Protege A Zoe (+18)

XXVI

Anónimo

-¿Logras recordar algo?

-...

-Tu recuperación ha sido lenta y costosa, tienes que hacer un esfuerzo

-Yo..yo

-¿Tú..tú qué?

-Ten paciencia mamá, debe tener un trauma o algo

-Ya son más de dos años mijo, cuando la encontraste quise ayudarla pero no pensé que costaría tanto su tratamiento y a pesar de todo no pronuncia una sola palabra, no sabemos quién sea su familia, no sabemos nada

-Ma..má

-Tu mamá, por favor haz un esfuerzo, dime su nombre

-Ma' tengo que contarte algo

-Ahora no, va a decirnos algo

-En realidad no la encontré, un tipo me pagó para que la tuviera con nosotros

-¿Qué?

-Sí, pero luego me enteré que murió y ya no supe que hacer, me encariñé con ella y me dio mucho pesar dejarla así, en esas condiciones, por eso te pedí que nos viniéramos a España, en México la quieren matar y podían hacernos algo

-Pero.. ¿por qué?

-No lo sé, solo sé que ese tipo no andaba solo en esto y su madre tiene muchos enemigos, seguramente sí regresa esta vez no se salva

-No lo puedo creer Guillermo, cómo pudiste meterte con gente así

-Lo siento, estaba cansado de ser pobre, quería terminar mis estudios con ese dinero y darnos una vida mejor

-Pobre muchacha, pero tendrá que recuperarse por sí sola, el dinero no nos alcanza para esos tratamientos tan costosos

-No te preocupes, yo la voy a ayudar

Altagracia

-Bravo mi amor- le paso otra ficha- ¿y esta?, dásela a tu mamá

La recibo y la pongo donde va. El objetivo era armar un castillo, pero parece una terraza.

-Ya casi se acaban- veo las fichas

Zoe pone otra ficha y luego se aleja balbuceando quién sabe qué, desaparece por una de las habitaciones así que la sigue.

-¡Altagracia!

Sentí como mi corazón se puso a mil, corro hasta encontrarlos en el baño.

-¿Qué pasó?

-Calma- susurro- lo lograste

Sonrío al ver cómo intenta subirse al baño sin lograrlo obviamente, ella tiene su propio baño en casa y me encargado durante mucho tiempo que aprendiera a ir y poco a poco se ha estado convirtiendo en un hábito así tenga su pañal, aunque a veces se le olvida.

-Ayúdale

-¿Yo?, creo que mejor lo haces tú

-Eres su papá José Luis, no pasa nada- me cruzo de brazos- la cambias desde que nació y no dejarás de hacerlo hasta que ella pueda valerse por sí sola

Da de hombros y se acerca para ayudarle ya que la pobre y empezaba a desesperarse.

Salgo por mi laptop y me siento a revisar unos correos, han sido pocos días y tengo demasiado por hacer.

-José Luis, lleva a la niña tú, yo me regreso a México en la noche

-Quedamos en dar un paseo por la ciudad, ¿no querías ir a la playa?