LXIV

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Altagracia

Luego de la doctora nos compartiera los resultados de los análisis que se le hicieron a Max, nos quedamos más tranquilos y pasamos los últimos días con todos en la hacienda antes de nuestro viaje.

Intenté convencer a Mónica de venir con nosotros pero no hay poder humano que la convenza, tiene muchos casos pendientes aquí y al aceptar trabajar en el bufete tiene que ajustarse a horarios y reglas de las cuales no soy partidaria pero bueno.

Zoe aún no se acostumbra a las despedidas con su hermana, la verdad es que Mónica es la única que le sigue todas sus locuras y juegos, así que la pasa muy bien con ella y no quiere dejarla ir.

-Mami mami

-Shh, espera, no grites

-Moni y yo te vamos a enseñar nuestro entrenamiento, ven

-¡Zoe!- digo entre dientes

Resoplo exhausta al ver a el bebé con los ojos completamente abiertos haciendo un puchero.

-Estaba por dormirse y lo asustaste, hasta cuando te digo que dejes de gritar cerca de Max

-Pero..

-Pero nada, la orden es clara, la próxima vez que lo hagas te voy a castigar y la que se irá a dormir, serás tú

-Ma'- resoplo- ven aquí Zoe, sigamos entrenando, mamá irá a vernos luego de dormir a Max

-Es que..

-Ven- tomo su mano- ya casi me voy

-Llévame contigo porfis, me voy a portar bien

-Yo encantada de tenerte unos días en casa pero hay que decirle a tus papás

Me doy vuelta ignorando la conversación, cuantos planes hacen estas niñas, me van a enloquecer. No me gusta que Zoe duerma fuera de casa, aunque ya Fernando tenga mi confianza, simplemente por instinto soy precavida hasta con mi propia sombra. Aunque ya anteriormente se ha quedado en su casa pero no pasa de una noche, noche en la que poco puedo dormir y no paro de llamarla. Tal vez deba soltarla un poco más, al fin y al cabo se trata de su hermana y se cuidan mutuamente.

-Bueno, ya que no tienes intenciones de dormir, vamos a saludar a papá

-¡Espera mamá!

Me doy vuelta observándolas, mi mirada se fija en Zoe, un pequeño flashback llega a mi mente, su posición, su mirada en el suelo, tal cual como cuando me tenía miedo e iba a verla unas cuantas veces a Marsella. Apenas ahora me doy cuenta de cuan grande es la diferencia, y no me gusta nada, no quisiera retroceder después de todo el avance que hemos tenido todos estos meses, pero es complejo, poco comprende el que ahora haya un nuevo integrante y que muchas cosas deben cambiar y mi paciencia es casi nula como para esperar a que lo haga.

-¿Crees que Zoe pueda quedarse conmigo mientras ustedes están en su viaje?

-Tendrás que estar en el bufete, sales algo tarde si no estoy mal

-Bueno, en las mañanas iría a la escuela, yo la llevo, cosa que estaría muy bien, ya ha perdido varios días de clase, se puede ir con Matías a casa de la tía Regina en las tardes, sabes que no tendría problema por eso, y yo en cuanto salga paso por ella, no es tan complicado en realidad

-Po..por favor

-Zoe- respiro profundo- ¿estás tartamudeando de nuevo?

Niega escondiéndose detrás de Mónica.

-Ven- acomodo a mi bebé en mi pecho- pórtate bien, no me gusta regañarte- levanto su rostro- y si lo hago tampoco es el fin del mundo, no tienes que tenerme miedo, sabes que nunca te haría daño ¿verdad?

Protege A Zoe (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora