#Capítulo 7🖤

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Como todo establecimiento la facultad de Kiries tenía sus reglas y aunque yo era solo una simple internada, no estaba exenta de ellas.

Reglas que esa noche ignore por completo.

-

Salí de mi habitación con la idea de llegar a la biblioteca en busca de un libro.

Este se llamaba "Las maravillas de las aves." y ya lo había buscado tanto por internet que el buscador me limito abrirlo, porque era de forma paga.

Así que con ese pensamiento de ir e investigar en él, o al menos encontrármelo en la estantería de la sección de ornitología, me dirigí rumbo a la biblioteca.

-

Sali de mi habitación, con un suéter gris muy ancho, el cabello suelto, un jeans apretado y unas zapatillas Vans. En mi bolsillo trasero guarde la tarjeta de acceso y en mi bolsillo ancho del polerón llevaba mi celular, mi pequeña libreta y un bolígrafo.

Dejé cerrada la puerta y caminé un buen tramo de pasillos, hasta llegar a la escalera principal.

Eran las diez en punto, repasé el lugar y pensé muy bien en lo que estaba haciendo.

"Nadie me debía notar y eso lo tenía muy claro, era un ir y venir de manera rápida y confiada. De salir mal todo mi esfuerzo por permanecer los dos años dentro de la facultad se irían por la borda."

El lugar estaba vacío, todo permanecía en silencio y no había nadie observando, ni siguiéndome los pasos, así que continúe.

Comencé a bajar los peldaños de la escalera, cuando el celular en mi bolsillo se encendió emitiendo una pequeña vibración.

MENSAJE DE AMIGA LOLA:

¿Qué haces?

¿Por qué no te has conectado?

¿Te apetece venir a mi habitación?

Estoy muriendo del aburrimiento, ven y vemos una peli...

-No puedo, voy de camino a la biblioteca.

Tú ¿Qué? No seas idiota.

Podrían verte, es mejor que dejes esas ideas locas por los libros y vuelvas a tu habitación ¿acaso no sabes que aquí hacen supervisión?

-Tú tranquila esta todo bajo control solo voy y vuelvo.

Ha... Cuando haré que entres en razón.

Guarde el celular en el bolsillo y al hacer ese terrible movimiento, mi libreta y mi lápiz cayeron del otro lado emitiendo un fuerte ruido que se dispersó por todas las escaleras.

!Hay no¡ dije suplicando.

Espero que nadie lo haya notado.

Me apresure por bajar las escaleras para recuperar mis cosas, hasta que un ruido anexo hizo que me mantuviera completamente quieta en el lugar.

Trague hondo, cerrando mis ojos con las rodillas semi dobladas tratando de mantenerme tranquila y confiada, mientras unos pasos firmes se aproximaban de manera lenta hacia mí.

¿Luz?

Sí...

¿Qué haces aquí?

Lo siento, yo quise salir a por un libro, me he detenido por que se me ha caído la libreta y mi lápiz.

Subí la mirada, enderezándome y volviendo a guardar mis cosas en su lugar, encontrándome de frente a Patrick.

Bua... que susto me has dado imbécil, creí que era el director.

¿Siempre eres tan mal educada? pregunto.

Y tú ¿Siempre eres tan entrometido?

de estar completamente asustada pase a sentirme enojada y frustrada por su culpa, ahora menos podría ir a la biblioteca.

No, Luz no soy entrometido, solo tuve que pasar por aquí... Aquella que no está haciendo las cosas bien eres tú. Ahora que has guardado bien tus cosas, toma todo tu mal genio y lárgate a tu habitación si no quieres tener un buen problema.

Arquee las cejas, y lo mire fijamente intentando dominarlo.

Este solo se acercó y no me quito la vista de encima logrando que la que se sintiera completamente insegura fuera yo.

Déjate de juegos Luz, basta de ya no estar siguiendo las reglas.

Vale las seguiré como tú dices, pero que hay de ti. Acaso solo yo cometo errores.

Lo dices porque parece que yo también estoy ¿escapando?

Claro, porque yo no puedo andar afuera y tú sí eso es injusto.

Al final del día tu y yo... somos iguales.

¿Sí? Tu y yo.

Escucharlo de su boca sonaba diferente, casi irreal.

Asentí.

Patrick acerco su boca a mi oreja causando que su aliento frío me erizara la piel, posiciono su mano en la parte baja de mi espalda y atrayéndome lentamente hacia él, respondió.

Yo no vivo aquí niñata, es más me largo en mi coche.

Alejo su cuerpo de mí reincorporándose, de una situación que al el también le habia puesto nervioso, y luego levanto las llaves moviéndolas en mi cara, demostrándome que lo que decía era la verdad.

No supe que decirle, el que haya estado tan cerca de mi casi me deja sin oxigeno en las venas, y mis pulsaciones aun no eran conscientes de lo rápido que iban por él, así que solo me alejé esperando que este hiciera lo mismo.

-

Ten una buena noche mal humorada, y cuídate mucho, sería una pena que alguien notara que no estas en tu habitación.

Maldije mientras este se alejaba bajando por las escaleras desapareciendo por completo de mi punto de visión.















LA CHICA DEL TORDO [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora