LA CHICA DEL TORDO [TERMINADA]

#Capítulo 41 🖤

Luz

"La fama no nos garantiza el dinero, ni la felicidad." Existen pocas cosas realmente importantes en la vida de una persona, que si le hacen más sentido a esa palabra "Felicidad." Como aquellos que se nos graban en los labios o en la piel, como recuerdos permanentes que significaron tanto, que nos llenan el corazón y nos hacen sonreír sin querer.

Personas, lugares, situaciones que nunca se podrán comprar con dinero, porque por si solas ya son muy valiosas.

Y hoy es uno de esos días en el que me cuestiono todo el camino que he tomado.

Donde me doy cuenta que aun pasando casi un año hay sentimientos que no se podrán jamás borrar del mapa, porque son tan importantes en el camino que casi parecen ser parte de ti también.

Y me doy cuenta que existen casualidades que aun siendo pasajeras se convierten de un día a otro en todo lo que quieres y necesitas para sonreír.

No sé si mi versión le hace justicia al valor de mis promesas, porque soy consciente que ha pasado mucho tiempo desde que deje mi ciudad, mi familia y la facultad. Para ir atrás de un sueño, pero debía volver, sabía que un día lo tendría que hacer, no solo por mí, sino por Patrick. Tal vez en el interior soy la misma persona que conoció y cargo la misma forma de pensar, pero mi exterior ha cambiado demasiado, me he cortado un poco el pelo y mi estilo de vestir parece ser un poco más formal y estoy notablemente más delgada con el poco tiempo que cargo para dedicármelo a mí. Ya no voy sola por lugares, sino que siempre voy casi de la mano de un grupo editorial, que reservan lugares, me presentan personas y oportunidades.

Pero no hoy. 

Hay un gran estrecho entre lo que yo quería a cómo sucedieron en verdad las cosas, porque si hubiese dependido solo de mí, yo hubiese regresado mucho antes. Pero entre el montón de pendientes, la agenda, las reuniones, los libros, las firmas, los viajes. Es verdad que no me di cuenta de que el tiempo pasaba tan rápido, y lo que se volvió un lo hare luego, se convirtió en algo que fui posponiendo tanto que se convirtió en un año.

No sé si sentirme bien o mal por ello.

Hoy se cumplen doce meses en los que hubiera preferido hacer muchas de las cosas que hice de otra manera. Ahora no tengo ni siquiera la seguridad de si él me querrá volver a ver, entendería su enojo, su pena o incluso la rabia de volver y ser egoísta, por aparecer como si nada y desordenar a lo mejor su vida en un día, ya que han pasado meses y es verdad que todo puede cambiar demasiado en un par de días, más en un lapso tan largo como este.

Entonces solo tengo un montón de dudas las cuales en vez de ser ¿Habrán leído mi libro? ¿Cómo me recibirán en la facultad? ¿Estará Lola? o ¿Cuántos libros tendré que firmar? solo se resumen a ¿Cómo reaccionara él?... Y si, no tengo respuestas para ello y tan poco estoy muy segura de sí me quiero enfrentar después de tanto tiempo a la persona que más extrañe.

¿Se acordará de mí? o al menos ¿recordara mi rostro? ¿Sera que ya está con otra persona?

-

Los pensamientos se quedan en blanco cuando Harry y Nora entran de la mano por el despacho que se ha convertido por un año en mi oficina, mi espacio privado y el lugar donde la escritora que he creado toma vida y personalidad.

Sí, los mismos editores que me ayudaron la primera vez, mis dos mejores amigos, que gracias a las buenas platicas y a la confianza ya no se esconden y aprendieron a enfrentarse al mundo a raíz del amor. Y todo me lo dedican a mí, si y a ese libro que sin querer por ideas locas se convirtió en un betsellers y que ellos denominaron la inspiración para confesarse que estaban locos el uno por el otro.

Realmente espero correr la misma suerte.

-

Estamos muy felices de que vuelvas a Kiries. Dijo Nora tomando asiento en frente de mi en una de esas sillas formales típicas que tienen en todas las oficinas.

Harry tomo asiento a su lado y se sumó a la conversación.

-Si claro que lo estamos Luz y muy orgullosos de tu desempeño, pero cuéntanos ¿A quiénes esperas encontrar allá?

Me encogí de hombros, pensando la mejor manera de responder.

La verdad no lose, ha pasado tanto tiempo que me siento casi como la nueva, sabiendo que veré miles de caras de desconocidos, casi como cuando vas al colegio el primer día, y no tienes idea de a que te enfrentaras.

Era absurda la pregunta Nora y Harry sabían muy bien todo lo que habia sufrido a lo largo de los meses, sabían quiénes eran importantes para mí y de alguna forma sabían más de Patrick que yo, pero agradecía esa parte de indiferencia, esa baja de informacion ya que si no todo se haría mucho más difícil y no me apetecía hablar y pensar más en ello antes de salir.

Todo saldrá bien, me menciono Nora esbozando una sonrisa en los labios, apartándose de la silla para retirarse junto a su acompañante.

-Te dejaremos sola un rato, tienes aun un aproximado de quince minutos para ir al coche que te llevara a la facultad.

Asentí con la cabeza.

Esperen y ¿Ustedes a dónde irán? pregunte con un aire de curiosidad.

-Bueno... respondió Harry mordiéndose uno de los labios con una sonrisa llena de picardía. Nosotros iremos a pasear, iremos por unos cafés y a lo mejor a otros lugares, ¿es nuestro día libre no?

¿Libre? esboce una risa nerviosa.

-Si tú nos pediste espacio para reencontrarte con...

Está bien, no hace falta que lo digas.

-Patrick.

Sentí como todo el estómago se me revolvía de la emoción y los nervios.

¡Te dije que no lo dijeras!

-Vale, Luz, pero eso, iras solo con el chofer, tal como nos pediste. Ya te sabes los protocolos y nos aseguraste que estarías bien sin nosotros, aun así, no dudes en avisarnos cualquier cosa estaremos al pendiente.

Si estaré bien, váyanse ya que los estoy envidiando justo en este momento, no quiero ser tía todavía. Les aseguro antes de perderlos de vista y oír la risa nerviosa de ambos, desaparecer por la puerta principal.