Capítulo 32: Era Una Vez, Los Barbant

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Después de esta impactante revelación, el hermano de Abigaíl y su esposa, respondieron al llamado de Víctor para comparecer a la corte. En la carta, él no había revelado el motivo de la urgencia, solo mencionó su importancia. Al llegar a la corte, se encontraron con Maya y la reina madre, donde finalmente descubrieron la verdad sobre su muerte.

— Mi hermana siempre creyó que eran amigas suyas. ¿Cómo pudieron hacer esto? ¿Matarla de esta manera?

La revelación de la verdad sobre la muerte de Abigail dejó atónitos e incrédulos al hermano y su esposa. Los dos, expresaron su profunda angustia y choque al descubrir que las personas en quienes Abigail confiaba y consideraba amigas eran, de hecho, responsables de su muerte.

El hermano de Abigail lamentó que su hermana, tan inocente y buena, haya sido traicionada de manera tan artera. Compartió conmovedoras historias sobre la bondad y generosidad de Abigail, destacando cómo siempre buscaba ver lo mejor en las personas, incluso cuando eso significaba renunciar a su propia seguridad.

— Lo siento mucho. El descubrimiento de esta verdad ha sacudido a toda la corte. Sin embargo, nunca es tarde para hacer justicia. Abigail será vengada. — Comentó Maya intentando tranquilizarlos.

— No sé cómo informarles a mis padres sobre esta verdad. Temo que el corazón de mi padre no aguante tal choque.

La preocupación del hermano de Abigail sobre cómo informar a sus padres sobre esta verdad es comprensible. Maya expresó su empatía y compasión ante este difícil dilema.

— Entiendo su preocupación. Descubrir una verdad tan devastadora puede ser extremadamente difícil de manejar, especialmente para aquellos que estaban más cerca de Abigail. Todos estamos atravesando un momento difícil, pero es importante que enfrentemos esta situación juntos.

— Sus padres seguramente sentirán un profundo dolor al enterarse de la verdad, pero también merecen saber lo que realmente sucedió con su hija. Estamos aquí para ayudarlos a enfrentarlo juntos como familia. — La reina madre agrega reconociendo la dificultad de la situación.

— Si necesitan algo, por favor, no duden en informarnos. Todos estamos unidos en este momento difícil, y juntos encontraremos una manera de superarlo. — Declara Maya ofreciendo asistencia y asegurándoles que no están solos en esta búsqueda de justicia para Abigail.

— Mi familia y yo estamos muy agradecidos por la ayuda, su majestad. Pero ¿ahora podemos ir a ver a nuestros sobrinos? — Pregunta deseando ver a Arthur y Ava.

Maya asintió con la cabeza en aprobación, comprendiendo la necesidad del hermano de Abigail de buscar consuelo en la presencia de los sobrinos.

— Por supuesto. Sus sobrinos también están ansiosos por verlos. Haré que alguien los acompañe hasta donde están los niños.

La reina madre también expresó su acuerdo.

— Sí, por favor, vayan a verlos. Necesitan el amor y el apoyo de la familia en este momento. Estaremos aquí si necesitan algo más.

Maya luego instruyó a uno de los guardias para que acompañara al hermano de Abigail y su esposa hasta donde estaban Arthur y Ava, asegurándose de que llegaran en seguridad y fueran recibidos cálidamente.

— Por favor, llévelos a los aposentos de los niños y asegúrese de que estén cómodos. Y, por favor, avíseme si necesitan algo más.

Esa noche, después de la cena, Maya solicitó la compañía de los guardias para acompañarla hasta la mazmorra. Desde la captura de los Barbant, ella aún no había tenido la oportunidad de visitarlos. Quería enfrentar sus rostros una última vez antes de que fueran condenados a muerte. El dolor causado por esas personas era abrumador, y ella reconocía que no debería tener compasión por los Barbant. Sin embargo, nunca había imaginado que su posición la pondría en el papel de decidir el destino de alguien, mucho menos condenarlos a muerte.

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