LVIII

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Altagracia

-Papito ¿jugamos a las traes?

-Tu papá no puede correr Zoe

-Entonces juega tú conmigo mami

-Tu mamá menos pepig, ¿y si jugamos a descansar?, vienes de varios viajes, de conocer y explorar mucho por ahí, ¿qué no te estás cansada?

-No, me aburro, por favor papi

-¿Y Mónica?

-Está en la habitación, le duele la panza

-Zoe, ¿cuál fue mi condición para que tuvieras al perro?- señalo a Dulce

-Que fuera responsable

-No no, ni pongas ese puchero que no te vas a salvar, mira nada más lo abandonada que la tienes

-No la abandoné, viajamos juntas

-Me refiero a su cuidado, se ve que no se baña hace medio siglo, ¿la haz peinado, cortado las uñas, le das sus croquetas a tiempo, le limpias sus orejas y ojos.. en fin?, te dije muy claramente que los empleados no te iban a criar el perro y mucho menos nosotros, es algo que te corresponde a ti, ya bastante te ayudan recogiendo sus necesidades y comprándole todas sus cosas, debes aprender a ser responsable con las decisiones que asumes, no es solo para jugar y hacerte compañía, es un ser vivo y tiene necesidades que no puede suplir por si solo, así que te corresponde a ti

-Lo siento mamá, ¿puedo bañarla ahora?

-Con cuidado y seriedad, no es a jugar, la bañas y ya, mañana me recuerdas sacar una cita con un veterinario o más bien dile a tu nana que te acompañe, no quiero que hagas un desastre de agua- veo la hora- iré a ver a Mónica

-Amor estábamos hablando algo

-Ya regreso- veo a mi hija- a ver, ¿por qué te pones así?, no te regañé ¿o sí?

Ambos se miran y luego a mí..

-Si tú lo dices- me río- vamos, yo te ayudo con Dulce- la cargo

-Siii, pero yo la peino sola y le ponemos moñitos

-Como tú quieras mi niña

-Le ponemos mucha espuma y juguetes a su tina, vamos Dulce

Los veo negando.

-Amor, es una niña, hay que tener paciencia

-Ajá

-Mami, ¿estás molesta conmigo?

Me acerco negando y toco su puchero con mi dedo índice.

-Pero si la vuelves a descuidar si me voy a molestar mucho y te voy castigar- beso su mejilla- cuida a papá de no lastimarse, sé que te cuesta pero no está bien que te cargue por mucho tiempo, ni se agache mucho, se puede romper los puntos ¿me ayudas con eso?

-Está bien, yo lo cuido muy bien

-A ver, yo estoy muy bien, el que te va a cuidar soy yo- me alejo

Zoe y yo reímos, subimos las escaleras y cada uno fue a lo suyo. Entro a la recámara de Mónica y la encuentro acostada y tapada de pies a cabeza, me acerco quitándole el cobertor dejando ver sus ojitos hinchados.

-Mónica- acaricio su mejilla

-No quiero hablar

-Ok

Sigue concentrada en su celular mientras yo trato de descifrar que le pasa, pero si no me dice nada es muy difícil.

-Sé que no es el dolor de estómago lo que te tiene así, y si lo es, ahora mismo te llevo a urgencias

Protege A Zoe (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora