𝑳𝒂 𝒈𝒖𝒂𝒓𝒊𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒍𝒍𝒐𝒓𝒐𝒏𝒂.
-No llege a agarrar Kika a tiempo, si le llega a pasar algo... Leo esto es mi-
-¡No es tu culpa _______! ¡La Llorona se la llevó, no le hará nada- este se acercó a ti y te miro fijamente, corrió un mechón de pelo que tenías en tu frente por la lluvia y te abrazó-No es tu culpa-
-Apa Leo, ______. ¿Cuándo van a confirmar que son nervios?- apareció te dura- O sea por favor, se tienen unas re ganas, ¿Para cuándo el chape? ¿Cuándo se van a decir que se quieren?- la chica siguió hablando, Leo agarró mi mano y caminó al lado de ella sin que se dé cuenta y dejándola que hable sola.
Estábamos viendo uno de los barquitos para subirnos y navegar hasta la iglesia hundida.
-¡A mí no me dejan hablando sola, eh!-
-¿Cómo puede ser tan inconsciente? ¡La Llorona se ha llevado a Kika y hemos perdido su rastro!- -Sí ajá, pero si hubieran tenido un plan- dijo golpeandonos nuestra cabeza con su dedo- Desde el principio no hubieras estado metido en este lío-está olió algo. -Leo... Hueles rarito, hasta ______ huele mejor que tú-
-Ahhhh... Gracias?- le dijiste.
Esta hizo aparecer un perfume y nos roció con eso, Leo y yo empezamos a toser por el olor a fuerte que tenía ese perfume. El chico con su mano tiró el perfume para la otra punta, rompiéndolo.
-Mi perfumito- dice indignada.
-Ven con nosotros- le dijiste ya bien.
-Es carísimo de París-
-¡Ay ya! ¡Después si quieres te compro uno!- di le mencionaste agarrando su muñeca y subiendo de al barco.
Teodora se sento dándonos la espalda, sentó dándonos la espalda, yo me tuve que sentar al lado de ella, pero mirando a Leo.
Era un silencio muy incómodo, no sabías qué hacer. Leo te hizo una señal con la mano y señalo a Teo.
Tú lo observaste, entendiste y miraste a Teo, esta estaba cruzado de brazos mirando el cielo. Con tus manos le hiciste la forma del perfume, con la cabeza la señalaste y a Leo, diciendo que hablé con ella.
Leo dejó de remar y miró a la peli naranja.
-¿Qué te pasa?-
-Nada-
-Te enojaste por el perfume, verdad?-
-No-
-Entonces, ¿Qué te pasa?-
-Nada-
-Claro que sí, siempre estás hable y hable, ¿Qué te pasa?-
-Nada- esta se dio vuelta y notaste que empezó a llorar, pusiste una cara nerviosa.
-¿Estás... Llorando?- le preguntaste viéndole atenta.
Es obvio que se enojó, nos reprochó por un rato pero pasó un barco con muchas personas y música, nos sorprendimos por eso.
-Ya en serio Teodora, ayúdame-
-Bueno pero me repones mi perfumito-
-Sí-
-Y unas botas-
-Sí-
-Y también una bolsa-
-¡Ya!-
-¡Promete! O le hago el Gasparín y desaparezco en un dos por tres, eh-
-Yo te los compro, Teo- le dijiste con una sonrisa, esta se dio vuelta y te miró.
-Pero él fue quien rompió mi-
-No importa, yo lo haré. Eso es lo que hacen las amigas, no?- le mencionaste.
Teo se quedó tiesa por 4 segundos y gritó con mucha emoción.
-¡Ayyyy! ¡Ya tengo una amiga! ¡Si quieres después vamos de compras _____! ¡eres muy buena, acomodada de alguien!- dijo mirando para atrás.
-¿Qué?-
-¡Sí! ¡una compra de amiguis!- le dijiste,Teo con mucha felicidad te abrazo.
-Entonces, ¿Ayudarás?- le dijo Leo mirando con una sonrisa la escena.
-Solo porque ________ es mi amiga, no lo hago por ti-
-Ay qué mala-
-¡________, sígueme en el Face, así te etiqueto!-esta sacó su cámara de foto, como ella lo llama "celular", y sacó una foto de las dos juntas.
- A ver- dijiste.
Habían salido muy bien- Amiguis saliste espectacular-
-Pero Teodora, ¿Que es Face?- preguntaste.
-¿Cómo que no sabes a... es verdad ustedes no saben que es el celular, fuera de este contexto, ¿dónde estamos?- le preguntó a Leo.
Este suspiro y señaló atrás de nosotras,estaba la iglesia que está en el libro.
-Es ahí donde yacen los hijos de La Llorona y debemos entrar ahí... Sin que ella nos vea. ¡Oye Teodora! ¡Tú puedes ser la carnada!-
La mencionada se reía -¡Ay mi Leo! O sea me viste cara de gusanito o qué... ¡Olvídalo!- nosotros bajamos el barco -¡No quiero ser parte de tu de tu estúpido plan! ¡Estúpido y malísimo plan!-
-Tú la distraes y nosotros entramos a la iglesia-
-¿Y por qué _____ no puede ser ella la carnada? Sin ofender-
-Porqueeee... Tú estás muerta y ella no-
-¿Y qué tal si me atrapa?-
-Ándaleeee, sí- dijiste juntando tus manos- Te prometo que luego te compraré todas las cosas- -¿Ah? Ash, está bien, pues ya que-
-¡Gracias, sabía que podía contar contigo!-dijo Leo abrazándola.
-¡Ayyyy!¡Qué me abraza un naco, suéltame! ¡Suéltame!:dijo sacándolo-¡Que se me olvida el inglés!-
-La Llorona debe conocer la verdad- dijiste haciendo un paso adelante- Solo así podrá estar en paz- y caminamos.
Se empezaron a escuchar gritos desgarradores, poniendo nerviosos a los tres. Escuchamos una ramita crujiendo atrás, fue cuando nos dimos vuelta, la llorona atacó a Leo empujándolo muy lejos.
-¡Leo!- le gritaste preocupada.
-¡Hey tú! ¡Ayyyyy mis hijos mis hijos!-le gritó Teo burlándose de ella y haciendola enojar, esto provocó que la llorona empezara a seguir a Teodora.
Cuando se fueron te acercaste a Leo corriendo. -¡Leo! ¿Estás bien?- dijiste cerca de él.
-Sí... sí-
-Vamos, no tenemos tiempo- lo ayudaste a pararse y se dirigieron al techo de la iglesia, observamos que una parte de la iglesia estaba hundida, estabas por saltar pero Leo te agarró tú mando rápidamente.
-¡Vamos juntos, no lo olvides!-
Tú aceptaste con la cabeza y saltaron al mismo, tiempo nadamos hacia abajo y entramos a una de las puertas encontrándonos una luz que provenía de un agujero de ahí, Leo y yo nadamos rápido y nos metimos ahí.
Respiramos agitados, cuando nos calmamos nos encontrábamos adentro de la iglesia, estaba llena de Raíces o Maderas tirados en el suelo. Adelante de nosotros había una cosa gigante y redonda, te acercaste a Leo que estaba leyendo el libro, esas cosa redonda era la cúpula, y ahí abajo se encontraba la tumba de los hijos de La Llorona.
Leo te vio sorprendido y tú también.
-Vamos- dijiste yendo adelante y te subiste un poco, pero Leo dijo que bajaras por las dudas y nos metimos en un lugar donde estaba lleno de Raíces, cuando nos metimos había una habitación con todos los niños desaparecidos, estos estaban acostados en paja.
Mire todos los niños y vi a Kika, Leo y yo corrimos hacia ella.
-Kika- decía Leo susurrando y levantándola. -Despierta por favor- escuchamos unos ruidos afuera. Leo me agarró la mano y nos escondimos atrás de la cosa donde dormía Kika, Leo me puso atrás de él.
Cuando la llorona vio que Kika se había movido ella acomodó su sabanita y con su mano la durmió, luego fue con los demás niños.
Yo me levanté y Leo me siguió, él alzo a Kika, con mucho cuidado caminamos atrás de un arbolito de ahí.
-Leo está cuidando- dijiste sorprendida.
-No les hace daño- re siguió Leo.
-Es que nunca me haces caso sanjuanito- habló Kika dormida.
Cuando vimos que la llorona se alteró que no vio a la niña nos empezamos a ir, sin embargo Leo piso una rama.
Nos dimos vuelta asustados, esta gritó enojada. Empezamos a correr
-¡AAAAHHH! ¡CORRELE SAN JUAN, CORRELE, CORRELE, NO PARES!-
Nos habíamos subido a la cúpula.
