XXVIII

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Altagracia

He pasado una semana terrible física y emocionalmente, siento que todo se me ha venido abajo, la empresa está muy bien, sin duda cerramos el año como debía, la alianza con la distribuidora de mi esposo fue lo mejor que pudimos haber hecho.

Y hablando de esposo, tengo una tarea muy grande en cuanto llegue a casa, deben estar molestos conmigo, con Zoe es más sencillo, a pesar de todo es comprensiva pero José Luis no hace más que reprocharme.

Apenas pongo un pie en Marsella decido dejar todas las preocupaciones atrás, el asunto de Lucho y su abuelo, la seguridad de mi familia, la salud de mi sobrino, etc. Necesito unos buenos días en calma, ya hoy termina el año y realmente me da igual, solo lo hago por Zoe y José Luis, a ellos les encanta la navidad y pasar en familia.

Por supuesto que ya vi en las cámaras que le trajo un perro pero no quise iniciar otra discusión, de alguna manera Zoe aprenderá responsabilidad, pero debe demostrarme que puede con ello, no es solo para jugar.

No les avise que venía, seguro ya deben estar creyendo que no llegaría. Entro sigilosamente y le quito las bolsas a mi guarura, sonrío al verlos sentados frente a la chimenea, Zoe lee un libro que le di cuando tenía 4 años, es su favorito.

-... la princesa logró escapar del castillo y de su malvada madrastra, se adentró en el bosque..

El ladrido del perro me delató y ya en segundos lo tengo olfateandome.

-Ni se te ocurra- levanto mis pie- muy bien, continúa- me acerco

-Ho..hola mamá

-¿Hola nada más?- extiendo mis brazos

-¡Si viniste!

-Sí vine- la cargo- y les traje muchos regalos

-Papi, si se acordó de mí, nos trajo regalos

-De ti me acuerdo todos los días de mi vida- beso su cabeza- pero esos regalos son por tus buenas calificaciones y porque eres buena niña- la dejo en el suelo- continúa leyendo, ¿vas en blanca nieves no?

Asiente sentándose de nuevo, yo hago lo mismo al lado de su padre.

-¿Todo en orden?- beso su mejilla

Asiente entrelazando nuestras manos y nuestra atención se dirige a Zoe, su respiración es pesada y no despega la mirada del libro en ningún momento.

-Retoma en lo que estabas o quieres ir a jugar un..

-No- lo detengo- que termine la historia, ¿o no quieres leer porque yo llegué?, ¿no quieres leerme?

-No, digo sí mamá, pe..pero

-Entonces hazlo

-La..la prin-ce-sa lo..lo logró

-Iré a cambiarme- me paro- y tú ve a practicar si no quieres que mañana mismo saque a ese animal de esta casa y todos los regalos, no entiendo cómo puedes tener esas notas si no lees siquiera una frase

-¡Altagracia ya basta!- me paro

-¡Basta nada!, he invertido un dineral, tiempo y sacrificios en la educación de esta niña, no es posible que esté peor que la última vez que vine

-Te aseguro que si cruzas esa puerta ella lo hará bien, el problema no es ella sino tú, siempre haz sido tú

-Aah- analizo- ¿quieres que me vaya?

-Haz lo que quieras, de todas formas nunca estás

-Ok

-No mamá, no te vayas

Protege A Zoe (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora