SPY X FAMILY - ¿HACE FALTA DECIRLO CON PALABRAS?

Capítulo 35.- Los privilegios de una relación

Otro día más en la escuela.

Pero hoy se cumplía oficialmente una semana desde que Damian y Anya habían empezado a "salir juntos".

Y para mala suerte de Damian, y buena de Anya, María aún no desistía de seguir espiando a Damian cada que podía, lo que le había permitido a Anya prolongar la relación.

Sólo por eso, es que Anya internamente se sentía muy agradecida con María... si no fuera por lo insistente que es, ya hace tiempo que su relación se habría terminado.

Por esa razón, cada que María aparecía cerca de ellos, Anya, en lugar de molestarse o ponerse nerviosa, inconscientemente se le dibujaba una sonrisa en la cara.

Además, gracias a que llevaban ya una semana saliendo, Anya pudo empezar a acostumbrarse poco a poco a estar cerca de Damian, así como fingir que era su novia. Le costó bastante cuando recién empezaron, pero ya le resultaba más sencillo ocultar su nerviosismo, y hasta se notaba que le gustaba que los demás creyeran que ella era su novia.

Ya no le daba tanta vergüenza como al inicio. Por supuesto, le seguía dando pena, pero ya no era tan evidente, e incluso se permitió a sí misma ser más expresiva y "directa" cuando Damian le pedía que hiciera algo delante de todos, que los hiciera parecer que eran una pareja.

Cuando se presentaban estas oportunidades, Anya no se lo pensaba dos veces, y rápidamente rodeaba a Damian con sus dos brazos para encerrarlo en un fuerte abrazo, y en ocasiones, llegaba hasta el punto de frotar su mejilla con la de Damian. Sabía que Damian no se molestaría conque ella hiciera esto, porque él mismo le pedía que actuara como una novia amorosa.

Básicamente, se estaba aprovechando de su posición de "novia" para tener una excusa de darle tanto cariño a Damian como podía.

Y vaya que a Anya le encantaba seguirle la corriente a Damian con esto de ser novios...

Esos momentos llenaban a Anya de una inmensa felicidad. Estaba disfrutando como nunca su vida en la escuela. La última vez que se había sentido así de feliz, fue el día que por fin se pudo deshacer de Rebeca. Pero a comparación con aquella vez, ahora se sentía incluso más feliz.

Así de bien se la estaba pasando.

Y toda esa felicidad que sentía, era causada por Damian.

A quien cada día sentía que quería más y más...

Conforme más tiempo pasaban juntos, ella sentía que se estaba enamorando más... y se le hacía más difícil cuando llegaba el momento de salir de la escuela y volver a casa.

Porque entonces tenía que esperar hasta el día siguiente para poder volver a verlo.

Y sentía un enorme vacío dentro cuando no lo veía.

También comenzó a resultarle más difícil el dormir durante las noches. Se la pasaba despierta durante varias horas fantaseando con él e imaginándose que salían a divertirse juntos en diferentes lugares, cada uno más divertido que el anterior.

Incluso... llegó a soñar una vez, que ella se armaba de valor para invitarlo a su casa, y él accedía, y entonces conocía a sus padres, y ellos se terminaban llevando bien y pidiéndole que viniera más seguido, y Damian les decía que sí con una sonrisa.

Ese sueño en particular le hizo sentir una felicidad como ninguna otra. La hizo sentirse llena de plenitud, y la hizo desear que algo así en verdad pasara y no se quedara solo como un sueño. Pero...

No podía... no podía ser.

Eso era algo imposible.

Sabía que la sola idea era absurda, por la simple y sencilla razón, de que...