LVII

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Altagracia

-Doña, el paciente llegó sin signos vitales, fue un milagro poder reanimarlo pero su condición es grave

-10 millones más- lo veo- mantenlo con vida, tiene que vivir

-No se trata de dinero, hacemos lo humanamente posible pero.. la operación no fue suficiente, sus órganos vitales fueron comprometidos y su médula se vio afectada porque al parecer le proporcionaron un golpe, ya hicimos dos transfusiones de sangre y aún no es suficiente, necesitamos otro donante lo antes posible

-Yo puedo volver a donar

-No, mira nada más lo débil que quedaste

-El doctor dijo que es temporal, no pasa nada

-Yo puedo hacerlo- susurro- no hay que perder tiempo

Todos me miran esperando una respuesta, sé que ni siquiera Jose Luis lo permitiría, pero esto es de vida o muerte y en algo tiene razón; no hay que perder tiempo.

Afirmo y minutos después se lo llevan a realizar el procedimiento. A lo lejos veo a mi hija caminar por el pasillo y me acerco molesta.

-¿Qué haces aquí?, ¿dónde dejaste a Zoe?

-Con la tía Regina, mamá no puedes simplemente mandarme allá como una prisionera

-Es por tu bien, entiendelo

-¿Cómo está Jose Luis?

-Está- desvío la mirada

-Hace rato fui a la casa, está hecho un desastre todo y..

-¿Qué?

-La caja fuerte estaba abierta y se llevaron todo

-¿Cuál?

-La del despacho, ¿cuántas hay?

-Bien, solo habían unos cuantos millones y unos diamantes- le resto importancia- hay otra en la habitación de Zoe pero ella no lo sabe- me acerco- detrás de un cuadro enorme, necesito que vayas y lo corras hacia la izquierda- susurro- tiene clave, pero solo quiero que te cersiores de que no ha sido tocado

-Ok, trataré de ir pronto- asiento- ¿cómo está Jose Luis?

-Igual- muevo mis hombros- Mónica necesito que me hagan caso y se vayan a la hacienda

-Mamá se te olvida que estoy casada- suspiro- porqué más bien no me dejas llevarme a Zoe a mi viaje, así no seremos preocupación en estos momentos para ti

-Como crees, es su luna de miel, deben estar solos

-No te preocupes, ya habrán muchas lunas de miel, será a Cancún, sé que no es buen momento pero en lugar de perder el viaje podríamos aprovechar para distraer a Zoe y que tú estés más tranquila, prefiero eso a que estemos aisladas y solas en una hacienda

-Lo voy a pensar, en la noche te doy una respuesta- me siento

-¿Cómo te sientes?

-Podría estar mejor- acaricio mi vientre

-Sería bueno que fueras a descansar un rato, pasaste toda la noche aquí- la abrazo- nos vemos en un rato, ¿quieres que te traiga algo de comer?

-No tengo apetito- esbozo media sonrisa- no te preocupes

-Tienes que comer, hazlo por el bebé

-Lo haré- afirmo

Nos damos un abrazo y la acompaño hasta la salida del hospital. Al regresar pido entrar a la habitación, la transfusión tardó más de lo normal pero se logró, cosa que tuve que agradecerle a Eduardo y de una vez le pedí que se fuera, ya no quiero verle más la cara. No hasta saber quién está detrás de esto, aunque dudo que sea él.

Protege A Zoe (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora