo puedes romper tu trato?- me acerque a dónde estaba el sentado agarrando su cara.
-No lo sé, llevo años intentando romperlo pero es inútil- con miedo el se acercaba a mi rostro, me agarró del cuello buscando estar más cerca ¿Pretende hacerlo? -¿Puedo hacerlo?- sus labios temblaban al preguntar pero no sé alejo de mi.
-No debes de preguntar- jalo mi cuello uniendo nuestros labios, un escalofrío recorrió mi cuerpo, ya tenía tiempo que no nos besábamos, para no despegarme me senté en su regazo ninguno quería detener esta sensación, el beso se profundizaba por cada segundo que pasaba.
Su mano que anteriormente estaba en mi cuello bajo a mi cadera acercándome más a el, con mis manos alrededor de su cuello no dejaba que se alejará, el aire nos faltaba, nos despegabamos por segundos mas no dejábamos de volver a unirnos.
Cada roce con su cuerpo hacia que mi cuerpo se estremeciera ¿Debíamos continuar? No importa cuánto pensará si estaba bien o mal aquel momento, simplemente no quería despegarme de el, cada beso suyo ella como olvidar todo lo malo, solo me sentía relajado, está sensación de que me falta algo se desvanece al estar con el.
Sus labios se despegaron de los míos, bajando a mi cuello, besándolo poco a poco, provocó que suspira en mas de una ocasión, mis manos recorrían su espalda, ambos temblábamos ¿Era miedo? O solo eran la emoción del momento.
Agarre su mentón y volví a sellar nuestros labios, besos que no paraba de generar calor en mi interior.
-Me gustas lucifer- entre suspiros hablo mirándome a los ojos, creo que nunca lo habíamos dicho directamente, mi corazón se detuvo y las lágrimas salían de mis ojos. -No llores pequeño, no debes de responderme ahora- sus labios besaban mis mejillas aquella voz que me susurraba ¿Qué debía de sentir?
Lo volví a besar acercándolo más y más a mi.
-También me gustas Al.
¿Es posible que con un beso sienta que estoy conectado a el? Si es imposible lo hice realidad, sentirme completo con sus conversaciones, con sus besos y toques aquella unión se hacía mayor, por favor no me dejes Al.
Sus manos aunque nerviosas, buscaban desabrochar mi camisa, cada toque de sus frías manos, me daba calor; al abrir mi camisa, delicadamente pasaba sus manos por mi torso, era evidente que no quería lastimarme, cada movimiento de su mano me daba escalofríos. Movía mis caderas inconscientemente solo quería sentirlo más ¿No era incorrecto verdad?
De la nada Alastor se despegó de mi en seco, quitando sus manos de mi cuerpo ¿Qué pasaba?
-¿Qué somos?- Su mirada se desvió y miraba a todos lados menos a mi ¿Qué somos? No podía responder a ello, ¿El que quería que fuéramos? ¿Yo que quería ser de el?
-¿Por qué preguntas?
-¡¿Qué porque?! ¿No te das cuenta? Tan solo ángel lo dijo hace rato, todos lo notan, hablamos por horas, nos buscamos, nos besamos y ahora no debo de aclarar en que situación estamos, quiero que me digas ¿Qué somos?- me miró directamente sus ojos mostraban confusión y miedo, estaba nervioso ¿Realmente que debo decir?
-Nunca habíamos hablado de esto, no se que piensas tu respecto al tema.
-Tu me dijiste una vez que si quería jugar solo debía decirlo, pero creo es más que evidente que no quiero solo jugar, tu eres el que no me dijo si quiere jugar o no- alzó su voz ¿Estaba enojado o triste? ¿Yo que sentía?
Me levanté de su regazo atándome la camisa, se que no debo esperar que el de todos los pasos, no debo dar por echo algo, ¿Cómo decirle lo que siento si incluso yo no se que es? Me gusta ¿Pero que más?
-Te acabo de decir que me gustas ¿No lo escuchaste?
-Si es así ¿Por qué existen días que me ignoras?- se levantó de su silla quedando frente a mi. - ¿Por qué si te gusto no puedes empezar una relación conmigo?-
-¡No lo sé Alastor! ¡No lo sé! Tu mismo lo dijiste una vez es confuso lo que sientes y es lo mismo para mí, se que me gustas y se que existe algo más de por medio, ¡Pero no puedo evitar tener miedo al pensar en simplemente estar contigo, tengo miedo a salir lastimado, tengo miedo de no ser suficiente, tengo miedo de alejarte por mis acciones, no es sencillo Alastor!
-¿Entonces porque haces esto? ¿Por qué me dejas cruzar líneas que no debería? ¡Si tienes miedo ¿Por qué hacemos esto?!
-¡Porque me gustas mucho, ya te lo dije, escúchame Al, me gustas y eso me asusta, quiero intentar más cosas contigo, quiero seguir cruzando líneas que no deberíamos, quiero hacer contigo todo- ¿Por qué si nos estamos declarando duele tanto?
Nos mirábamos directamente sus ojos llorosos solo reflejaban mi inseguridad, no quiero lastimarlo pero parece que es lo que hago.
Me acerque a el y lo abrace, su cuerpo era frio pero para mí solo me daba calor, tardó pero me correspondio el abrazo.
-¿Qué debemos hacer ahora?- su pregunta era la misma que rondaba por mi cabeza.
-No estoy seguro, pero podemos intentarlo hablar, creo que eso nos hace falta.
Nos dijimos más, a pesar de saber que era necesario hablar ambos sabíamos que por esta noche era suficiente.
-Quédate a dormir está noche ¿Si?- con su mano alzó mi cara para volver a vernos, su mirada ¿En dónde más e sentido esto?
-Me encantaría Al.
Era la primera vez que dormíamos juntos, no era raro, no era incómodo, era tranquilo incluso era como si antes ya hubiera pasado.
Estábamos acostados, sus brazos me rodeaban, lo demás no importaba, solo éramos nosotros.
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“-No me dejes luzbel-“
“Crearía el infierno para estar contigo”
“Porfa no te vayas”
“quiero que sea especial para ti”
Se que estaba en un sueño, esas palabras están en mi mente desde que tengo memoria, nunca logro enfocar la imagen y las voces están distorsionadas, aquellas voces muestran una emoción diferente Pero un sentimiento unico ¿Es amor? Nunca logro identificar que es esto, ¿Por qué es algo común para mí soñar esto?
Desperté aún rodeado por los brazos de Al, nunca lo había visto dormir, se ve tan tranquilo.
-No me dejes luzbel- susurro entre sueños ¿Me decía a mi? El nunca me había llamado por mi nombre de ángel, nunca me habían dicho así aquí en el infierno. Una pequeña lágrima broto de sus ojos aún cerrados
-¿Qué estarás soñando?- pregunté para mí mismo en un susurro, me acerque para darle un pequeño beso en la frente. -Nunca te dejare.
Logré zafarme de el y me levanté de la cama, ni siquiera nos cambiamos de ropa ayer, hace mucho que no dormía tan bien, todo gracias a el, me disponía a ponerme las botas y bajar, podría despertarlo con el desayuno y después hablar.
Al terminar de ponerme las botas, sentí que algo jalo mi brazo.
-¿ya despertaste?- gire mi cabeza pensando que era Alastor quien jalaba de mi mano pero no era así ¿era una cadena? Una cadena del cielo.
No podía zafarme de ella y un portal se abrió frente a mi. -¡Alastor!- mi grito lo hizo despertar y con desespero me agarró evitando que aquella cadena que jalara, pero era inútil no importa quien sea ni siquiera Gabriel podría evitar ser jalado por unas cadenas asi.
-¡Lucifer!- era inútil, al final nuestras manos se separaron y fui arrastrado al portal, dejaba de escuchar a mi alrededor y mi mirada se nublo.
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Desperté en una habitación blanca, conocía este lugar era ¿Mi antigua habitación? No pude levantarme las cadenas aún evitaban que me moviera, trate de mantener la calma lo más posible, pero ¿Qué hago aquí?
-Veo que ya despertarste, deja de intentarlo, primero hablemos y te soltaré- se que conocía esa voz, no veía a nadie en la habitación?dónde estaba?
-¿Azrael?
-Me da gusto verte Lucifer- como esperaba aquella figura alta de ojos verdes se presentó frente a mi, aquella figura a la que yo llamaba maestro y amigo.
-¿Por qué estoy aquí? Desatame-
-Por favor hablemos primero ¿Si?- se acercó a dónde estaba dejándome un plato de ¿Hot kakes?
-Igual no es que tenga alternativa, nadie puede liberarse de las cadenas angelicales.
Chasqueo los dedos y las cadenas desaparecieron.
-Debes tener hambre, ¿Siguen siendo tus favoritos no? Los prepare para ti, solo déjame hablar ¿Si?
Asentí con la cabeza, hace siglos que no veía a Azrael y de la nada me trae al cielo, me prepara de desayunar y quiere hablar, realmente debe ser importante.
-¿Tu lastimaste así a Gabriel?
-¡¿Qué?!
-Solo es una pregunta, después de que bajo al infierno sin decir nada volvió lastimado diciendo que tú le habías echo eso- se que logre golpearlo pero lastimarlo al punto de que dijera que era un peligro lo dudo.
-Creo que tú mejor que nadie sabe que no importa mi poder, Gabriel es mas fuerte que yo, no se que planes tenga pero no lo lastimé yo- no podía negarlo no podía negarlo el desayuno estaba rico pero le faltaba algo, no eran como los que Al preparaba.
-Lo se.. siguiente pregunta
-¿Esto será una maldito interrogarlo?- me iba a dar dolor de cabeza
-No quiero que lo veas así, solo es una plática.
-Acabas de decir “siguiente pregunta”- el solo se quedó pensativo, ni el sabía que quería lograr con esto.
-Bueno si es un interrogatorio pero no quiero que sea asi, ¿Dónde esta liliht?-
-¿Por qué preguntan eso? Para empezar no sabía que incluso en el cielo sabían eso, y para seguir si supiera dónde esta con exactitud hubiera subido desde hace mucho
-¿Sigue aquí?- ¿No lo está?
-Eso no es de tu incumbencia, no se donde está Lilith.- se que subió al cielo, pensé que ellos sabían, si ella se mantiene en secreto no debo meterme.
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El hilo rojo del destino (Radioapple)
RomanceUna historia que nos cuenta como dos almas pueden romper el tiempo y espacio con tal de estar juntos dejando de lado las reglas incluso del mismo Dios. Si bien no siempre es posible ellos demuestran que nada en limitante para poder ver a la persona...