Dibujando estrellas - Emiliano Dibu Martinez

Capítulo Cincuenta

La música retumbaba en el club libertine, creando un ambiente vibrante y lleno de energía. Paula rompió el beso con Mason luego de unos largos minutos y giró para ver la reacción de Emiliano. Una sonrisa victoriosa se dibujó en su rostro al notar la mueca de nauseas que se había instalado en el rostro de su ex cuando minutos antes la había estado mirando de forma desafiante. Satisfecha consigo misma, tomó la mano de Mason, que todavía estaba un poco mareado por aquel intenso baile y beso, y se acercó al grupo formado por sus mejores amigos, que seguían bailando ajenos a todo lo demás.

La rubia la abrazó por la cintura ni bien la vio y juntas bailaron al ritmo de varias canciones. Camila estaba realmente en su mejor momento, divertida y feliz de estar festejando un cumpleaños tan maravilloso. En determinado momento del baile, Paula terminó aferrada a la cintura de su mejor amigo, que la sostuvo con fuerza al ver que ella no daba más de borracha. El cordobés se inclinó sobre ella, con una mirada de advertencia en sus ojos y le dijo al oído.

— Vi a Emiliano hace un rato —el tono serio de su voz hizo que Paula frunciera el ceño— Por favor Poly, tengamos la noche en paz —Le rogó, lanzándole una mirada a su novia, que bailaba ajena a la conversación— Es el cumpleaños de Cami, no necesitamos drama esta noche.

La morocha levantó una ceja, fingiendo inocencia.

— No te preocupes —Le dijo al oído y le dejó un beso en el cachete— Todo bien, de verdad. —Respondió con una sonrisa que intentaba trasmitir calma.

Julian la observó por un momento, como si dudara de sus palabras, pero finalmente asintió y volvió a bailar, como si nada hubiese pasado.

— Tengo sed —Declaró la morocha luego de un rato— Voy a buscar algo para tomar —Se giró para mirar a Mason, que por su expresión no había entendido nada de lo que había dicho— I'll be right back (Vuelvo enseguida) —Le dijo y le plantó un rápido beso en los labios.

El ambiente en la barra era animado, con gente riendo y charland mientras esperaban ser atendidos. Poly se inclinó sobre la barra para hacerse ver y pidió una segunda jarra de margaritas, estaba a punto de pasar la tarjeta cuando una voz familiar la interrumpió.

— Mejor pedite una botella de agua con eso —Dijo la voz por detrás de ella.

Paula dio media vuelta con una sonrisa, sorprendida al reconocer la voz de Emiliano Buendía. Lo saludó con un abrazo efusivo, contenta de encontrárselo.

— ¿Qué hacés acá? —Preguntó sorprendia de verlo tan lejos de Birmingham— ¿Salida del villa o algo? —Preguntó, interesada en saber que carajo hacía su ex ahí también.

— Se podría decir, si —Dijo el marplantense con una sonrisa— ¿Vos qué onda? Se te extraña por los vestuarios del Villa Park

Paula le sonrió por cortesía, no había pasado mucho tiempo juntos, pero siempre le había caído bien y era agradable encontrarse con caras conocidas. Sin poder evitarlo, la mirada de Paula voló hasta el exacto lugar donde el dibu estaba sentado, pero ya no parecía perturbado ni celoso, sino que ahora reía a pierna suelta de un chiste que le había hecho Alisha. La rubia estaba vestida de infarto y en ese momento se inclinaba sobre Emiliano con una mano apoyada sin decoro en su pierna, seguramente para poder hablarle al oído. Una punzada de celos recorrió a la morocha de pies a cabeza.

— Si, veo como se me extraña —Murmuró, en un tono tan bajo que su interlocutor no llegó a escucharla— Que bueno verte, Emi, pero me están esperando —Agregó elevando el tono.

Se giro para pagar la jarra de margaritas y levantándola con algo de dificultad se alejó de la barra, para dejarse caer al lado de Lisandro, que levantó la vista de su teléfono al sentir el movimiento del sofá.