🌺𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 27🌺

102 5 0
                                    

𝐔𝐧𝐚 𝐜𝐞𝐧𝐚 𝐢𝐧𝐜𝐨𝐦𝐢𝐝𝐚

-Ay, Diego. ¿Dónde estabas?-
-Es que fui al pueblo y me los encontré-
-No mientas-
-Fui yo tía...Lo siento- dijiste nerviosa,
-Buenas tardes, les traemos su pedido- habló Leo poniéndose a tu lado.
-Ay, por fin, solo que ahorita no tengo el dinero, pero podría pagarles mañana-
-Uy, híjole, es que vamos para Veracruz, pero mi hermano puede pasar de regreso. ¿Verdad, Nando?-
El mencionado lo miró mal, bajó de la carroza y puso la soga en un tronco.
Mirabas con una sonrisa a Nando, este bajaba las bolsas, Leo estaba a tu lado.
-Mañana mismo les pago, no quisiera molestarlos-
-No, hombre. ¿Cómo cree? Si para eso estamos-
-¿De verdad? Me pela mucho, es que tuvimos algunos problemas-
-Sí, Diego nos comentó que tal vez... Su papá-
-Él no ha de tardar, ya volverá-
Miraste a los dos tristes.
-Ah, seguro, regresará pronto lo verá-
-Mjm-dijiste mirándolo con una sonrisa.
-Listo, ah- dijo Nando tirándose para atrás -Y con esto son, a ver 3 + 7- y empezó a contar con los dedos -No, espérate 3 + 7, 2y 2 son 1, ¡Son 11!-
-10- dijo Diego con una sonrisa.
Te pusiste una mano en el labio y te empezaste reír.
-¿Estás seguro? No, no, a ver espérate, 3+- este se sorprendió y se dio vuelta -Míralo tú, muy bien. Solo quería saber si tú sabías y pues sí- -Chicos quédense, vamos a cenar ya-
Cuando dijo eso miraste a tu tía, no querías, estaba Leo ahí, encima a tu lado -Mañana salen tempranito-
-¿Cenar? ¡Ay! Por ahí hubiéramos empezado. ¡Vamos chisguete!-
Leo lo agarró del pañuelo de su cabeza.
-No, de veras ya nos vamos- un trueno se hizo presente, asustándolos.
-¿Y a ti qué te pasó en el brazo?hablo tu tía tomándote del brazo.
- ¡Ay! Me corté con un balde-
-Tienes que ser más cuidadosa, y dejar de llevar a Diego al trabajo- hablo llevándote adentro -Y te vas a bañar, tienes olor a la transpiración- dijo.
-¡Sí tía! ¡Pero no lo digas así! ¡Estan los
chicos!-dijiste sonrojada- Aparte es porque levante varios troncos-
-Ya te dije que no te hagas la fuerte, acuérdate que el año pasado te deslizaste, después te quebraste el brazo-
Los chicos estaban atrás ustedes, Leo te terminó preocupado.
-Báñate y te curo, mensa- siguió la mujer.
-Sí, sí, sí. Ya vengo- dijiste subiendo las escaleras, todos vieron como subias y escucharon como cerras te la puerta.
-¿Siempre se lastima?- hablo Leo provechando que estabas en el baño.
-Sí, no es cuidadosa, siempre viene lastimada. Yo le digo que no trabaja ahí pero no me escucha-
-Es muy mensa esa _____- hablo Nando.
-Siempre fue así- le siguió su hermano.
-¿Ustedes la conocen? No me digan que son otros de esos chicos que coquetean con ella- Leo al escuchar eso puso cara sería, después suspiro y le contestó a la mujer.
-N-No señora, nosotros somos unos amigos... De ella, yo soy Leo San juan y el Nando-
Tu tía se sorprendió al escuchar sus nombres, el chico que te había roto el corazón hace unos años atrás, estaba al frente de ella.
-Por fin los conozco, he escuchado un montón de cosas de ustedes-
-Me imagino son buenas, no?- hablo Nando.
-Sí, sí- dijo llendo a la cocina...

Terminaste de bañarte y te cambiaste, te pusiste esto.

(Imaginense que la pollera es más larga o como quieran)

Remangaste la camisa pero no mancharla con tu herida.
-¡Tía ya terminé!- tomaste el toallón y bajaste las escaleras sacándote el pelo. Los chicos y tu primo terminaron, tenían los platos al frente suyo.
-Pues era ahora, media hora bañándote- hablo Nando.
-Shhh, cállate- dijiste sentándote.
Leo mira tu brazo.
-¿Te duele mucho, _____?-
Lo miraste -Sí... Más o menos- dijiste, tu tía se acercó y tomó tu brazo -¡Ay, Ay! Tía más despacio-
-¿No era que te dolía más o menos?-
-¡Sí! ¡Pero me duele!-
Los chicos miraron como la mayor curaba, cuando terminó intentaste mover el brazo, pero te dolía.
- Es mejor que no la muevas- dijo Leo poniendo su mano arriba de la tuya.
Lo miraste sorprendida y te sonrojaste.
-S-Sí, gracias- dijiste mirando tu plato, alejaste tu mano y agarraste la cuchara, literalmente todos vieron eso.
-Cuéntame... ¿Por qué van a Veracruz?- hablo tu tía intentado mejorar el ambiente.
-Porque mi sueño fue conocer el mundo y Navegar los 7 mares- cuando dijo eso lo miraste.
-Yo le digo, ¿Que para qué quiere conocer los 7 mares? Si son si con uno tiene, los 7 son igualitos. Agua, agua y más agua. De pronto, un pez. ¿Los peces hacen pipí el agua?-
Te reíste -Sabes... Yo también me hago la misma pregunta-
Te empezaste a reír de nuevo.
-¡Oigan! ¿Y si me ayudan a buscar a mi papá?-
-Diego, no lo molestes estaban cenando. Tu papá está bien-
-No. Ya tardó mucho en regresar. Se lo llevaron-
-¿Cómo? ¿Quiénes o qué?-
-¡Los chaneques!-
-¡Otra vez con eso!- habló ya enojada.
-Ustedes si me creen, ¿verdad?-
-Creo que tienes que hacerle caso a tu mamá. Si ella dice que tu papá está bien, así debe ser, ¿verdad?-dijo golpeando el hombro de su hermano.
-¿Ah? ¿Que? Pues, sí, sí, sí, sí. no te preocupes. Así son los papás, se van pero luego regresan. Bueno, el nuestro nunca regresó- Leo lo miro mal -Ja, ja. Pero eso es otra historia-
Miraste a los dos chicos tristes.
-Pero estos no les va a quitar mucho tiempo. Además los chaneques solo te atacan si vas solo y ya será-
-Diego. Ya tengo suficiente con tu papá está perdida como para perderte a tí también-
-¿No que mi papá no estaba perdido? ¡Tú tampoco sabes que le pasó!-
-¡Ya vete a dormir!-
-Ah... Umm- este bajo de la silla, abrazó su mamá, cuando estaba por subir las escaleras te vio.
Tú lo miraste con una sonrisa, se te acercó corriendo y te abrazó, tu aceptaste el abrazo.
Se fue triste a su habitación, tu tía se dio vuelta frustrada, dandonos la espalda, tu miraste a los chicos.
Estos miraron a la mujer y terminaron a ti, pusiste una cara incómoda.
-Tía... Creo que no deberías ser tan dura con él- -Ya lo sé, pero es que me da miedo perderlo por cosas que no sabemos si existen o no-
-El solo se preocupa por su padre...- miraste a la mesa -El... El volverá-
-... Si me disculpan chicos, yo me iré a dormir- habló la mujer subiendo las escaleras. Suspiraste -Lo siento chicos si se siente o se sintieron incómodos... Esta pelea últimamente se vino repitiendo-
-¿Tú le crees?- te pregunto Nando.
Mira a Nando.
-Yo... No lo sé... Se me fue el apetito, buen provecho- dijiste levantándote -Les buscaré algunas sábanas para que no tengan frío- miraste a Leo con una sonrisa, él también hizo lo mismo.
-Gracias, ______-
-De nada- subiste...
Les diste una sábana, luego cuando ellos subieron, fuiste a la cocina para preparar chocolate caliente.
Las pusiste en una fuente y subiste.
-¿Se puede pasar?- dijiste en la mitad de las escaleras...

⋆⁺₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾

𝑆𝐼𝐸𝑀𝑃𝑅𝐸 𝐴 𝑇𝑈 𝐿𝐴𝐷𝑂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora