Protege A Zoe (+18)

XLVIII

Altagracia

-Necesito que halles de una buena vez esa pinche ubicación

-Doña, el dispositivo ya no está en ese lugar, tal vez si se comunica con ella de nuevo podamos interferirlo

-Es lo que he intentado hacer desde ayer

-Altagracia, hablé con mi hermano

Me acerco rápidamente.

-Dice que si quieres guerra, guerra tendrás, él cree que te llevaste a la niña

-¿Qué?, ¿de qué hablas?, ¿dónde está mi hija?

-No lo sé, al parecer ayer se la llevaron, él cree que fuiste tú y yo intenté decirle que no es así pero no me cree, está furioso Altagracia, es mejor que estés preparada

Se llevaron a mi hija.

-Que se vaya a la chingada- grito- se llevaron a mi hija y él cree que fui yo- sollozo- Zoe- susurro

Me acerco a mis hombres.

-Díganme para qué carajos me han servido, si no me dan una pista de mi hija hoy mismo, quedarán todos despedidos

Me alejo.

-Ni una palabra de esto a nadie Mariana y no le digas a el terco de tu hermano que me ayudaste porque seguro también se ensaña contigo

-Mi hijo sabe de tecnología y esas cosas, él podría ayudar, ahora lo que necesitamos es ayuda, si mi sobrina no está ni con Luis ni contigo, ha de estar con cualquier loco que quiere dinero y podría hacerle daño

-Los únicos locos que quieren a mi hija son tu padre y tu sobrino, dudo que Eduardo con lo de su campaña tenga cabeza para estar organizando un secuestro, yo más bien creo que es hora de hacerle una visita a Lucho- la señalo

-¿Qué?

-Sí, tú eres su tía, te dejará entrar fácilmente, necesito que observes muy bien esa casa, cualquier pista es importante

-¿Y si me doy cuenta que no está?

-Te des o no te des cuenta yo voy a entrar a esa casa y voy a recorrer cada rincón, pero tú puedes darme datos importantes, que tanta seguridad tiene, la cerradura de las puertas y ventanas, etc

Asiente con algo de nerviosismo, Mariana tiene un carácter muy parecido al mío con la diferencia de que ella ladra pero no muerde, no es capaz de matar una mosca. Necesito probar su lealtad, no sé si me está ayudando sinceramente, se me hace muy extraño que me esté apoyando y me haya creído como nadie lo hizo aún cuando todo estaba en mi contra.

Decido ir a sentarme un rato, estoy muy inquieta y esta sensación en el pecho no se me quita, me alivió mucho escucharla pero cuando se oyó ese disparo supe que las cosas no estaban bien, y ahora que confirmé que no está con su papá, mi angustia es mucho más grande.

-Si Santiago sabe sobre programación, hackear y todo eso, entonces que venga porque estos ineptos se tardan mucho

-Bien, voy a casa de Lucho y luego paso por Santi

-Gracias- suspiro

-Tienes que comer, necesitas fuerzas

Asiento con la cabeza y me pongo de pie para acompañarla a la puerta. Me siento a desayunar, me cuesta mucho ya que no tengo apetito y mi cabeza ahora está en otro lado.  Estuve un largo rato intentando terminar con todo lo del plato hasta que un aroma muy peculiar inunda mis fosas nasales pero esta vez solo me causa un revuelo estomacal.

-Vaya, no pensé vernos tan pronto

Volteo dirigiéndome hacia él.

-¿Qué pensabas?, ¿qué podrías desaparecer por años con mi hija así nada más?