SPY X FAMILY - ¿HACE FALTA DECIRLO CON PALABRAS?

Capítulo 41.- El niño que olvidó lo que se siente amar (parte 1)

NOTA: Así como ya pasó antes al momento de escribir el capítulo 9, en este episodio nuevamente ocupé usar muchas imágenes (más de las que wattpad me permite usar en un solo capítulo), por lo que nuevamente me vi en la necesidad de dividirlo en dos partes, en contra de mi voluntad.

Es un episodio bastante largo juntando las dos partes, PERO, recomiendo encarecidamente leer las dos partes seguidas, y no dejar la segunda para después, pues, de lo contrario, se podría perder parte del impacto que pretende generar el capítulo de hoy.

Dicho esto, espero lo disfruten.

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Cuatro años atrás...

En aquel entonces, cuando Damian contaba tan sólo con cinco años de edad, y todavía no entraba a su primer año en la escuela Eden, su vida no era precisamente... la mejor.

Y aún al día de hoy, seguía sin serlo.

A pesar de tener prácticamente todo a su disposición, y de ser el hijo menor de una acaudala y poderosa familia, siendo probablemente esta la más influyente e importante de todo el país... lo cierto es que no gozaba realmente de aquello que verdaderamente quería.

Y eso era, el amor de su propia familia.

Eso fue algo que los miembros de su familia nunca le supieron brindar.

Pues, si no fuera porque aquel pequeño llevaba su sangre y su apellido, sus padres ni siquiera recordarían que era hijo suyo.

Y eso va también para su hermano mayor, a quien poco le importaba tener un hermano pequeño, y casi siempre pasaba de él, inmiscuyéndose en su vida solo cuando era estrictamente necesario.

Todos tenían mejores cosas que hacer, antes que centrarse en el pequeño Damian. En todo caso, resultaba más fácil y conveniente dejarles todo el trabajo a los sirvientes de la casa, para que le hicieran compañía, y si eso no bastaba para hacer que no se sintiera solo, entonces le comprarían un perro con el que pudiera jugar y entretenerse solo.

Así fue como Damian obtuvo a su querida mascota Max, un pastor alemán, quien era indiscutiblemente su mejor amigo, y probablemente el único amigo real que él tenía.

En fin. Así era la rutina para Damian.

A pesar de tenerlo todo en sus manos... a Damian le faltaba lo único que verdaderamente deseaba, y eso era la atención y afecto de su padre, madre y hermano.

Y a pesar de sentirse tan solo en esa enorme casa... se las arregló para acostumbre a esa vida, algo en lo cual Max jugó un papel clave, pues le ayudó a lidiar con la soledad que sentía.

...

...

...

Aunque él no se sentía conforme y, como cualquier niño pequeño, por supuesto que no había nada en el mundo que ansiara más, que el que su querida familia le prestara atención.

Por lo que él haría hasta lo imposible para obtenerla.

>Hermano... ¿Quieres jugar un rato conmigo...? Yo... me inventé un nuevo juego. Es de dos personas, así que necesito que alguien más se una.

>Estoy ocupado, Damian. La escuela me demanda mucho trabajo, así que no puedo darme el lujo de perder el tiempo en jueguitos que no me aportan nada. ¿Por qué no le pides a alguno de los sirvientes que juegue contigo?