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Una corriente de ira recorrió el cuerpo de Maya en cuanto escuchó su nombre. Podría reconocer esa maldita voz a kilómetros de distancia. Ella cierra los ojos pidiendo clemencia a Dios antes de girarse y encontrarse con Joseph Monte parado a centímetros de distancia.
Maya enfoca sus ojos, observándolo con una expresión seria, a la que sus amigas también se unen.
—Cuida tu lengua antes de hablar con ella. Para ti, es su majestad la reina Maya de Herden. —Espeta Maggie compartiendo la misma ira con las amigas.
Con una mirada gélida, Maya enfrenta a Joseph Monte, sintiendo la ira hervir dentro de ella. Se recompone rápidamente, manteniendo su postura firme frente a él.
—No es necesario que te dirijas a mí de esta manera, Joseph. Has sobrepasado los límites suficientes para toda una vida. —Dice con voz calmada, pero cargada de desprecio.
Maggie y Eva se quedan al lado de Maya, listas para defenderla a cualquier costo.
—Tu presencia no es bienvenida, así que sería mejor que desaparecieras de nuestra vista. —Solicita Eva con un odio extra hacia Joseph debido a que él y su familia están intentando robar las tierras de su tío.
Joseph Monte mira a las amigas de Maya con el desprecio que lo caracteriza y vuelve a dirigir su mirada a la reina, quien no se deja intimidar por su expresión burlona.
—Yo te llamo como se me antoje, y ustedes dos cierran esas malditas bocas si no quieren enfrentar las consecuencias. —Amenaza soltando una sonrisa maliciosa intentando intimidar a las tres mujeres que están frente a él.
Maya sostiene la mirada de Joseph, sin vacilar ante sus amenazas. Sabía que no podía ceder ante su intimidación, especialmente frente a sus amigas que confiaban en ella para liderar.
—No nos vas a intimidar, Joseph. Tus amenazas no tienen poder sobre nosotras. —Responde Maya con determinación, manteniendo su voz firme y fuerte.
—Puedes intentar asustarnos con tus amenazas, pero no nos doblegaremos ante un imbécil repugnante como tú. Sabemos perfectamente lo que tú y tu familia están intentando hacer con las tierras del tío de Eva, pero no permitiremos que eso suceda. —Dice Maggie con fervor, mostrando que están unidas contra la injusticia.
Joseph bufa ante sus acciones soltando una risa maliciosa.
—¿Y quiénes son ustedes para amenazarme? —Cuestiona con una mirada cargada de odio al darse cuenta de que Maya ya no es la misma niña que una vez fue. —Si quiero, esas tierras serán mías hoy mismo.
—Puedes pensar que eres dueño de todo y que puedes hacer lo que quieras, sin embargo, estás equivocado. —Afirma Eva con un coraje inquebrantable, demostrando resistencia.
—¿Qué pueden hacer ustedes contra mí y mi familia si apenas tienen dónde caerse muertas? Dile a tu tío que esas tierras serán mías, tarde o temprano. —Informa señalando con el dedo hacia Eva, intentando intimidar.
Maya mantiene su mirada firme, sin retroceder ante la intensa hostilidad de Joseph Monte. Observa todo detalladamente como si estuviera estudiando todas sus acciones para saber cómo actuar.
—Y tú, ¿no vas a decir nada, su majestad? —Pregunta con desdén, mirando directamente a los ojos de Maya.
Las personas que pasaban miraban la escena preguntándose qué estaba pasando y por qué Joseph estaba hablando con la reina. En muchas mentes comenzó a surgir la idea de que tal vez los dos eran amantes, y que la reina era una mujer adúltera.
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La Reina
RomanceUn único error hizo que Lady Maya Kensington pagara un precio muy alto. Juzgada por la sociedad y rechazada por su propia familia, Lady Maya fue obligada a dejar la corte y marcharse lejos donde pudiera intentar empezar de nuevo con su vida. Sin emb...