-¡Tírate!-le dijiste.
Este te siguió.
-¡AHHHHHHHH!- gritaron Los tres y cayeron al suelo.
-¡_______! ¡Llévate lejos a Kika, aleja Kika lejos de aquí!-dijo Leo levantándose rápido y se acercó a ti.
-¡Pero Leo, no puedo dejarte solo aquí! ¡Mira si te hace algo!-
-No me va a pasar nada _______, quédate tranquila- este te dio un beso en la frente -Vete, ahora-
-Leo, no-
-¡Sí!-
Agarraste rápido a Kika, y le hiciste upa, la cargaste como la había hecho Leo.
-¡Nos iremos rápido, Kika!- le dijiste ya corriendo.
-¡_______! ¡No hace falta! ¡No dejes a San Juanito!-
-Te llevaré lejos, así ella no te hará daño-
Kika solo se quedó callada, no sabías cómo habías hecho pero saliste de la iglesia y se alejaron.
Estabas corriendo, pero te tropezaste con una piedra.
Tú te quedaste tirada ahí, respirando agitada. -________, esto es mi culpa...-
-¡No lo es Kika! ¡Tú no hiciste nada!-dijiste acercandote.
Le agarraste de los hombros y la miraste fijamente.
-Escucha Kika... Tienes que quedarte aquí- ahora le agarraste sus manos -Tienes que prometerme que no te moverás de aquí, por favor-
-______, yo... yo quiero ayudarlos-
-Yo te entiendo, pero en este momento no: -¡_______!- escuchaste una voz familiar.
-¡Alebrije, Don Andrés, Teodora!- te levantaste. -¿Qué sucede? ¿y Leo?-preguntó el señor grande.
-Necesito que cuiden a Kika, él se está enfrentando la chillona esa- dijiste señalando a la iglesia- Cuiden a la Peque- empezaste a correr por donde viniste, corrías rapidísimo, viste un palo y lo agarraste y bajaste un par de escaleras. Escuchaste un grito y fuiste de donde vino ese ruido.
-¡Suéltalo!- le gritaste -¡Le llegas a hacer algo y te parto la madre!-
-¡_________!- la mujer lo tiró lejos y te y se empezó a acercar a ti, pero a esta le cambió la mirada de un "te voy a matar" a de una tranquila, con el palo lo corrias de un lado a otro, pero no le pasaba nada.
-¡Aléjate de mí chillona!-
-¡Eso es, necesito que encontrar la tumba de los niños!-
-¡Ajá sí chucha! ¡No te preocupes, pero apúrale!-
-Distráela, ella no te va a hacer nada-
Tú seguías haciendo los mismos movimientos, pero la mujer te agarró de la cintura.
-¡Que te apures te digo!- le dijiste, te corriste soltándote del agarre, ella te iba agarrar pero le pegaste en las manos -¡No me toques!-la mujer te habló pero con el idioma que no entendías -¡No voy a ir contigo! Ninguno de ellos es tu hijos y nadie quiere estar afuera de su casita- a la llorona le cambió la cara -¿Sabes por qué? Porque yo no soy tu hija y tú tampoco eres mi mamá- le tiraste el palo y traspasó su cuerpo, esta agachó la cara y gritó.
Rápidamente te agarró de los hombros y absorbió un poco de tu alma.
-¡_______!- gritó y se tiró para agarrarte.
No sabía cómo hiciste pero llegaron al suelo y seguiste despierta.
-¡¿Estás bien ________?!-
-Sí... ¡Córrele!-le agarraste la muñeca y corrieron.
-¡No! ¡Espera! ¡Aquí está la toma de tus hijos!-
Grito Leo.
Viste cómo iba a tomar a él pero lo empujaste y te llevó a ti con mucha fuerza te sostuvo y volaron hacia el cielo.
-¡_________! -⋆ ☾⋆⁺₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾
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𝑆𝐼𝐸𝑀𝑃𝑅𝐸 𝐴 𝑇𝑈 𝐿𝐴𝐷𝑂
Diversos_____ López era la mejor amiga de Leo, desde el primer día que lo conociste, decidiste estar con el hasta donde sea. Los dos juntos salvaron a su pueblo de la malvada Nahualá, así haciéndose famosos por varios lugares y enfrentándose a varias criat...