#Capítulo 19 🖤

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¿Alguna vez han pensado en que nunca más amarían? o ¿En qué nunca más volverían a ser felices?

Yo nunca antes de conocer a Max, me había puesto a pensar en esas dos cosas, supongo que fue porque nunca tuve los motivos para llegar hacerlo. Hasta que lo ame, y le entregue todo de mí, incluyendo mi felicidad. Y pasamos tanto tiempo juntos que la vida se me hizo común con en compañía y llegue a creer que como era normal estar juntos, el final de la relación nunca nos llegaría a nosotros. 

Porque podían a ver otras parejas rompiendo, terminándose. Pero era algo que estaba demasiado alejado, que no sucedería, no a él y yo... hasta que nos pasó.

Llego ese punto final que nadie quiere poner.

Fue ahí que pensé ello, cuando todo se terminó, en todo ese final que nunca imaginamos, porque ya no había amor en él.

Tal vez cada persona guarda un cupo de amor y cuando este llega a su límite, hay aquellos que optan por volverlo a recargar, acercándose a su pareja, hablando de las cosas que realmente necesitan para continuar juntos. Y existen otros, que solo se marchan y ya, porque no arriesgan su vida queriendo intentarlo, no se quedan a donde siempre se deben esforzar un poco más.

Creí que nunca más me volvería a sentir igual después de eso, que había perdido tanto de mi con él, que no volvería a enamorarme, ni a vivir un nuevo amor. Porque de mí solo quedaron piezas rotas, y nadie querría eso, ni siquiera yo. Que no volvería a sonreír de la misma forma, y mucho menos volvería a sentir emociones tan fuertes por otra persona. Teniendo la certeza de que no repetiría de nuevo ese sentimiento de estar en el lugar correcto con alguien que me hiciera sentir tan bien.

Y eso obligaba a mi suerte a doblarse más de la cuenta, porque si ya no te ama nadie, ni siquiera tú misma, ya no puedes retroceder, ni mucho menos obligarte a quedarte en las grietas que te pueden cortar, solo te queda avanzar, dejando todo atrás, con un montón de miedos, preguntas y penas.

¿Y qué opino ahora de lo mismo? siendo que Patrick se ha vuelto la persona con la que el tiempo se me pasa lento, y su simple existencia en los lugares que recorro, me hace feliz.

Pienso que al final de cuentas nunca tenemos toda la razón. Por qué si volvemos a sentir, y si volvemos a sonreír con otra persona, y sí,  aunque en el momento no lo pensemos, volvemos a querer intentarlo una vez más.

También creo que siempre con el paso del tiempo y las decisiones que tomemos, nos vuelve a latir fuerte el corazón, y sobre todo que el dolor, el miedo, y todo ese daño que crees que jamás te dejara, pasa, se va.

Porque existen más aves en el inmenso cielo, dispuestas a volver ayudarte, a hacerte feliz, a amarte, incluso con el corazón roto, y son ellas, como Patrick. Las que te entregan unas nuevas alas capaz de llevarte cada vez más lejos, y enseñarte a volar otra vez, pero con más calma, con más sutileza y sobre todo con más amor.

-

Mensaje entrante de Lola.

¿Cuándo vuelves a ver a tu famoso tordo? desde que quedas con ese chico estas como perdida.

-Hoy, respondí.

El solo pensarlo, me ponía una sonrisa absurda en la cara.

-En un rato más, tal vez.

Ya no podía más con mi ansiedad, el estómago se me apretaba cada vez, solo de pensar que en un par de horas, llegaría Patrick, con sus cosas. Estaría ordenando su habitación, acomodándose como un verdadero residente más y además de eso nos veríamos. Porque esa había sido la promesa, de que él se haya venido a vivir un mes a la facultad, esa de que siempre nos veríamos.

Y ¿Qué crees que harán de interesante? ¿Te adelanto algo el chico misterioso?

Volví a colocar los ojos en los mensajes de Lola.

-No le digas así... Patrick... lo borré.

Ella aun no sabía nada sobre él y no era aun el momento de darle esa conversación.

-Yo creo, que a lo mejor me mostrará su habitación y me hará un tour, o conversaremos en uno de los patios o vayamos por uno de esos chocolates que a él le quedan muy bien.

Bueno, eso me suena bastante lógico, sería muy absurdo que coleccionaran uno más de sus abrazos o se pusieran a hablar de aves por milésima ves.

Lola no seas injusta conmigo, ves así, no te contare nada más.

¿Qué?... respondió al rato con un montón de emojis riéndose.

Está bien que seas mi amiga, y que no seas de aquellas que pasan el rollo de una noche con un chico, pero ya llevan una semana saliendo. Y cada vez hablas más de él, y se te ve muy feliz. Yo creo, que eso de las miraditas y los abrazos son cosas muy vintage, opino que deberías pedirle el número y decirle todo lo que sientes de una vez.

-Jajaja Lola obvio no me voy a acostar con él, y no, no se lo diré es muy pronto.

Obvio no, sino yo misma te mataría si lo hicieras, y ya me tienes arta Lu, díselo de una puta ves, si sabes tú más que nadie en el mundo que ese tal tordo te trae las hormonas todas revoloteadas.

Enserio Lu, creo que deberías atreverte hacer las cosas que sientes ahora, osino después puede ser muy tarde, ya sabes, los chicos a veces si no les damos señales claras, pueden buscarse a otra, lo digo como consejo. Y no digo que te insinúes en plan rollo como una desesperada que busca su aceptación, sino que se sienten tranquilamente, un rato solos y conversen del amor, fluyan y vean si enserio hay algo en común entre ustedes dos o si son solo rollos del momento.

Y ¿Si me da miedo?

Pues todos tenemos siempre un poco de miedo a la hora de expresarnos a otras personas Lu, pero ese miedo no es tuyo, es externo va más de si te rechazan, pero adivina que pasa si te dicen que no sienten lo mismo.

¿Qué pasa?

Solo te liberas de falsas ilusiones, y sigues. Porque solo es no me gustas, no es un mañana termina tu vida, ni un te vas a morir, es la posibilidad de conocer a alguien más, sabes y así dejas de perder el tiempo.

Cerré el chat, acomodándome en la cama, boca arriba mirando el techo en blanco.

Con un montón de pensamiento invasivos que me decían que debía hacerlo, que era el momento, que si de alguna manera Patrick había despertado algo en mi debía sacarlo de mi cabeza, porque es cierto que si nos guardamos para nosotros cada cosa que nos pasa, en vez de hacernos un bien solo acumulamos todo para explotar.

Como cuando llenamos el closet y sabemos que esté se encuentra lleno de ropa, pero aun así nos seguimos comprando. Necesitaremos sacar lo viejo, hacer espacio porque si no. La ropa nueva esa que tanto nos encanta, no nos caerá.

-

Golpearon la puerta y al abrir, solo quedaron un montón de miradas en el aire y una pregunta.

¿Cuándo fue la última vez que tuviste una cita? 

LA CHICA DEL TORDO [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora