🐐𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 16🐐

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𝐏𝐨𝐫𝐟𝐢𝐧... 𝐄𝐬𝐜𝐚𝐩𝐚𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬

-Sí...-
Leo agarro tus manos y te miro -Cuídate, linda- Se te acercó y te dio un beso en los labios.
-A ustedes no le importa si vamos a morir o qué, pero dan amor- dijo Nando asqueado por el beso -Cuídate cuña-
-Gracias bobo- dijiste con una sonrisa.
-¡Niños! Si los demás no salimos, cierren la capilla. Escapen y no miren atrás- nos aconsejó a los 3.
-Está bien...- te soltaste del agarre de Leo y lo miraste una vez más.
-Cuídate... Sí?-te dijo él.
-Tú también cuídate mi león- le tocaste la nariz, te diste vuelta y te fuiste afuera, caminabas despacio sin hacer ruido.
-¡Cuña!-habló Nando susurrando.
-¿Eh?-
Este alzó sus dos pulgares para arriba, hiciste lo mismo y miraste a la capilla.
Leo te hizo una señal que agarres la piedra y lo hiciste y lo tiraste adentro, no pasó nada.
Tiré de nuevo y salió, asustada corrí donde estaba Nando y Leo.
-¡Por aquí!¡Vamos pollo!- grito Nando.
-¡Ahora!-y tiraron todo, Leo agarró tu muñeca y salieron afuera.
-¡Compadre!-
-¡Ayuda, ayuda!- se escuchaban los gritos, cuando salió Nando salimos corriendo de ahí y se cayó todo, dejando solo escombros.
Entramos a la capilla y cerraron las puertas, cuando nos dimos vuelta, vimos el garrojo del viejo y se escucharon ruidos, los mismos que hacía el Chupacabras.
-¿Eh?- Leo iba a ir.
-Espera, ¿Dónde vas?-
Nos acercamos, vimos un cartel y Leo lo limpió. -Es el viejo ese-
-Se ve más joven-dijiste.
Se escucharon los ruidos, nos corrimos para ver mejor, y cuando íbamos a abrir una puertita que había ahí, el viejo nos interrumpió, llegando así de la nada.
-¿Dónde están los demás?-
-Muertos. ¡Están todos muertos!- nos asustamos encontraron -¿Encontraron el túnel?-
Se escucharon golpes en la puerta, los chicos fueron a buscar el túnel.
Mientras que ______ decidida sin abrirla o no, desde la primera vez que vio ese viejo, no le cayó bien, como escondía algo. Mirabas desconfiado al viejo.
-¡Aquí está!-hablo Nando.
-¡Niños!¡Chamacos!¡Socorro!-miraste sorprendida, corriste hasta la puerta, Nando y Leo también hicieron eso. Estaban por abrirla, pero el viejo con un tronco le pegó a Nando en la cabeza.
-¡Nando!- dijiste, luego el viejo te vio y te golpeó a ti también, pero en el estómago, tirándote al suelo sin aire.
Leo al ver esto ataco al viejo, pero el enano le tiró tierra en los ojos.
-¡Les dije que atacáramos al Chupacabras!-este camino hacia uno de los barriles -Claro, viene por su familia. ¡Y me quiere matar a mí!-
-S-Sabía que no podíamos confiar en ti- dijiste. Este agarró un barril de con gasolina y lo tiró al suelo, se metió en el agujero prendiendo fuego. -_____, ¿Estás bien?- dijo Leo acercándose a ti.
-Si, sí estoy bien, y Nando?- nosotros nos acercamos a él y lo levantamos, escuchamos una queja adentro de la carroza.
-¡_____!¡Leo!¡Amiguis!- apareció Teodora -No saben todo... Todo lo que me pasó. ¡Guau! Los dejo 5 min. ¡Y ve todo lo que provocaron!- lo dijo porque estaba en su lugar lleno de llamas. -Teodora, ayúdame- dijo Leo, Teodora se nos puso atrás y justo entró el Chupacabras rompiendo la puerta.
Tel al verlo nos metió rápido el agujero.
-Leo, _____. Esta es la última vez que te hago un favor. Y no lo tomes en un mal plan, pero mi piel se reseca, mi cabello es un desastre. Ahora, bueno, sí. Por otro lado, he conocido muchos lugares y nuevos amigos y... Oye, algo les tenía que decir- se puso al frente de nosotros.
-¡Hola guapa!- hablo Nando -¿Que, no te acuerdas de mí?- Leo y yo levantamos una ceja. -No. ¡Nando!. ¿Qué digo Nando?¡Fernando!. Cómo que está guapito, pero no sé. Tal vez.
¡Y me reconoció! ¡Ay, ay! ¡Ya me acordé!¡____, Leo! Ese viejo tiene el Iyari que deshace el hechizo, se lo tenés que quitar y unirlo con la otra parte-
Salimos de ahí, miramos nuestro alrededor y salimos del escondite.
-¡Muere!- dijo algo atrás de nosotros tirándolos al suelo.
Cuando levantamos la mirada era Puma, estaba levantando una piedra.
-¡No, Puma!¡No!- gritó Leo.
-¡Bueno, ya!- soltó la piedra -¿Y los demás?¿Y a este qué le pasa?- dijo ayudando a Nando levantarse.
-¿Mamá?-habló perdido -¡Papá!-
-Le pegaron en la cabeza-
-Me parece que arruinaron más a su cerebrito- dijiste.
-¡Abuelo!-dijo señalando a un lugar, nerviosos nos dimos vuelta.
Se encontraban soldados ahí parados y estaba el viejo que nos preguntó a mí y a Leo si sabíamos de la ubicación del encapuchado. -Llévenlo a la enfermería- habló, y los soldados agarraron a Nando -Lo que ustedes, mexicanos, necesitan es mano dura. Fusilenlos de inmediato-
-De espaldas, vamos- nos apuntaron con sus armas y nos pusimos de espaldas.
Agarraste la mano de leo lo miraste -¡Yo te amo Leo! ¡Te lo digo porque vamos a morir!- dijiste susurrando.
Este te miro -¡Yo también te amo!-te contesto. -Batallón...-
-¡_____, Leo! ¡Mira!-habla Teodora a mi lado.
-Este no es un buen momento- hablo Leo.
-Vamos a morir, Teodora- seguiste.
-¡Ay, obvio no, _____, Leo!¡No inventes!-dijo pegándote en el hombro -Siempre sucede algo cuando estás...-
-¡Preparen!- cerraste los ojos.
-... A punto...-
-¡Apunten!-
-¡Ay, _____, Leo!-grito Teodora.
-¡Fuego!-
Y una explosión se hizo presente, evitando que disparen.
Nos paramos aturdidos.
-¡Ahora vayan y quítenle esa cosa del cuello!- dijo Teodora señalando al enano.
-El amuleto- habló Leo cerca de este.
-¡Antes muerto, que ver libre se bestia!- le quiso pegar un puñetazo, pero Leo lo esquivo.
Puma se puso atrás de esto y lo agarró.
-¿A dónde?-
-¡No!-
Leo se lo puedo sacar.
-¿Dónde está la otra parte?-
-¡Tendremos que buscarlo en la capilla!- dijiste corriendo hacia el pozo para ir ahí.
Leo te siguió, estaban corriendo pero un temblor se hizo que no cayéramos en el suelo. Nos levantamos y seguimos corriendo, llegamos.
Cuando el Chupacabras nos vio, se acercó rápido y nos gruñó, Leo le mostró el collar y al Chupacabra se alejó, corriendo una madera que se cayó arriba de la carroza, nos acercamos corriendo y abrimos las puertas que tenían. Encontrándonos una mamá y su hijito, era la familia del chupacabras, intentaste tocar la reja pero te dio electricidad.
-¡______!-
-¡Estoy bien!- dijiste levantándote.
-¡Ey acá!- hablo el sargento gritándole a la bestia y arriba se encontraban los dos muchachos de la carroza.
-Vamos Leo, tenemos que ver dónde se encuentra la otra parte- dijiste hoy cuando estoy a la carroza corriendo, te fuiste a la parte donde estaba el cartel.
Leo tocó y encontró el agujero, encontrando la otra parte, agarraste esa parte y pusiste la mano al frente, diciendo que Leo ponga la parte que él tiene.
Hizo eso y una luz rosa envolvió la carroza, cómo desactivando todos los hechizos que tenga.
El amuleto desapareció de tu mano, la familia se abrazó, mirábamos con una sonrisa al encuentro y se fueron volando.
-¡Soldado!- dijiste acercándote corriendo. -¡Amárrelo!-gritó uno de los hombres que estaban en el techo.
Leo lo ato y lo subieron.
Pero un temblor se hizo presente y la capilla se estaba cayendo.
Uno de los hombres tiró una soga, fuimos corriendo pero fue en vano, porque el lugar se partió en dos y caímos para atrás, chocando con la pared, vimos como la carroza se venía hasta nosotros, nos agachamos y chocó con la pared, rompiéndola y caemos al vacío, Leo te agarró de la cadera y te acercó a él.
-¿Eh?- miraste arriba, un pedazo de techo iba a chocar unos pero no pasó nada ya que el Chupacabras no agarró de los brazos a los dos.
Y nos llevó para arriba con los demás.
Cuando nos dejó, nos acercamos al soldado, estaba pálido, y líneas aparecieron en su cara.
El Chupacabras se acercó a él extendiendo su alas y abrió la boca, dejando salir una luz celeste y brillosa. Después tocó al soldado.
Volviéndole su energía, reímos felices, este se fue volando con su familia.
Más tarde bajamos de ahí, fuimos con los demás, los soldados de antes y el viejo enano se los llevaron presos.
-¿Con que usted de dos son hermanos, eh?-dijo el capitán Galeana mirando a los chicos.
-Sí, señor- dijeron.
-¿Y tu pequeña?-
-Ella es mi novia, señor?-contestó Leo.
-México necesita jóvenes como ustedes-
-General, su abuela- dijiste señalandolos y luego te señalaste a ti -Y mi padre están en Puebla esperando a que lleguemos-
-De corazón, y si nos lo permite, prometemos unirnos a la causa cuando antes- siguió Leo. Nando se vio un beso en su de pulgar -Por esta- -Pedimos permiso para ir en busca de nuestra abuela y su padre-
-Mmm... ¿Cómo ven a los muchachos? Nunca nadie me había rechazado así- se empezaron a reír los hombres -Muy bien, será como ustedes digan. Pero antes de que se vayan...-llamó a uno de sus hombres y tomó algo -Estoy seguro de que el capitán Mandojano le hubiera gustado que tú lo guardaras- le dio algo que Mandojano usaba, Leo levantó la cabeza con una sonrisa. -Viva México-
-¡Viva México!-
Nando abrazo a Leo -Y ahora, ¿Cómo te voy a llamar?-
-Pues, ¿Cómo que "cómo"? Pues Leo-
-¿Y esto?- Dijo agarrándolo me la mandíbula, vos mirabas la situación con una sonrisa -¿Qué son estos cuatro pelos que se están saliendo abajo de la nariz?-
-¡Ya!- dijo Leo alejándolo.
Te tocaste la boca y te pasaste a reír, junto con Nando.
-Ya sé, te voy a llamar "Cuatro pelos"-se empezó a reír, y tú también -Ay, soy lo mejor-
-Cálmate, barbón, no digas esa cosas al frente de _______-


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𝑆𝐼𝐸𝑀𝑃𝑅𝐸 𝐴 𝑇𝑈 𝐿𝐴𝐷𝑂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora