LXII

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Navarrete

-Mira que puedes salvar- le paso el celular- necesito uno nuevo para mañana mismo

-Sí señor

-Macarena ven conmigo

Entro a la hacienda rápido y voy a la recámara de Zoe, la veo dormir plácidamente así que pongo su cobertor y dejo un beso en su cabeza. Le indico a Macarena donde puede quedarse y voy a mi habitación, en cuanto veo a Altagracia me doy cuenta de que algo no anda bien, duerme pero no deja de removerse y quejarse, ya es de madrugada así que no creo que sean problemas para dormir simplemente.

Me acerco y dejo un beso en su frente.

-Mi amor- acaricio su vientre- ¿estás bien?

Se despierta y me mira alejándose, esa mirada la conozco muy bien, si pudiese matarme con ella ya lo habría hecho.

-Pensé que no vendrías

-Estuve un poco ocupado pero me preocupé en cuanto supe lo de tu hermana así que vine inmediatamente- me acerco- ¿qué tienes?- tomo su barbilla

-Nada- desvío la mirada

-Mi amor sé que estás enojada pero ya te expliqué, lo importante es que estoy aquí ¿no crees?, dime qué pasa

-Tengo contracciones

-Las falsas- afirmo

Niega con la cabeza hacienda una expresión de dolor, estuve a punto de salir corriendo pero decido mantener la calma, estas cosas me ponen muy nervioso pero si pude con Zoe que literalmente nació en la calle después de huir de un secuestro, podré con esto.

-No esperaba que fuera tan pronto- saco un pañuelo- pero bueno, ¿ya le hablaste a tu doctora?

-Viene mañana en la noche, tiene un parto temprano

-¿Crees que puedas aguantar hasta entonces?, podemos buscar a alguien más o pagarle más para que venga temprano, o obligarla, que sé yo, dime qué quieres que haga

-Ya veremos- niego- no quiero que Zoe esté presente

-No, ni hablar, ella se irá con su nana al otro lado de la hacienda

-¿Vino contigo?

Asiento metiéndome a la cama, no pudimos dormir el resto de la noche, entre charlas y masajes logré distraerla un rato e ignorar un poco el dolor pero las contracciones cada vez son más fuertes al parecer.

Nos damos un baño y bajamos a el jardín a caminar un rato por indicaciones de la doctora, Zoe se lo tomó como un juego obviamente y ya ha dado unas cinco vueltas, quisiera esa energía.

-Zoe, ven aquí- grito

-Ven por mí

Corre aún y empiezo a preocuparme.

-Zoe- toco mi vientre- se va a meter a esos arbustos, ve por ella

Tomo una bocanada de aire y empiezo a correr rápidamente, cada vez que creo encontrarla es intento fallido, hasta que escucho un grito.

-¡Zoe!

-Papá

La encuentro detrás de un árbol e inmediatamente se lanza a mis brazos.

-¿Qué pasa?

Tiene sus ojos abiertos como platos y no para de gimotear. Camino en dirección a donde estaba y me quedo atónito al ver a conejo lleno de sangre que seguramente es de la hacienda.

-Te he dicho muchas veces que tienes prohibido venir hasta aquí- beso su mejilla- ya, no pasa nada

Desde que mi hija llegó a Mexico hemos traído muchos más animales, le gustan mucho y debe ser traumático ver al conejo con el que seguramente jugó varias veces en esas condiciones. Lo que me preocupa es que esa herida parece ser de bala.

Protege A Zoe (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora