Capítulo 9.- ¿Hija adoptiva?

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La cosa siguió escalando... hasta el grado de volverse insostenible.

Ese día en particular, era tarde, y ya todos se estaban preparando para cenar, encontrándose todos en la mesa. Isabella les había servido sus platos a su esposo e hija, y se dio la vuelta para ir a servirse por último el suyo propio.

Anya se veía contenta, le gustaba la comida de su madre, y estaba a punto de tomar su primer bocado, cuando en eso pudo escuchar los pensamientos de su padre.

* ¿Otra vez vamos a cenar lo mismo? Por dios, ya estoy aburrido de estar comiendo todo el tiempo lo mismo. ¿No podría ser otra cosa? *

Anya no pudo evitar hacer la pregunta.

> ¿Papi? ¿No te gusta la comida de mami?

Y ni bien escuchó esto, Isabella, quien hasta entonces les había estado dando la espalda, con su plato todavía a medio llenar, se quedó completamente en silencio e inerte en su sitio.

>Anya, ¿Quién ha dicho algo de que no me guste la comida de tu madre?

>Es que estabas pensando que te gustaría comer otra cosa, que ya estabas muy aburrido de comer siempre lo mismo.

> ¡Yo no...!

Pero entonces Isabella se daría la vuelta para acercarse hacia a ellos, y le haría saber su disgusto a su esposo.

>Si tanto odias lo que yo preparo, ¿Por qué no haces tú la comida entonces? ¿Eh?

> ¡Cariño! ¡Yo no odio tu comida! ¡La adoro! No le hagas caso a lo que dice Anya.

>Sí, ¿Cómo no? Tanto que yo me esfuerzo en que disfrutes la comida, para que ahora me salgas con esto.

> ¡Cariño! ¡Lo digo en serio! ¡Me gusta mucho lo que tú haces! ¡No pienses lo contrario!

>Sí, claro, y ¿Después qué? ¿Me vas a decir también que realmente no sientes nada por Verónica?

> ¡¿Otra vez vas a sacar ese tema?! ¡Creí que ya te había aclarado ese asunto!

>Tú no aclaraste nada, solamente te hiciste el tonto y decidiste ignorar por completo el asunto.

> ¡PERO ES QUE NO HAY NADA QUE ACLARAR! ¡¿POR QUÉ NO LO ENTIENDES?! ¡QUÍTATE ESA ESTÚPIDA IDEA INFUNDADA DE TU CABEZA! ¡¿QUIERES?!

> ¡NO ME HABLES ASÍ, TARADO! ¡NO TE LO PERMITO!

> ¡PUES ENTONCES DEJA DE HABLAR TANTAS MIERDAS! ¡PARECES UNA RETRASADA!

> ¡¿QUÉ DIJISTE?!

> ¡NADA! ¡¿ME ESCUCHASTE?! ¡NADA! ¡SÓLO OLVÍDALO! ¡YO ME VOY DE AQUÍ! ¡YA NO TENGO HAMBRE!

> ¡VUELVE AQUÍ AHORA MISMO!

Pero decidiendo ignorarla, pronto se escucharía un portazo, pues Sebastián se había encerrado en su cuarto.

Y mientras tanto, Anya... estaba temblando de miedo.

>Ma-mami... ¿Estás bien...? Perdón, yo... no quise decir algo que los molestara.

Pero, a diferencia de otras veces, esta vez, Isabella estaba tan furiosa, y no solo con su marido, que volteó a ver a Anya, denotando una expresión en su rostro de lo más intimidante, cosa que asustó aún más a Anya.

> ¡Pe-perdón! ¡Perdón, mami! ¡No quise hacerlo! ¡Perdón! ¡Perdón!

Pero lejos de querer tranquilizarla o de disculparse con ella por haberla asustado, Isabella simplemente se retiraría de ahí y tomaría un rumbo desconocido, quedando entonces solo Anya en aquella mesa, que ahora yacía llorando y sintiéndose demasiado culpable por haber generado un pleito entre sus padres, sin siquiera entender qué es lo que había dicho que era tan aparentemente malo.

SPY X FAMILY - ¿HACE FALTA DECIRLO CON PALABRAS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora