III

255 24 11
                                    

Altagracia

-Tranquila Regina, estoy bien

-León vino en la tarde

-¿Cómo?, ¿qué no se había ido?

-Pues con la nota que salió seguro se devolvió, estaba desesperado por hablar contigo, y como no contestabas llamadas ni nada

-Bueno, eso ya no importa- susurro- cuando pueda hablaré con él

-Altagracia, ¿no crees que haz llegado demasiado lejos?, estás jugando con ambos, ¿y ahora qué harás con este embarazo?

-Luego hablamos, cuídate mucho

-Por lo menos dime dónde estás

-En la hacienda, adiós- cuelgo

Dejo el celular a un lado y regreso a la mesa con José Luis.

-Listo- me siento- ¿entonces?

-El plan es el siguiente; después de la boda, entregas a León y yo entrego el cuerpo de Lucho, si es cierto que no le hizo nada, saldrá libre, en cuanto nuestros enemigos sepan del bebé querrán hacerle daño y aquí viene el segundo plan

-antes de que empieces con el segundo, déjame decirte que el primero es un desastre, ya te dije que no entregaré a León

-que terca eres Sandoval, ¿qué no entiendes?, se trata de nuestro hijo, yo creo que tú aún no haz asimilado así que fingiré que no dijiste nada

Nuestro hijo.

Nuestro hijo.

¡¡Nuestro hijo!!.

-Tienes toda la razón- cierro mis ojos- aún no lo asimilo- suspiro- pero eso no cambia nada, no lo entregaré y punto

-Me rindo- me paro molesto- quédate con ese hijo de puta si es lo que quieres, pero no voy a seguir tolerando que mientras yo estoy aquí contigo y no él, sigas fantanseandolo

Estaba a punto de irse y lo detengo del brazo.

-Espera- me paro- no te vayas- me acerco- mira, aún no sé que pasa con nosotros pero supongo que esto es un nuevo comienzo, y aunque parezca desinteresada, no lo estoy, no soy tan mala como crees Navarrete, más bien no toquemos el tema de León ninguno de los dos, yo lo amo pero a estas alturas de mi vida un amor no es lo que realmente me hace feliz, te lo dije desde un principio, no quiero un marido ni nada de eso, si estoy con él es porque me ha dado tranquilidad en muchos aspectos pero en realidad no lo necesito, así como tampoco te necesito a ti ni a nadie, lo único que quiero en este momento es solucionar esto

-De todas formas no volverás a estar con él, pronto te darás cuenta de que eso que dices sentir no es amor, tú me amas a mí

-Estás obsesionado con eso José Luis- niego- lo único que nos une, es este niño que a fin de cuentas, si decido no tenerlo, este plan se va a la chingada y seguimos con nuestras vidas como si nada

-Ya te dije que no cuestionare cualquier decisión que tomes, pero yo sí estaría feliz de tener un hijo contigo

Sonreí por inercia pero al darme cuenta me volteo en dirección a la cama.

-¿Vienes?- extiendo mi brazo- ¡a dormir!- aclaro

-Ya que insistes

Ya acostados ninguno de los dos logró conciliar el sueño, su celular suena una vez más y al contestar, solo dice que está ocupado, algo me dice que me está ocultando algo.

Protege A Zoe (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora