🐐𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 14🐐

114 7 1
                                    

¿𝑵𝒂𝒏𝒅𝒐, 𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒔 𝒂𝒒𝒖𝒊̀?

-¡Ojuuuii, tenemos una parejita aquí!-Dijo uno de los hombres que venían con nosotros.
-¡Por favor chicos!¡No vayan a hacer cualquier cosa, por favor! ¡Estamos todos aquí!-se empezaron a reír todos, bueno algunos.
Leo levantó la cabeza y los miro serios y yo abrí los ojos y tenía una sonrisa vergonzosa.
-No vamos a estar nada malo, yo solo voy a dormir- les dijo,acto siguiente se acostó de nuevo.
-No molesten a los chicos, compórtense- dijo mandojano este te miró y te regaló una sonrisa, hiciste lo mismo.
Empezaste a acariciar la cabeza de Leo, este puso mano en tu pierna, cerraste los ojos y te quedaste dormida...

Sentiste como Leo se levantó, abriste los ojos y te lo encontraste mirando al Señor enano, que se encontraba mirándonos.
-¿Leo?-dijiste poniendo de firmé -¿Qué sucedes?-
Empezamos a escuchar ruidos afuera.
-¿Qué pasa?-
-¡Están atacando el campamento!-
-¿Son los nuestros?-
El hombre con colita se dio vuelta y te miró, juntos sus dos manos y la puso muy abajo para que la pisaras, vieras.
Hiciste eso y llegaste a la ventana viendo.
-¡Huyan es el demonio!- algo horrible pasó delante tuyo y te asustaste, tirándote para atrás, pero Leo te agarró.
-¿Y eso?¿Qué fue?-
-Pudo haber sido un animal-mencionaste, uno se acercó a la puerta y empezó a gritar.
-¡Auxilio!¡Déjeme salir de aquí!- y se escuchó un gruñido.
-¿Estás bien?-dijo Leo ayudándote a levantar.
-Si-
-¿Era un animal lo que viste?-
-Sí, eso creo-
Todos cuando escucharon los gruñidos se alteraron y fueron a la puerta también gritando.
-¡Auxilio, guardias!-
-¡Leo!-se escucha una voz.
Todos retrocedieron.
-¡Leoooo!-
-Está dentro-
-¿Dónde?¿Dónde estás?-
Leo te puso atrás de él por las dudas.
-Vengo por ti, Leo San Juan... Más conocido como...-una sombra se apareció cerca de la celda -¡... Chisguete!- apasionando Nando, todos asustados gritamos y retrocedemos.
Nando se nos reía y todos respiramos agitados. -No te asustes-
-¿Nando?-
-Ya estás grandecito-
Te acercaste enojada y le diste un zape.
-¡Ay Por qué me pegas, mocosa!-
-¡Encima preguntas, idiota!-le grité.
-Ash, tranquila _________-este se empezó a reír mientras se sobaba la cabeza -Ya pasó, ya pasó- puso su mano y Leo también se acercó.
-No, no te voy a dar la mano. ¿Que no viste nada?-
-Nadie me vio cuando entré-
Leo le dio la mano y le atrajo hacia él, chocando con la reja y revolviendo su cabello.
-¿Que haces aquí? ¿A poco ya te uniste con los Insurgentes?- este se soltó y se alejó -¿Qué? ¿No esperabas que tu hermano te iba a rescatar, verdad?- este te miró con una sonrisa -Y a ti también te vine a rescatar, mocosa, a pesar de que me trates mal, yo te cuido-
-Abre la reja, sácanos de aquí-
-¿"Sácanos"? Me suena manada- el enano se acercó y lo agarró de la remera y lo estrelló contra la reja.
-Sácanos antes de que llegue el Chupacabras, o todos estaremos muertos-
-¿Chupacabras?-dijo Nando
Y se escuchó un rugido, pasó una sombra ábranos.
-¡Rápido!¡Abre!-
-Ándale Nando-
-¡Apúrate!-le gritaste este abrió y corrimos,pero justo escuchamos un ruido en el pasillo aparecío un soldado corriendo y giró, pero la luz del disparo y el grito hizo que todo se asomaran.
Y luego un gruñido y empezamos a correr.
Leo te agarró de la muñeca y corrieron juntos, nos dimos cuenta que nos perdimos, seguimos nuestro camino, caminando despacio. Ibas adelante.
-¡Adivina quién soy!-dijo alguien tapándole los ojos a Leo, era Teodora.
Leo asustado se tiró para adelante y se chocó contigo y sin querer te chocaste con la pared, te pusiste la mano en la frente.
-Necesito tu ayuda-dijo Leo mirando a la peli naranja.
-¿Qué ondi? ¿Quieres que te pase el pone de mi maestro yoga, ______? Dile que hablas de mi parte y la primera clase es gratis-
-No hay tiempo para eso- dijiste acercándote a ella con la mano en la frente.
-Pero, ¡solo son 15 minutos!. Abre tu mente y por cierto, estoy muy ofendida porque no le has dado like a ninguna de mis fotitos-
-A ver... Ponte en contacto con los Alebrijes- dijo Leo ahora.
-O sea, ¡Nunca te alegras de verme!-
-¡Teodora!-dijo Leo enojándose.
-¡Ay!¿Ahora que?-
-Averigua todo lo relacionado con el Chupacabras. De dónde vino, quién es...-
Pusiste tu mano en el hombro de tu novio.
-Y lo más importante, que hace aquí-
-Sí, pero con una picky condición-
-¿Cual?- pregunto Leo.
-Que, al terminar tu aventurita, me dejes hacerte un cambio de look completito a los Justin-
