XLVI

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Navarrete


-Papá, me lastimas

-Lo siento princesa, debemos irnos- le pongo el cinturón

Veo a el guarura de Altagracia correr hacia nosotros y arranco.

-Agachate Zoe, acuéstate a dormir

-No tengo sueño

-¡Haz lo que te digo!- acelero

La veo por el espejo retrovisor, tiene sus ojos cristalizados, se asustó con el grito.

-Lo siento, no quise gritarte- limpio una lágrima- pero hazme caso mi amor, ponte el cinturón y no te asomes por la ventana

Le hablo a mi guarura de confianza para que me tenga lista la avioneta en la hacienda. Me costó mucho perder de vista a los escoltas y a la policía pero finalmente lo logré.

-Quítate el relicario

-Mamá me dijo que no me lo quitara nunca

Resoplo, tendré que quitárselo cuando se duerma ya que ahí tiene un gps. Apago mi celular y termino de hacer algunas llamadas.

Llegamos un largo rato después, en el camino le quité el localizador que tenía el relicario de Zoe para evitar que nos rastree.

La tomo en brazos y subo a el avión, iremos a Marsella pero no a la misma casa, Altagracia seguramente irá a buscarnos allá y al no encontarnos, dejará de ser su foco.

Puede que lo que estoy haciendo esté mal pero poco me importa, ya no voy a pensar en nadie más que en mí, Altagracia se salió de mi corazón en cuanto escuché el resultado de esas pruebas, no puedo creer lo ciego que he sido y hasta donde he llegado por el amor de esa mujer.

Lo peor de todo es que aunque me queme el alma y solo quiera desaparecer, veo a Zoe y nada cambia, si siento mucho coraje pero el amor que le tengo sigue igual, ella es y seguirá siendo mi hija. Altagracia por el contrario tendrá que olvidarse de ella, y ni hablar de León, ya hice lo que debí haber hecho hace mucho, deshacerme de él.

Bebí durante todo el viaje hasta sentirme mareado, no quiero perder la razón ahora pero el dolor me rebasa y el licor es buena compañía.

-Papi, ¿dónde estamos?

Papi, yo no soy tu papi mi vida, nunca lo fui.

Se talla los ojos y luego su vista recorre el lugar, está asustada.

-Mamá

-Tú mamá no vino con nosotros, es más- me acerco- no vamos a volver a hablar de tu madre ¿quedó claro?

-Pero..

-Zoe ¿quedó claro?

Asiente encogiendo sus piernas hacia la silla. No quiero desquitar mi dolor con ella así que es mejor no hablar mucho, es la más inocente en todo esto.

Altagracia ya tiene a todo México patas arriba, salió a hablar a los medios, no puedo creer lo mitómana que puede llegar a ser, se atreve a desmentir unas pinches de ADN.

Me vio la cara durante 6 años, los sentimientos de su hija le importaron un carajo.

Recibo los documentos que pedí, el acta de matrimonio y demás documentos que firmé ese día con un par de copas encima.

Renuncié a la custodia de Zoe.

En caso de divorcio, le cedería un 30% de mis bienes actuales a cada una, siendo un 60%.

Todos los bienes compartidos son propiedad de los hijos dentro del matrimonio.

Es increíble lo astuta e interesada que es, no la mueve nada más que el dinero pero ya es hora de que alguien le dé de su propia medicina.


Protege A Zoe (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora