🕷𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 21🕷

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𝐎𝐭𝐫𝐚... 𝐃𝐞𝐬𝐩𝐞𝐝𝐢𝐝𝐚...

-¡LEOOO!- gritabas con todas tus fuerzas, asustada por la vida de tu novio, se escuchó una risa, era la bestia y el tipo que hoy estaba en la entrada.
-¡Ataca, bestia, ataca!¡Vamos, hazme caso!-le pegó con el látigo, pero lo terminó de atacar a él, las calaveritas de azúcar se acercaron y liberaron a la bestia, una casa gigante se acercó. Alebrije te agarró haciéndote upa, intentaron escapar, pero no pudieron, luego todas las personas que nos encontramos en la feria nos rodearon.
En ese momento las puertas se abrieron y se mostró una luz muy fuerte... Y el que salió de ahí... Fue...Leo.
-¡Leo, vámonos!- hablo Nando.
-Leo...-dijiste tú.
Este no era el mismo Leo que ya conocías, toda su ropa era oscura y sus ojos rojos.
Todos se arrodillaron mientras que Leo caminaba en el medio de ellos.
Se acercó Nando y se dio vuelta corrió su brazo para un costado, apagando la luz y desapareciendo a las personas.
Leo desapareció y apareció atrás de nosotros, y chiflo, llamando a su caballo.
-Hay que detenerlo y arrancarle del corazón su poder para estar en contacto con el más allá- gritó Don Andrés, desesperada bajaste de Alebrije.
-De lo contrario-
-Lo perderemos para siempre- hablo Xóchitl.
Se abrió un portal adelante de él y empezó a caminar hasta el caballo.
-Pero ya no estaremos juntos- cuando Don Andrés dijo eso lo miraste asustada.
Xóchitl camino un poco -No importa porque por eso... Por eso somos sus amigos- dijo mirándonos.
Nando camino, lo seguiste poniéndote al lado suyo.
-¡Leo!- grito Nando y siguió caminando, pero Xóchitl puso su mano en tu pecho -Yo quiero hacer un trato contigo. Quiero que me cumplas mi sueño-
-¿Y qué quieres?-hablo con una sonrisa.
-Pues yo quiero... Mucho dinero y un castillo y más dinero-
-Todo eso será tuyo, pero a cambio de tu alma-
-Sí,sí, lo que sea. ¡Sí!-
-Sellemos entonces del trato- extendieron las manos y las estrellaron.
-Chisguete, ¡Volviste a caer!-
-¿Eh?-
Nando lo tiró para adelante y lo agarró del cuello con su brazo.
-¡Ahora!¡Ya lo tengo!-
Leo lo tiró lejos de él -¡No me digas "chisguete"!- Teodora se tiró a él, pero Leo la lanzó lejos, se acercó a Nando y lo levantó, los alebrijes agarraron las calaveritas y una luz que salió de su cabeza se dirigía a Leo, flotando.
Al ver esto, corriste hacia él y saltaste, intentando que se quede quieto.
-¡Leo detente!¡Tienes que volver!-dijiste agarrando sus brazos, te pusiste en su espalda. Xóchitl y Teodora se acercaron, la morocha puso su mano en el pecho del chico.
-¡Tú puedes Xóchitl!¡Yo lo tengo!-dijiste haciendo fuerza.
Leo te iba a tirar una luz con su mano, pero Don Andrés y Rupertino lo prohibieron agarrando sus manos, ya que tú tenías sus brazos.
Los mayores salieron volaron, pero tú lo agarraste con más fuerza, la bestia también te ayudó, agarrándolo también.
Al final Xóchitl y Teo pudieron sacar la gemas oscuras que tenía el chico, lo alejaron y los alebrijes siguieron apuntando esa cosa hasta llevarla al cielo.
En cambio tú, tenías a Leo en tus brazos y la bestia estaba en tu espalda.
Luego Leo flotó y eso hizo que salieran volando, pero la bestia te protegió. Una lluvia con gotas de color negro aparecieron.
Te volviste a parar y corriste hacia Leo.
-¡Leo!- gritaste preocupaba acercándote. -¡Hermano!-
Lo abrazaste llorando, Nando te vio para que lo ayudes a levantarse y lo hiciste.
Este nos miraba agotado, la bestia se levanto y le dio algo a Leo.
-¡Vamos!¡Vamos!- decía Rupertino al ver el portal.
Unas cosas negras salieron del suelo, asustandonos a todos y empezar a correr, hacias los que podías, todavía te encontrabas tan bien.
Leo se dio la vuelta mirando a nuestros amigos. -¿Que esperas?¡Leo!-
-Ustedes vayanse, nosotros nos quedaremos aquí - dijo Xóchitl.
-Yo me quedo- dijo Leo, Nando lo agarro y se soltó -Ustedes son nuestros amigos-
Xóchitl se acerco y agarro su mano.
-¡No puedes estar aquí!-
Se escucho un rugido.
-¡Leo!¡Tienes que irte!- esta se acerco más y le dio un beso en sus labios.
Tu te sorprendiste mucho... No sabías que Xóchitl también gustaba de Leo.
Mirarse a Teodora y Alebrije, dos amigos que estuvieron en las estupideces que hicieron durante los viajes, te mordiste el labio, tratando de que las lágrimas no se salgan.
Rupertino te agarró del brazo y retrocedió. Teodora vio a Nando y luego a ti, y Alebrije también te miro.
-¡Teodora, Alebrije!- gritaste llorando -¡Don Andrés!- Rupertino también agarro a Leo y nos saco de ahí.
Caímos al pente, donde empezó todo esto, Rupertino lo primero que hizo fue salir corriendo hasta su casa.
Te sentaste y mirabas al suelo, te pusiste una mano en el labio y lloraste.
Leo se acerco a ti y te abrazo, tu aceptaste.
-Tenemos que ir a ver a... Beatriz-
Nos levantamos y fuimos a ver, cuando llegamos vimos a dos monjas afuera de una carroza, viendo la fea escena sin reacciónar.
Rupertino dijo algunas palabras llorando y hablo la joven.
-Lo hiciste muy bien, papá. Ahora no te equivocaste-
-¡Esta curada!-
Los 3 sonreimos al verla viva.
-¡Es un milagro!-
Pasamos un rato ahí y nos fuimos, estábamos caminando, les soy sincera que había mucho silencio.
Leo y _____ no se decían nada, Nando al ver este, entonces decidió decir algo.
-¿Ustedes están así por sus amigos?-
-No qué crees- habló con sarcasmo ______ -¡Y sí Nando, ellos ya no están con nosotros y no lo volveremos a ver más!-hablaste con la voz cortada, otra vez algunas lagrimas salieron. -Pero puede ser que ssí-dijo Leo un poco animado.
-¿Y qué te hace creer que si?-dijiste parando de caminar y dándote vuelta mirándolo -Y aparte de eso. ¿Que sucedió con Xóchitl?-dijiste cruzando de brazos.
Nando nervioso a mí a su hermano, puso una mano en sus labios y se puso a tu lado, también mirándolo.
-Entre Xóchitl y yo nunca hubo nada, ______. Sabes que siempre te ame a ti-
-Lo dudo, porque ese beso me dice lo contrario-
-Pero ¿por qué lo dudas?-dijo acercándote pero retrocediste -¿____?-
-Le hubieras dicho "Xochitl lo siento, ya tengo a alguien" o "no puedo tengo novia" y no dijiste nada, Leo-
-No le puede decir nada porque si le decía que no, iba a quedar como malo-
-¿Ah, sí?-dijiste levantando una Ceja.
-______... Creo que estás exagerando un poquito- dijo Nando poniendo la cantidad con sus dedos. -A ver, dime, Nando- dijiste mirandolo.
-A ver... Eran los últimos momentos de Xóchitl, y cuando pasó eso, no podemos hacer eso. Esa persona seguiría mal al cielito-
Lo miraste dudosa y hablaste.
-¿Qué hubiera pasado si Teodora hubiese hecho, lo mismo, eh? Aparte si no le dices nada a Xóchitl, la vas a ilusionar-
Nando se cayó, no sabía cómo defender a su hermano.
-¿Por qué no me crees, _____? Yo te amo a ti- dijo agarrando tus manos, fue ahí cuando se dio cuenta que estabas pálida -¿Me perdonas?-
Suspiraste y lo miraste -Te perdono... Solo porque te quiero mucho-
Leo te abrazó fuerte y tú también, Nando sonría tranquilo.
-¿Te sientes bien? Te veo algo... Pálida-
-Ahora que lo dice, es verdad-
-Sí... Solo me duele la cabeza- dijiste, Leo se paró su cabeza y puso sus labios en tu frente.
-Me parece que tienes fiebre-
-Y sí, estamos en el Inframundo-
Leo te miro fijamente y tú su remera, se acercó y te dio un besito.
-¡Agh! Besense lejos de mí- hablo Nando caminando.
Se separen y sonrieron, puso su mano en tu cadera y empezó a caminar contigo.
-Si te sientes mal, solo dímelo-
-Sí...-
Caminaron toda la noche, cuando se hizo de día a lo lejos vieron a Puebla.
-¡El último que llega es un huevo podrido!- dijo _____ corriendo.
-¡Ahhhh! ¡Pero no dijiste nada, mocosa!-dijo Nando siguiéndote.
Leo solo se reía.
Pasamos un edificio y alguien les gritó.
-¡Leo!¡____! Dichosos los ojos que te miran por acá- era el que fingía ser ciego.
-¡Chisguete!¡Cuña!-dijo Nando parando -¡Esperen!-
Llegamos a la panadería de Le.
-¡Yo iré a mi casa!-dijiste para empezar a correr de nuevo, Leo y tú vivían cerca que digamos, doblabas para la izquierda y dos cuadras. Cuando llegaste a tu cuadra paraste por lo cansada que estabas, respirabas agitada, pusiste tus manos en las rodillas.
Justo escuchaste una puerta abrirte.
-¡Vamos!¡Apúrate Lucas!¡Si no Llegamos tarde a la heladería!-hablo Roberto saliendo y gritando para dentro, este no te vio.
-¡Sí ya voy!-contestó Lucas sin salir.
Salieron lágrimas al ver a tu papá, te pusiste recta y gritaste.
-¡Papá!- gritaste llorando.
El adulto se dio vuelta, cuando te vio se sorprendió.
-¿____?¡____!-este corrió hacia ti.
-¡Papá!-dijiste corriendo también.
Se dieron un abrazo muy fuerte, sinceramente los dos estaban llorando.
Era muy raro de tu papá, pero no se habían visto desde mucho tiempo.
-¡Mija!¡Llegaste!-dijo agarrándote de los cachetes, mostrando su felicidad.
-Sí... Llegué- seguiste llorando y lo abrazaste de nuevo.
-¿_____?-

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𝑆𝐼𝐸𝑀𝑃𝑅𝐸 𝐴 𝑇𝑈 𝐿𝐴𝐷𝑂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora