Protege A Zoe (+18)

Sinopsis

-Altagracia, ¿estás loca?, ¿piensas cometer el mismo error?

-tú no sabes nada, ¿qué no entiendes?, se trata de uno de mis enemigos, hace apenas una semana trató de matar a el hombre que amo- grito- Regina, después de matar a Braulio, solo me quedan él y tú

-de todas formas ya es muy tarde para tomar esa decisión, han pasado muchas semanas, y aún no entiendo por qué tuvo que ser Navarrete, ¿qué no se odian desde hace mucho?

La ojiverde desvía la mirada tratando de encontrar alguna excusa que justifique que se haya estado acostando con su enemigo.

-no lo odio- admito- pero tampoco lo soporto, es un engreído de mierda, y ahora que me culpa de la muerte de su hijo, no ha hecho más que intentar matarme

-¿qué fue lo que hiciste?

-nada, solo le di información a León, y él dice que nunca lo encontró

-¿y le crees?

-él no me mentiría con eso

-pero no entiendo porqué no te ha hecho nada después de tantos atentados y de que el mismo Navarrete te haya encontrado tantas veces en este tiempo, regresas como si nada

Al ver la expresión de su hermana entendió perfectamente lo que estaba ocurriendo.

-¿te haz estado acostando con él mientras estás con León?, porque si hago cuentas, tu embarazo es de mucho más de tres meses, ya debería notarse

-shh, cállate

-entonces explícame

Altagracia se pone de pie y revisa que no haya nadie para luego regresar al lado de su hermana.

-no lo entenderías Regina, la atracción es tan fuerte que perdemos el control y nos olvidamos de todo, a León lo amo pero ni él ni nadie me hace sentir como lo hace José Luis, en ese sentido, claro

-estás loca de verdad, de todas tus locuras, esta es la más descabellada, por culpa de ese tipo estamos aquí, estás ideando un plan para matarlo con tu marido y resulta que te lo coges a escondidas, ya veo porqué el plan nunca funciona- reprocho- bueno, ahora el punto es otro- suspira- si lo haces, te olvidas de mí, y esta vez para siempre

-¿sigues con ese berrinche?, por una vez en tu vida piensa en mi felicidad, apenas estoy intentando recuperar un poco de paz y ahora esto desordena todo, ¿qué no entiendes lo grave del asunto?

-porque pienso en tu felicidad es que te lo digo, entiendelo tú Altagracia, esta puede ser la entrada a tu felicidad

Regina deja sola a la rubia con un mar de turbulentas emociones. Una vez más se hace bola en la cama y como una nube negra sobre su cabeza, llegan todos los recuerdos.

Se quedó pensando en las palabras de su hermana y por más que le dio vueltas al asunto, solo pudo pensar en que había traicionado a la única persona que le ha brindado paz en los últimos días. De no ser por él no hubiese salido de ese oscuro abismo en el que estuvo durante y después de vengar la muerte de su hija.

Aun le cuesta pero está intentándolo y él ha sido pieza clave, pero ¿cómo le paga?, ¿traicionandolo con su peor enemigo?.

Se cuestiona una y otra vez qué tiene ese hombre que la hace perder el control, nunca le había pasado y no comprende su falta de voluntad consigo misma, cada vez que lo tiene cerca es imposible no fantasear y dejarse llevar por sus estupidos Juegos, porque sabe que es un juego, en el corazón de un hombre como él no cabe ninguna mujer, y menos una que ha pisoteado tango su ego. Sabe que ella lo vuelve loco y obsesivo, pero se niega a creer que esos sentimientos que a veces son evidentes, sean más fuertes que el orgullo y la traición que hay de por medio.

Pero ahora que el problema está, solo tiene dos salidas, enfrentarlo o desaparecerlo, y aunque la segunda no la hace sentir nada bien, la primera desataría otra dramática serie de desafios en su vida y de eso ya está cansada.

Holis

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