-Acepto, acepto-
Teodora grito de emoción y tú sonreíste, le viniste el ojo a tu amiga y ella hizo lo mismo. -Ahora vete-
-¡Ajá!-
Leo te vio -¿Y ese chichón?-
Mirarse tu frente -Ah... Cuando te agarró los ojos y te asustaste, te tiraste para adelante y te chocaste conmigo, y yo me choqué con la pared- A este se le cayó una gota de sudar.
-Lo siento linda, fue sin querer-dijo acercándose a ti.
-No pasa nada mi león- dijiste sonrojandote debido que te dijo linda.
Leo iba a decir algo pero Nando lo empujó. -Nomás creciste en la altura, porque sigues siendo un niño-este lo sostenía el cuello -¿Todavía jugando con tus amiguitos imaginarios? Ay, eso es de niños chiquitos y bobos, para ti también va ______- dijo señalándote.
-Pues, esos "amiguitos imaginarios" no van a ayudar-le dijiste sería.
Este se te reía -¿A marrarte los zapatos o qué?-
Leo se soltó de su agarre y se puso al lado tuyo.
-No, a exprimirte los barros- le dijo Leo. -¡Chisguete, madura!-le estaba por pegar pero justo se escuchó un gruñido y el retrocedemos. Nos alejamos y nos encontramos a los demás, nos encontramos un soldado hecho piedra.
-¿Qué le hicieron? ¿Qué le hicieron?-
-Baje el arma-
Se escuchó el ruidito del arma.
-Es la marca del chupacabras. Un monstruo sanguinario que chupa la sangre a hombres y animales. Para satisfacer su hambre-
-¡No digan tonterías!- el hombre con el que venía disparó y fue atacado por la bestia, agarraste la muñeca a Leo y salieron corriendo. -Salen por abajo, el otro lado de la iglesia-
-Locos, ¡Están locos!¡Todos están locos!-Dijo uno alejándose.
-¡Alto, detente!-
Este salió y agarró un arma y entró al mismo lugar que vimos a Nando la primera vez, se escuchó el disparo y un gruñido.
Este salió caminando rengueando y se cayó el suelo pálido, todos asustamos salimos de ahí. Estábamos saliendo, el grandote le dijo primero a Leo, este bajó y me tocó a mí.
-Yo te agarro ______-
-Bueno- y te agarró y te bajó con cuidado, caminamos despacio y miramos abajo, era un acantilado alto, pero muy alto, debido a la altura Leo se puso nervioso.
-Tú puedes Leo- dijiste asustada.
Justo cayó Nando y seguimos caminando, hasta que llegamos al final y ver el puente, lo que pasa es que había soldados.
-Están cortando el puente- dijiste sorprendida. -¿Cómo?-y miraron.
El puente se cayó.
-No puede ser-
-¡Vámonos al otro lado!-
-Tenemos que enfrentar a la bestia, ¡Ese maldito atacó a mi pueblo! Nos va a ir cazando uno por uno-
Un grito desgarrador se escuchó atrás de nosotros, eran los soldados, salimos corriendo, lo más lento posible, pero se terminó rompiendo una madera.
Cuidadosos, retomamos el camino y volvimos a entrar.
Cuando estábamos todos, pasó la sombra del chupacabras.
-¡Sepárense! Nos vemos al otro lado del dormitorio-
-Leo-
-______-
-Yo no me quiero separar- dijo Nando con miedo.
-Escúchame, hay que hacer lo que nos dijeron, tú te vas por allá y yo me voy para acá-
Leo te agarró de la muñeca y se fueron.
-Chicos, síganme hablando-
Todo estaba oscuro.
-Leito, tengo mucho miedo-dijiste agarrando un poco de su remera de la parte de la espalda.
-No te preocupes _____, yo te cuidaré. Solo no te separes de mí-
-MJM- siguieron caminando, hasta que queríamos escondernos, pero sentí que me choqué con algo.
-¡Mocosa!-me empujó para adelante chocándome con la cabeza de Leo.
-¡Au!-
-¡Fíjate por dónde caminas!-dijo Nando.
En el suelo había un agujero y vimos pasar al Chupacabras... Pero lo que no esperábamos es ver que nos escuchara y queriéndose meter donde estábamos.
Asustados retrocedemos y chocamos con una puerta que nos llevaba al precipicio, Nando se había agarrado de la puerta, Leo se agarró de las caderas de su hermano y _______ de los pies de su novio.
Gritabas asustada.
-Leo, _____, ¡No los soporto!-
-Y yo, pero no le ando gritando-
-O molestando- dijiste.
-Digo que están muy pesados- la puerta se bajó por el peso asustándonos.
-¡Capaz comí muchas carnes en la fiesta de Guanajuato!- dijiste llorando por tu vida. -¡Siempre andas comiendo! ¡Comelona!-dijo Nando.
-¡Ey! ¡No le digas eso!- dijo Leo defendiéndote. -Oye, Leo, ya que esto puede ser el fin, te quiero confesar algo. Porque quiero entrar derechito al cielo. ¿Te acuerdas de tu conejito Cuco?-
-¿El que se murió?-
-Jaja, sí, ese mero. Bueno, es que fue por mi culpa-
-¿Qué? Pero ¡Sí era mi favorito!-
-Fue sin querer, es que... Le di un chicle-





₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆⋆⁺₊⋆ ☾

𝑆𝐼𝐸𝑀𝑃𝑅𝐸 𝐴 𝑇𝑈 𝐿𝐴𝐷𝑂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora