Mordía el lápiz mientras observaba una página en blanco, y pensaba en cual de todas mis ideas seria la indicada para un nuevo capítulo de mi libro.
Tal vez el estar lejos de casa, conociendo a nuevas personas me ayudaría a escribir, pero hasta el momento no lo conseguía.
-Oye tú, alguien me interrumpió.
Levante la mirada para confirmar que no me hablaban a mí, volví a concentrarme en mi libreta.
-Oye niñata ¿Qué es lo que escribes? O ¿es que no sabes hablar?
Sh... sonó de algún lugar del salón, mientras se daba la clase.
Mire alrededor y todos hacían cualquier cosa menos escribir.
-Vale, te haces la interesante, mejor pone más atención a la clase.
Ajuste mi garganta para responder, y en un movimiento involuntario casi por advertencia cerré mi libreta cuando una mano desconocida se apresuró a intentar quitármela.
-Esto...no, no te incumbe, respondí levantando mi cabeza y fijando mis ojos en los de un extraño que forcejaba con mi pequeña libreta.
Su camiseta negra apretada, sus anchos brazos llenos de tatuajes y su cuello tonificado dejaban en evidencia a un chico muy atlético y guapo al cual yo no conocía.
-Vale, tranquila, dijo soltando la libreta.
No hare nada malo, dijo levantando sus manos alejándose de mí, demostrándose arrepentido por esa terrible aproximación.
-Pero si tú no me dices de que escribes no podré ayudarte.
¿Ayudarme tú? Sonreí, de que vas... eres un súper héroe o algo así.
-Vamos no seas tan terca, llevas casi tres días repitiendo el mismo comportamiento.
¿Así? ¿Cuál según tú? lo mire sorprendida cruzándome de brazos.
-Vienes a esta misma sala a una clase que claramente no te gusta, porque no pones atención te sientas en el mismo puesto, y haces el mismo gesto repetitivo de fingir que tomas atención cuando lo único que haces es pensar mordiendo ese extraño lápiz en algo que no he logrado descifrar, así que supongo que intentas escribir algo en tu diminuta libreta.
Bravo, veo que estas bastante pendiente de mí, ¿te doy mi ADN también?
Sonrió dándome una pequeña reverencia, sintiéndose el ganador de una conversación que acababa de iniciar.
Ahora si me cuentas de que va tu libreta yo puedo a lo mejor investigar.
-No, gracias. Respondí con voz seca.
Tranquila que no soy el chico malo que te dejara en vergüenza, no le contare a todo el salón cuál es tu romance o diario secreto.
-No, es la última vez que te respondo no pierdo el tiempo en estupideces.
Me levante del asiento tomando mis cosas e intentando salir lo más rápido de ahí pero no lo logre.
-Vale, ya está, tú ganas, pero no te vayas. Dijo deteniéndome en seco cuando intentaba evadirlo para salir.
No fue mi intención no quería molestarte, ni ser descortés contigo es más déjame que me presente yo soy...
-Un imbécil, respondí con sarcasmo.
Se rio de una manera fingida ondeando ligeramente sus labios.
-Soy Patrick.
Recalque él imbécil.
Se quedo en silencio esperando que fuera yo quien se presentara o mínimo le diera unas disculpas, pero eso no sucedió.
-Vale niñata veo que andas de mal humor.
O tal vez tú no sabes acercarte a las chicas y las estresas antes de presentarte.
Pase de largo convencida de que esta ves era yo quien había ganado la conversación.
"Luz." Para por favor. ¿Ese es tu nombre? ¿verdad?, y aunque no me debería interesar en nada lo que hagas en tu tiempo libre, tu nombre no está en la clase de ornitología.
Tragué en seco y detuve mi andar.
¿Orni que? ¿Y tú? ¿Por qué sabes mi nombre? ¿Quién eres?
Soy muchas personas a la vez, pero aquí soy el ayudante de la profesora que está ahí, señalo con su mirada. Adelante fuera de tu mundo de fantasía y puesto que eres nueva esto sería más fácil si tomaras atención a tu alrededor y salieras un rato de tu libreta.
¿Todo bien allá chicos? Alguien interrumpió.
El afino su garganta y levantando sus cejas sugirió a que fuera yo quien diera una respuesta.
Vamos que preguntan si esta todo bien.
Mierda pensé.
Sí, esta todo bien, no pasa nada, respondí.
Vale tú ganas, susurre.
Si me llamo luz y no tengo idea de que va ese nombre tan raro de tu clase, alguien de la lista de carreras me recomendó esta clase para aprender sobre aves, porque intento escribir un libro, cosa que a ti no te debería interesar.
Sobre...
Sobre un ave, por eso estoy aquí.
¿Cuál de todas? Existen un millón de especies.
No es tan conocida, de hecho, como te dije no tiene importancia.
Claro que lo tiene, a mí me importa ¿Cuál es?
-El tordo.
"El tordo" Vale, menciono sorprendido. Eres más interesante de lo que pensé, las chicas se enamoran fácilmente de los colibríes, de los halcones o los buitres porque hay algo en ellos que les causa curiosidad. Pero a ti te mueve la mente el escribir sobre un tordo.
Y ¿Qué te gusta de él?
Pues su plumaje que es negro medio brillante y cambia según como le llegue la luz, y también su manera de ser precavido ya que no suelen dejarse ver por la gente.
Si son aves bastante temerosas, agrego él.
Acto seguido de su respuesta levanto las cejas en reacción y sonrió mirándome de frente como intentando descifrar algo en mí.
Es así ¿Cómo tú?
Creo que ya fue suficiente, le sugerí.
Vale, ya te cabreaste, pero antes, respóndeme algo ahora que estamos en confianza, dime ¿por qué tu nombre no está en la lista?
Porque pertenezco al internado y tengo acceso a todas las clases que quiera tomar de la facultad, así que no me hace falta escribirme en ellas para asistir.
¿Y tú? ¿Quién eres? Y ¿Cómo sabes mi nombre?...
Ya te dije soy "Patrick" y puesto que veo que no quieres hacer amigos porque no te acercaste a nadie en toda la clase, deberías irte con más cuidado si no quieres llamar la atención, ya que tu nombre lo tienes escrito en la orilla de tu libreta y es fácil que uno se lo aprenda si vas a todos lados con ella.
Observé de manera rápida la libreta y con las manos tapé el me llamo luz...
algo que inmediatamente llegaría a borrar.
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LA CHICA DEL TORDO [TERMINADA]
Teen FictionUN AVE, DOS JOVENES, UNA FACULTAD Y LA IDEA DE CREAR UN BUEN LIBRO. Luz es la chica que mantiene en secreto su libro "lo más hondo de mí." Patrick es el ayudante metiche que puede hacer de su idea una realidad. Ella una chica obsecionada con escribi...