Protege A Zoe (+18)

VI

Altagracia

-Altagracia, tómate esto

-Regina te dije que me siento así porque tomé muchos calmante y me traes un té- niego- de todas formas ya el mareo se me está pasando

-¿Y es por eso que subiste así o por lo de la abogada?

-¿Qué pasa con ella?

-Es evidente que tiene algo con José Luis, y por la forma en que hablaste pues..

-¿Se me notó mucho?

-Pues yo que te conozco, sé que estás celosa, pero digamos que los demás se tragan tu sarcasmo

-Ya Regina, se te hace tarde, es mejor que te vayas ya

-Tienes que cuidarte Altagracia, no más calmantes en exceso, no más licor, no más corajes ni nada de esas cosas, estos meses son muy delicados

-Ajá- asiento- ¿dónde está José Luis?

-Ah, ya que lo mencionas, mientras subía las escaleras se le abrió la herida, lo cure como pude pero de esas cosas no sé mucho, es mejor que mañana vaya temprano con un médico

-Regina, no me lo tomes a mal, pero no te quiero cerca de Navarrete, se me hace muy curioso que de buenas a primeras se lleven tan bien

-¿Qué estás insinuando Altagracia?- me paro- no sé si son las hormonas pero de verdad estás mal, adiós

-Que hormonas ni que nada- le tiro una  almohada y se cierra la puerta- agh- me paro

Ya me siento un poco mejor físicamente pero aún tengo un revuelo de emociones que no puedo descifrar ni controlar.

Decido darme un baño en la tina, me sirvió muchísimo, para cuando salgo José Luis ya está en la habitación poniéndose nuevo vendaje en la pierna.

-Ahí está tu cena

-No tengo hambre

-No te estoy preguntando, debes comer- me paro- ¿me ayudas?

Salgo del clóset sin toalla y me acerco a ayudarle con la venda.

-¿No puedes hacer nada solito?

Puedo sentir su mirada recorrer todo mi cuerpo, esto es muy divertido.

-Ya está- me alejo

Me pongo una lencería y me meto a la cama, minutos después siento sus manos recorrer todo mi cuerpo  así que me doy vuelta.

-José Luis- suspiro- luego no digas que no te lo advertí

-Shh

Me besa ferozmente y así mismo me deshago de lo que queda de su ropa, tomo el mando de la situación para evitar que siga lastimando su pierna y dejo un recorrido de besos hasta llegar a su pelvis.

Lo observo con una sonrisa y vuelvo a sus labios mientras me posicionó  encima suyo, suelto un gemido al sentir  su miembro en mi entrada, toca y lame mis senos a su antojo sin abandonar mi punto débil.

Me apodero de sus labios de nuevo y bajo lentamente uniendo nuestros cuerpos. Amenaza con cambiar de posición pero no se lo permito, aumento cada vez más el ritmo, a este punto ya estamos bañados en sudor.

Hace a un lado mi cabello y deja un tierno beso en mis labios, para luego soltar esas temidas palabras.

-Te amo

Me detengo inmediatamente y cierro mis ojos tratando de articular alguna palabra.

-José Luis yo..

-Shh- pongo un dedo en sus labios