XI

218 23 17
                                    

Altagracia

Sonrío al ver que la exposición va muy bien y entro a mi oficina a descansar un rato, he estado de aquí para allá todo el día y ya mis pies luchan por no escaparse de mis tacones.

Ni siquiera me había dado cuenta de lo hinchada que estoy, se ve espantoso. La puerta se abre dejando ver a José Luis, viene con una copa en la mano y una enorme sonrisa.

-¿Por qué desapareciste así?, ¿estás bien mi amor?- me agacho- ¿ya te viste los pies?- me río

-No te burles- le doy un golpe

-Tu hermana te dijo que ya no usaras tacones, pero eres muy terca

-Hasta el día del parto voy a usar tacones- mimo mi panza

-Te ves muy chistosa- me burlo- verdad mi princesa

Pongo mis ojos en blanco. Deja un beso en mi panza y luego se para.

-Ah, solo a ella la vas a besar- bromeo cruzándome de brazos

-No ha nacido y ya estás celosa- me acerco- aprovecha estas últimas semanas porque cuando ella nazca, tú tendrás que esforzarte mucho para no perderme- la beso

-Que malo eres, ya vas a ver que si me cambias por ella, yo te cambiaré por otro- esta vez me río yo- ya mi amor, más bien hazme un masaje

-Muy chistosita- le quito los zapatos

-Tú empezaste- sonrío- dice Zoe que tengo razón- digo al sentir una patada- ya se despertó al parecer

-¿Ves?, lo hizo en cuanto escuchó mi voz- acaricio- hola mi amor- dejo un beso- la próxima semana te irás a Marsella

-¿Qué?, no, aún queda mucho

-Altagracia, entre más se acerca el parto, más peligroso es que viajes

-Pero te vienes conmigo

-La empresa no puede quedarse sola tanto tiempo

-Pues entonces que nazca aquí y luego la llevamos

-No es lo más conveniente, ya ves que ni en los hospitales podemos confiar- me paro- iré a ver como va todo- beso su frente- te amo

-Y yo a ti- sonrío

-Bravo- aplaudo- que viva el amor

Quedo fría al oír su voz, hace mucho no nos vemos.

-León- me pongo de pie- ¿qué haces aquí?, ¿cómo entraste?

-Imbécil

-Te calmas o te llevo detenido ahora mismo- muestro mi placa- ahora que me devolvieron mi cargo podemos hablar civilizadamente- me río- ¿no creen?

-Me importa un carajo tu cargo hombre, tú y yo tenemos algo pendiente y precisamente por eso estás aquí

-José Luis cálmate- lo detengo del brazo

-Tienes razón, pero no estoy aquí por ti- saco el documento- leela Altagracia

Le quito el sobre y al leer el contenido no pude evitar reír, está loco.

-Estás demente León, tú no eres el padre de mi hijo

José Luis lo lee y esta vez se le va encima, los oficiales que venían con León los separaron y esposaron a mi esposo. Todo pasó tan rápido que apenas puedo procesarlo.

¡Una demanda de paternidad!, es el colmo.

Se llevan detenido a José Luis e inmediatamente me comunico con mi abogado. Precisamente tenía que ser hoy que hay tantos invitados, cada vez que vienen hay un nuevo escándalo.

Protege A Zoe (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora