Capítulo Cuarenta y Tres

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Habían pasado tres días desde el partido contra panamá y aquella fiesta. Paula y Emiliano parecían haber recuperado la armonía en su relación, siempre jugando, compitiendo entre ellos y riéndose el uno del otro con mucha confianza y sobre todo, sin peleas absurdas. Debido al calor excesivo, los entrenamientos se estaban dando más que nada por las noches, por lo que Poly y el Dibu tenían la mayor parte del día libre.

Emiliano venía tanteando el terreno hacía varios días para plantearle a Poly su idea de cambiar de club y sobre todo, que ella fuera a vivir con él en Inglaterra. Tenía un poco de miedo, porque sabía lo que significaba para Poly estar lo más cerca posible de su familia, pero también había visto lo que la distancia hacía con ellos y no estaba dispuesto a darle más espacio para seguir abriendo grietas en su relación.

Esa tarde, mientras revisaba su teléfono distraídamente, con Paula acostada recostada sobre sus rodillas en el sillón, Emiliano parecía inquieto, removiéndose en el asiento buscando las palabras para encarar a su novia, que parecía absorta en las planillas del último entrenamiento.

— ¿Te pasa algo, amor? —Preguntó la morocha, después de un largo período de silencio y notando lo incómodo que estaba— Estás muy callado.

— No te quería desconcentrar, estás re metida en tu trabajo —Le dijo él, sonriéndole cariñosamente mientras le acariciaba el cabello— pero la verdad es que si, quería hablarte de algo

La morocha se incorporó de inmediato y dejó las plantillas a un lado para mirar a su novio con preocupación.

— No me asustes... —Pidió, apoyando su mano sobre la rodilla de él.

— Tranquila, no es nada malo —Aseguró él.

Estaba más nervioso que la vez que le había pedido que fuera su novia. Emiliano se sentía un poco ridículo al respecto, de pronto sentía como las manos le sudaban y lo único que quería hacer era esconderse detrás del sillón, como un nene tímido. Paula le sonrió con paciencia, al notar que, fuera lo que fuera, era algo incomodo para él.

— Hace semanas ya... —empezó a decir, rascándose la nuca— Bueno en realidad desde que empezamos a salir, pero era muy pronto y... —Las palabras salieron de su boca a toda prisa, por lo que tuvo que frenar un segundo para tomar aire— Me encantaría que te vinieras a vivir conmigo —Le propuso finalmente, con toda la sinceridad del mundo.

Los ojos de Paula se abrieron de par en par, ante la sorpresiva propuesta del arquero. Su corazón se hinchó de felicidad ante la idea de compartir su vida con él, de forma oficial; pero algo en los marrones ojos del gigante no terminaba por convencerla de que aquella era una magnifica noticia para ellos.

Emiliano se apresuró a explicarle también, que estaba pensando en cambiar de club, después de los planteos ridículos del Aston Villa y las múltiples ofertas que parecían estarse barajando bajo su nombre. Paula lo escuchó atentamente, mientras en su cabeza se formaban mil preguntas al respecto, pero sobre todo el por qué no se lo había contado antes.

Le emocionaba sobre manera que él le estuviese plantenado aquella posibilidad de vivir juntos, pero estaba claro que no era el momento indicado.

— No sé qué Pensás al respecto —Dijo al final el arquero, volviendo a rascarse la nuca con nerviosismo— Ya sé que te tiré un montón de pálidas, pero...

— Me encanta la idea de vivir juntos, no te lo voy a ocultar —Dijo ella, inclinándose para besarlo con ternura— Pero te das cuenta que no es el mejor momento ¿No?

— ¿Por qué no? —Preguntó, confundido— Ya sé que lo del club es algo inestable, pero tampoco está...

— Vos mismo lo dijiste —Le recordó, sonriéndole— Estás planteándote cambiar de club, osea que eso podría significar vivir en Inglaterra, España, o Colombia —Enumeró—cualquier país me da lo mismo, no es ese el punto —Aclaró— Yo no tengo trabajo, sea donde sea que vayamos a vivir y sabés que no pienso depender económicamente de vos, ni de nadie para el caso.

Dibujando estrellas - Emiliano Dibu MartinezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora